Fidel Mateos, un joven periodista y educador que comió con el papa en Sidney durante la JMJ 2008
Fue elegido para representar a los jóvenes europeos en el Encuentro Mundial de la Juventud de Sidney, y tomó parte en la comida que ofreció el Papa Benedicto XVI el viernes 18 de julio de 2008, en la catedral de St. Mary. Además obsequió al Santo Padre con un rosario en plata de filigrana charra de su tierra, Salamanca, la primera edición del proyecto marco de Pastoral Juvenil de la CEE y un regalo en relación con Santiago de Compostela como lugar de encuentro y camino de la Europa cristiana. Al final del encuentro el papa regaló a cada uno de los doce jóvenes, un rosario y una medalla conmemorativa de la JMJ de Sydney.
"Aún recuerdo todo ese encuentro con el papa Benedicto XVI en la anterior JMJ. Antes de que anunciara oficialmente la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid le dije que en España los jóvenes le recibiríamos con los brazos abiertos cuando estuviera en nuestra tierra, y así será tres años después”.
Fidel, en este encuentro de la JMJ 2011 en Madrid, ¿tienes algún tipo de participación o responsabilidad activa en su organización y desarrollo? ¿y en el sitio web madrid11.com?
Esta JMJ no me la puedo perder. Esta vez no tendré las responsabilidades organizativas de Colonia con la diócesis de Salamanca, o de Sydney con la Conferencia Episcopal Española. He preferido participar como un peregrino más, organizando también todo el encuentro para mis amigos y los jóvenes de mi asociación y colaborando con la organización de mi parroquia.
También como periodista para informar de todo lo que suceda. En Internet la participación ha sido realmente activa porque desde el mismo día del anuncio de Madrid puse en marcha la web www.jornadamundialdelajuventud.es con toda la información de la JMJ en los últimos tres años, y ahí seguiré informando de cara a la próxima. Han sido además cientos de noticias, entrevistas, reportajes, videos... sobre la JMJ en mi portal www.jovenescristianosenaccion.com que ha ayudado a muchos jóvenes a estar informados y a que se animen a venir a nuestra JMJ.
Como joven cristiano comprometido en la Iglesia católica través de los medios digitales, ¿cuál es tu responsabilidad y colaboración en http://www.jovenescristianosenaccion.com/?
Puse en marcha este proyecto hace ya más de cuatro años, después de comprobar la mala experiencia de una comunidad religiosa en Salamanca hacia los jóvenes. Tenía dos opciones, o poner lo negativo que hacían estos y otros, o publicar aquello positivo que hay en la pastoral juvenil en España y en el mundo. Opté por lo segundo, acogido dentro del portal Religión Digital. Más tarde, desde el quinto aniversario de la muerte del beato Juan Pablo II, puse en marcha este portal. Es una web para jóvenes cristianos y para los que no lo son, con mucho contenido audiovisual y musical. Es el texto el que acompaña al video y no al contrario. Son ya más de ochocientas mil visitas en este tiempo. Es un trabajo que coordino desde la gratuidad junto a otros amigos, al servicio de los jóvenes y de la Iglesia.
Como periodista cualificado y muy atento a las noticias de la Iglesia y del Papa por internet, y por los medios en general, ¿cómo piensas que están considerados ambos en los Medios españoles, y la libertad de expresión religiosa en nuestro país, con toda sinceridad?
Compruebo con dolor en muchas ocasiones la mala comunicación que hacemos y la falta de libertad. En estos días previos a la JMJ me encuentro con decenas de jóvenes que aún no han oído hablar de la JMJ, o que no conocen qué días son o que ni se han sentido invitados. Muchos de ellos en colegios católicos. Si con este evento hemos hecho grandes campañas de información, publicidad por todos lados, redes sociales... ¿qué ocurre? Que siguen faltando testigos. La imagen de la Iglesia es negativa, al Papa aún no se le conoce, hay mucho prejuicio y falta de conocimiento. Los jóvenes y la sociedad en general tienen muy arraigados ciertos tópicos, y no se paran a leer, a ver videos, a informarse... seguimos hablando para los ya convencidos y no entramos en diálogo con los demás. Varias veces he tenido que escuchar que no querían saber nada de la Iglesia, pero que conmigo al menos se podía hablar. No nos la jugamos con el que tenemos al lado, no partimos de la pregunta ¿quién soy? y por tanto de ¿quién es el otro? Al final todos somos deseo de felicidad, de amar y ser amados, de justicia, belleza... y no provocamos la pregunta sobre el sentido religioso que hay en todos los hombres. De esta forma será imposible decir que la respuesta a todo el deseo del hombre es Cristo.
Nuestra labor es de tú a tú principalmente, construyendo desde abajo. Y luego además sigo reclamando una campaña profesional de imagen de la Iglesia española. Se ha mejorado algo en los últimos años, pero faltan profesionales laicos católicos que puedan trabajar para la comunicación eclesial. Si el presupuesto es de cero euros, tenemos que poner toda la fuerza en las conversaciones de tú a tú y no dejar de presentar espacios de información, de formación y de encuentro.
Sobre la libertad de expresión todos conocemos las dificultades que encontramos. Ya en la carrera me decían que nunca hablase de temas políticos ni religiosos si quería obtener un trabajo y llegar lejos. Eso es destructivo para el hombre. Tengo algo de miedo con los últimos atentados contra nuestra libertad religiosa (Somosaguas, conferencia del cardenal Rouco en la Universidad, Barcelona...) Son pocos los que intentan censurar todo lo religioso, principalmente es la generación que vivió con rebote el postconcilio, y los últimos años de Franquismo y de la transición española. Después de la persecución a los cristianos de las personas que tienen actualmente el poder viene una generación de jóvenes que a grandes rasgos les da exactamente igual todo, y que cuando se rebelan contra algo lo hacen con vaguedades.
¿Cómo ves la situación actual de la juventud española en relación a la fe y valores católicos?
La veo y vivo con preocupación y entrega. Dios me ha llamado desde hace más de 10 años a estar entre los jóvenes, pero me asombro de ver que tantos jóvenes que han sido cristianos y con amplia vida de fe, están ya descristianizados. Y que los de hoy muestran una gran indiferencia, pensando que ya lo saben todo y que nada va a servirles. La Iglesia no es creíble como portadora de respuestas y de sentido a la vida. Ante todo esto no cabe la desilusión. He vuelto a comprobar este año que cuando presentas a los jóvenes una vida coherente, asentada en Cristo, con consecuencias en tu vida, cuando no eres un cristiano ñoño o "friki" y vas al encuentro del corazón de cada joven, el joven responde, y se siente muy provocado. Si uno ve a alguien que vive mejor que uno mismo desea esa vida para sí. Recuerdo ahora por ejemplo cómo un joven que me había pedido ser su padrino de Confirmación me decía cómo la catequesis le había cambiado la vida, y cómo otro decía que no era cristiano, pero no faltaba a cualquier propuesta que le hacía, y entraba en multitud de conversaciones que remitían a Dios. Este chico hacía más experiencia cristiana que tantos que van a Misa sin saber a qué van los domingos. Se necesitan personas que tengan claro quiénes son, que cuiden la oración, la confesión y la Eucaristía. Jóvenes que se la juegan en la relación con sus amigos, que vivan la relación con Cristo con cotidianidad, y que sepan seguir a otros que están anclados en Dios. A mí me queda mucho por aprender pero compruebo que este es el camino. Un camino que lleva sin duda a la acción social inmediatamente. A partir de ahí Dios se vale de cualquier cosa para hacerse presente, hay que enseñar a reconocerlo. Nuestros jóvenes y especialmente buena parte de nuestros catequistas y responsables de pastoral han vivido una fe cultural y como una ideología más que lógicamente no les ha satisfecho, y el Cristianismo no es eso: es una experiencia real, cierta y verdadera que no te deja indiferente y responde absolutamente a todos los apartados de tu vida.
Por último, si se te pidiera animar a un joven indeciso a participar de la JMJ 2011 o a un mayor compromiso con la fe cristiana, ¿qué le dirías? ¿y a un joven que tuviera crisis de fe o estuviera alejado de la Iglesia católica?