Hablarán las piedras
Todo está preparado para la Marcha Sí a la Vida, que el próximo domingo recorrerá Madrid, convocada por más de 500 entidades para recordar a los desmemoriados estilo Rajoy.
Como saben ustedes, uno de los propósitos no confesables de la reciente convención sevillana del PP ha sido tratar de recuperar a su electorado en fuga, para lo que se prevé necesario algo más que cambiar un logo o deshacer un máster. Incontinenti, el presidente se ha puesto a la faena y en su viaje a Buenos Aires ha superado sus propias marcas cada vez que ha tenido ocasión.
Muy comentadas han sido sus declaraciones sobre el "óptimo" hacer del Gobierno alemán en el tratamiento del escándalo judicial sufrido por España a propósito de la euroorden sobre Puigdemont, pero menos atención, mejor ninguna, ha merecido la forma en que ha eludido pronunciarse, a preguntas directas de una periodista argentina, sobre lo que en España ha supuesto el aborto legalizado desde 1985. Al parecer, no tiene opinión alguna que expresar sobre la eliminación de dos millones de seres humanos y la inmensa cordillera de sufrimientos personales, desarreglos sociales y fracaso colectivo que ello supone. No tiene nada que decir, y es gran verdad que nada tiene que decir a los españoles desde hace mucho tiempo.
Otros compatriotas nuestros hablarán por él, ya lo están haciendo. Todo está preparado para la Marcha Sí a la Vida, que el próximo domingo recorrerá Madrid, convocada por más de 500 entidades para recordar a los desmemoriados estilo Rajoy que, como ha manifestado Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, "tanto las leyes como la sociedad, han de asegurar los derechos fundamentales de todos los seres humanos y procurar las condiciones acordes de su dignidad". Amaya Azcona, directora general de Redmadre -¿cuándo se reconocerá a esta benemérita asociación la inmensa labor concretísima que hace en favor de mujeres y de niños que, literalmente, le deben la vida?-, ha llamado a "apoyar a la mujer en su maternidad y poner fin al drama por el que pasan muchas de ellas, presionadas a elegir para no perder su trabajo o sus relaciones". Y es que hoy por hoy, más allá del horizonte legal, la lucha por la vida de los más indefensos ha de concentrarse en la ayuda a las madres abandonadas, en la información a las mujeres a las que se presenta el aborto como único recurso, en la protección de los niños Down, sometidos a un cruel exterminio silencioso… Rajoy calla, pero otros clamaremos y, si un día nos callan, hablarán las piedras.
Muy comentadas han sido sus declaraciones sobre el "óptimo" hacer del Gobierno alemán en el tratamiento del escándalo judicial sufrido por España a propósito de la euroorden sobre Puigdemont, pero menos atención, mejor ninguna, ha merecido la forma en que ha eludido pronunciarse, a preguntas directas de una periodista argentina, sobre lo que en España ha supuesto el aborto legalizado desde 1985. Al parecer, no tiene opinión alguna que expresar sobre la eliminación de dos millones de seres humanos y la inmensa cordillera de sufrimientos personales, desarreglos sociales y fracaso colectivo que ello supone. No tiene nada que decir, y es gran verdad que nada tiene que decir a los españoles desde hace mucho tiempo.
Otros compatriotas nuestros hablarán por él, ya lo están haciendo. Todo está preparado para la Marcha Sí a la Vida, que el próximo domingo recorrerá Madrid, convocada por más de 500 entidades para recordar a los desmemoriados estilo Rajoy que, como ha manifestado Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, "tanto las leyes como la sociedad, han de asegurar los derechos fundamentales de todos los seres humanos y procurar las condiciones acordes de su dignidad". Amaya Azcona, directora general de Redmadre -¿cuándo se reconocerá a esta benemérita asociación la inmensa labor concretísima que hace en favor de mujeres y de niños que, literalmente, le deben la vida?-, ha llamado a "apoyar a la mujer en su maternidad y poner fin al drama por el que pasan muchas de ellas, presionadas a elegir para no perder su trabajo o sus relaciones". Y es que hoy por hoy, más allá del horizonte legal, la lucha por la vida de los más indefensos ha de concentrarse en la ayuda a las madres abandonadas, en la información a las mujeres a las que se presenta el aborto como único recurso, en la protección de los niños Down, sometidos a un cruel exterminio silencioso… Rajoy calla, pero otros clamaremos y, si un día nos callan, hablarán las piedras.
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