«Los milagros del cielo»
Sabemos, creemos, confesamos, predicamos, que nuestro objetivo real es la Gloria, el Cielo, y que no sólo es que Cristo siendo Dios, se ha hecho hombre, ha muerto y resucitado y nos ha abierto el camino a la Gloria, sino que nos ha glorificado gracias a su Gloria.
Recomiendo sin duda en este tiempo Pascual que ya casi finalizamos (aún nos queda algo más de una semana para degustarlo bien) la película Los milagros del Cielo, un interesante alegato contra el positivismo moderno, actualmente en cines.
En aquella larguísima sobremesa de la Última Cena antes de la Pasión, Jesús dice: ha llegado la hora de mi gloria, de mi glorificación, el Padre me glorifica y yo os voy a glorificar. La gloria la identificamos con el Cielo. Tendríamos que hacer un esfuerzo por entender bien qué es la Gloria. No sé si hoy entendemos lo mismo que Jesús dice o cada uno entiende algo distinto.
Me da la impresión de que en el mundo de hoy es algo difícil de entender. Nos encontramos con una cultura muy positivista, que confía sólo en los datos positivos, medibles, que ha sido influida por un terrible materialismo práctico y ateo, de modo que la verdad se funda en el dato positivo, reduciendo dramáticamente la realidad. La existencia del alma humana, la existencia de Dios, son realidades que quedan descartadas.
Sin embargo nosotros sabemos, creemos, confesamos, predicamos, que nuestro objetivo real es la Gloria, el Cielo, y que no sólo es que Cristo siendo Dios, se ha hecho hombre, ha muerto y resucitado y nos ha abierto el camino a la Gloria, sino que nos ha glorificado gracias a su Gloria. Y ya el Cielo, a veces en las pequeñas cosas, lo vemos desenlazándose en medio de este mundo. Miremos con fe.
En aquella larguísima sobremesa de la Última Cena antes de la Pasión, Jesús dice: ha llegado la hora de mi gloria, de mi glorificación, el Padre me glorifica y yo os voy a glorificar. La gloria la identificamos con el Cielo. Tendríamos que hacer un esfuerzo por entender bien qué es la Gloria. No sé si hoy entendemos lo mismo que Jesús dice o cada uno entiende algo distinto.
Me da la impresión de que en el mundo de hoy es algo difícil de entender. Nos encontramos con una cultura muy positivista, que confía sólo en los datos positivos, medibles, que ha sido influida por un terrible materialismo práctico y ateo, de modo que la verdad se funda en el dato positivo, reduciendo dramáticamente la realidad. La existencia del alma humana, la existencia de Dios, son realidades que quedan descartadas.
Sin embargo nosotros sabemos, creemos, confesamos, predicamos, que nuestro objetivo real es la Gloria, el Cielo, y que no sólo es que Cristo siendo Dios, se ha hecho hombre, ha muerto y resucitado y nos ha abierto el camino a la Gloria, sino que nos ha glorificado gracias a su Gloria. Y ya el Cielo, a veces en las pequeñas cosas, lo vemos desenlazándose en medio de este mundo. Miremos con fe.
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