Jueves, 21 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Los obispos de España visitan al Papa Francisco


El Papa no es el "primero entre iguales" sino la Cabeza y el principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia. La unidad tiene un nombre: Pedro, y una sede: la Iglesia de Roma.

por Monseñor Francisco Gil Hellín

Opinión

El próximo día 24 de febrero los obispos de España iniciarán oficialmente la visita ad limina. Es una visita que realizan cada cinco años todos los obispos del mundo con esta doble finalidad: venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y encontrarse con el Sucesor de Pedro, el obispo de Roma.

No se trata de una visita, digamos burocrática, de tipo jurídico-administrativo. Tampoco está fundada exclusivamente en la eficacia pastoral. Sus raíces son mucho más profundas: el Papa y los obispos forman un Colegio, que sucede al Colegio de los Apóstoles, en el cual el Papa no es el “primero entre iguales” sino la Cabeza y el principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia. La unidad de la Iglesia no resulta de una especie de sinfonía conciliar de las diversas iglesias locales o diócesis; algo así como una cadena formada por anillos bien soldados entre si. La unidad tiene un nombre: Pedro, y una sede: la Iglesia de Roma. Eso explica que cada vez que celebramos la Eucaristía, obispos y sacerdotes decimos, en la Plegaria eucarística, que la celebramos “junto con nuestro Papa”. Esta unidad con el obispo de Roma une también a los obispos entre si y es requisito fundamental de su colegialidad.

Eso explica que las primeras huellas de la “visita ad limina” se remonten a las primeras comunidades cristianas. San Pablo, en su carta a los Gálatas, después de hablarles de su conversión en el camino de Damasco y del camino que ha tomado de evangelizar a los paganos, les dice: “Después fui a Jerusalén para consultar con Cefas, y permanecí junto a él quince días” (Gá 1, 18). El mismo gesto lo repite unos años más tarde: “Catorce años después volví de nuevo a Jerusalén, les expuse el evangelio que predico a los paganos… para no hallarme en riesgo de correr o haber corrido en vano” (Gá 2, 2). Desde entonces hasta hoy, de una u otra forma, los obispos se han encontrado periódicamente con el Papa para estrechar los vínculos de comunión en la fe, en los sacramentos y en la caridad. Actualmente se hace cada cinco años.

¿De qué hablamos los obispos con el Papa y los órganos de gobierno que le ayudan? Fundamentalmente damos una información muy detallada de la situación de la diócesis en todas sus estructuras y estamentos. Por ejemplo, hablamos de los sacerdotes, del Seminario, de las vocaciones consagradas, del matrimonio y de la familia, de la catequesis, de la vivencia de la caridad, de la situación económica de la diócesis, etc. etc. No es que tengamos que rendir cuentas, sino que hacemos un intercambio fraterno, donde ponemos a disposición del Papa y sus órganos de gobierno la realidad global de cada diócesis, para que él esté informado con verdad y pueda aconsejarnos lo que más nos conviene, teniendo en cuenta que la Iglesia es una y que todos los obispos y el Papa servimos al único y supremo Pastor: Jesucristo.

En la presente visita, la archidiócesis de Burgos con Palencia, Soria, Vitoria, Bilbao y la de Navarra seremos los primeros en hablar con el Papa. Lo haremos el próximo 24 de este mes de febrero. Yo he visto al Papa Francisco en varias ocasiones. La más reciente el pasado día 1. Sin embargo, esta es la primera visita ad limina que realizo con él. Me gustaría sacar de ella mucho fruto espiritual y pastoral tanto para mí como para toda la diócesis.

Por eso, me atrevo a pediros a todos los católicos de Burgos, especialmente a los sacerdotes, seminaristas, religiosas y religiosos, laicos de los diversos movimientos y asociaciones, y cristianos practicantes que pidáis mucho estos días por mí y por todos los obispos de España para que recojamos mucho fruto de esta visita apostólica al Papa. Os lo agradezco de antemano, pues estoy seguro de vuestra oración y de vuestros sacrificios por esta intención.
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