De otros aspectos de la sexualidad de los españoles según el CIS

24 junio 2010 00:00

Según prometía ayer, continuamos hoy analizando algunos aspectos de la Encuesta nacional de salud sexual elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas en noviembre de 2008.

Pues bien, particularmente interesante me pareció una de las cuestiones que se deslizan en la cuestión 23, en la que se pregunta si el encuestado está muy, bastante, un poco o nada de acuerdo con la afirmación “Sólo puedo tener relaciones sexuales con alguien si estoy enamorado”. La respuesta a tal pregunta fue la siguiente:

	Muy/bastante de acuerdo	Poco/nada de acuerdo	No se pronuncia
Hombres	36,0	61,6	2,4
Mujeres	72,9	24,3	2,8
Total	54,7	42,6	2,7

Lo que confirma una vez más, ese lugar tan común por todos repetidos pero que en este caso resulta ser cierto, según el cual, la mujer española es más enamoradiza que el hombre, o dicho de otra manera, tiene una manera de acceder al sexo muy diferente a la del varón, y por otro lado, -y esto es sólo una opinión-, mucho más hermosa. Dato que unido a los ya mencionados ayer cuando hablábamos de la precocidad sexual de los jóvenes españoles, no sé como pueda sentar al lobby de la igualdad de género que, a lo mejor, va a tener que proponer una nueva ley de cuotas (no diga Vd. que no le doy ideas, Sr. Zapatero) para prohibir que la mujer se enamore tanto y reduzca sus índices de enamoramiento hasta igualarlos con los del hombre.

La pregunta 29, una de aquéllas que probablemente haya que coger más “con pinzas” se formula así: “¿Con qué frecuencia ha mantenido relaciones sexuales en los últimos doce meses?” Pues bien, ésta es la respuesta que los españoles daban:

	Hombre	Mujer	Total
Diariamente	3,5	3,5	3,5
Cada dos o tres días	35,5	35,2	35,4
Una vez a la semana	30,6	31,3	30,9
Una vez cada 2/3 semanas	13,9	12,7	13,4
Una vez al mes	6,6	6,2	6,4
Menos de una vez al mes	6,9	7,0	6,9
No sabe, no contesta	3,0	4,0	3,5

Donde les voy a decir que lo que más me ha sorprendido es lo parejo de la respuesta de hombres y mujeres, algo inesperado -francamente, temía que los hombres declararan mayor frecuencia que las mujeres-, lo que, por otro lado, se constituye en un mecanismo interno de autenticación de la encuesta.

La pregunta 32 por último se formula así: “¿Con cuantas personas ha mantenido relaciones sexuales en los últimos doce meses?”. Algo a lo que los españoles respondieron de la siguiente manera:

		Hombre	Mujer	Total
1	Una	75,9	90,0	82,4
2	Dos	6,6	3,9	5,4
3	Tres	4,6	2,2	3,5
4	Cuatro o cinco	5,4	1,0	3,4
5	Seis o siete	1,6	0,4	1,0
6	Ocho o nueve	0,9	0,1	0,5
7	Diez o más	1,9	0,2	1,1
	No sabe, no contesta	3,1	2,1	2,6

Me ha faltado conocer, e invito a los técnicos del CIS a considerar la cuestión para próximas encuestas, el grado de fidelidad existente entre un grupo muy concreto de las personas emparejadas, el de los casados, e incluso, dentro de éste, el de los casados religiosamente y los casados civilmente.

Cuadro, el anterior, que invita a realizar un segundo, éste mío, cual es el del grado de fidelidad de los españoles, lo que obtendremos simplificando las respuestas anteriores en dos únicas categorías, la del grupo 1 por un lado, y la de todos los demás -del 2 al 7- por otro, y prorrateando el “no sabe no contesta” entre las dos. El resultado es el siguiente:

	Hombre	Mujer	Total
Se han mantenido fieles a su pareja	78,3	91,9	84,5
No se han mantenido fieles a su pareja	21,7	8,1	15,5

Lo que indica dos cosas: primero, que la fidelidad existe en España y es la actitud mayoritariamente –muy mayoritariamente- practicada: son fieles cuatro de cada cinco varones y nueve de cada diez mujeres. Y segundo, que ese otro lugar común según el cual la mujer es más fiel que el hombre es también, en España al menos, real. Una vez más me pregunto la cara que se le pondrá a feministas e ideólogos de género ante tanta diversidad inadmisible...