La culpa de una madre adolescente no es su bebé, sino su irresponsabilidad
por Esperanza Puente
Un estudio elaborado conjuntamente por Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid llamado ‘Maternidad adolescente en España’ concluye de la siguiente manera: “La maternidad en la etapa adolescente conlleva una notable aceleración del curso vital respecto a sus coetáneas que han sido madres pasada la adolescencia, y esto se aprecia nítidamente en aspectos relativos al ámbito más privado, como es la formación de la familia. Sin embargo, no se corresponde con lo ocurrido en la esfera social, ya que, por el contrario, no precipita sino que retrasa la incorporación a la vida adulta en un aspecto clave como es el ámbito laboral”. En este estudio, también se pueden leer conclusiones como “entre las madres adolescentes, el número de hijos tenidos supera ampliamente el ideal” ó esta otra “Las proporciones de rupturas se duplican en varias de las cohortes de uniones, llegando a multiplicarse por tres entre las emparejadas en 1965‐1974. Además, el cálculo de la duración media de la unión revela que, en la mayor parte de los casos, la pareja se rompe antes que entre el resto de las madres”. En definitiva: ser madre adolescente hará que tu vida profesional sea precaria, tu vida sentimental frágil y además no quieras a todos tus hijos pues según el estudio tendrás mas de los era tu ideal.
Ante estas conclusiones cabe preguntarse ¿es la maternidad la culpable de la situación de las madres adolescentes? ¿Tienen la culpa los bebés de que su madre no haya terminado los estudios? ¿Tienen la culpa los hijos de haber superado en número los planes que tenía su madre inicialmente? ¿La culpa de todo esto la tiene el no haber utilizado anticonceptivos? A simple vista, y según el estudio y las conclusiones de la investigadora del CSIC Margarita Delgado, cabe responder afirmativamente a estas cuestiones, pero pensemos ¿la culpa es de un tercero por venir, o de dos que deberían haber pensado con madurez la situación del momento?
Actualmente, los poderes públicos están incitando a los adolescentes a iniciarse lo antes posible en las relaciones sexuales pero con protección por supuesto, sin parar a pensar si éstos han alcanzado la madurez emocional adecuada para comprender lo que implica una relación sexual emocionalmente.
Una relación sexual no es un simple juego de placer generado entre un hombre y una mujer. Una relación sexual, por su contacto y unión física con la otra persona, genera una dependencia del otro y unos profundos lazos de unión que deberían quedar reducidos al sexo o al placer del momento cómo están pretendiendo enseñar los poderes públicos. Pues, en vez pararse a analizar las consecuencias de una relación sexual, decide enseñar a lo adolescentes la importancia de iniciarse cuanto antes y para que no se compliquen la vida con un hijo empleen preservativos. Dando a entender que los bebés inesperados son los peores males de una relación sexual, sin analizar todas las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que se pueden contraer en las relaciones sexuales: clamidia, gonorrea, sífilis, virus del papiloma humano (VPH), herpes genital, tricomoniasis, piojo púbico, sarna y el VIH que produce el SIDA. Éstas son algunas de las ETS más comunes que generalmente no se transmiten por tener una relación sexual directamente, sino, por contacto cutáneo e intercambio de fluídos sexuales, etc. Pero, en vez de pensar globalmente en todas las consecuencias, y educar en esta línea Los poderes públicos recomiendan la protección para evitar los embarazos.
No importa que aumenten los contagios de SIDA, el VPH, la clamidia, la sífilis… ¡Lo importante es no quedar embarazada! Pues, una –según la señora Delgado- vida infeliz es consecuencia de tener un hijo siendo madre adolescente. Sin embargo, tener que vivir para siempre con alguna ETS –y no hablemos ya del SIDA que causa la muerte o el VPH la infertilidad- no provoca el rechazo de una futura pareja estable o el acceso a un buen trabajo profesional.
Es el momento de dejar de pensar en prevenir los embarazos adolescentes con políticas anticonceptivas que llevan más de 30 años fracasando en España y que no frenan los embarazos inesperados (según un estudio de la Clínica Dator el 49% de los abortos que realiza es consecuencia del fallo del preservativo).
Actualmente los síntomas del drama del aborto son negativos para la mujer: depresión, autolesiones, aberración hacia los bebés, pesadillas, auto-lesión, insomnio,… En cambio, el embarazo sólo hace que tengas que esforzarte un poco más para alcanzar metas familiares y profesionales. ¿Qué eliges: esforzarte más para obtener un trabajo y una pareja estable ó tener depresión, pesadillas insomnio, autolesiones, etc.?
No es el momento de echar la culpa al bebé por no obtener el éxito laboral deseado, o una pareja estable. Es el momento de ser responsable, pensar en las consecuencias de una relación sexual y razonar si estamos dispuestos a afrontar todas las consecuencias de la misma con madurez. Si crees que no estás preparado para tener un hijo, no te la juegues, espera. Un preservativo nunca garantizará una fiabilidad del 100% para no quedarte embarazada, y el aborto tampoco solucionará tu vida. Sólo con esfuerzo y responsabilidad es posible alcanzar los ideales que propone la señora Delgado, pero los anticonceptivos no solucionarán el problema como ella dice.
Es responsabilidad de todos, frenar este desorden de vida generado por las mentiras de unos y la pasividad de otros, Políticos, juristas, médicos, profesores, y sobre todo padres, tienen la responsabilidad de informarse de la realidad social en que vivimos, para poder actuar en consecuencia y con responsabilidad, porque si no dejaremos en mantillas a los genocidios anteriores de la historia, y nuestro futuro se verá abocado a la muerte no solo física sino moral. Lo más progresista que se puede defender hoy en día, es la cultura de la vida, pues a todos nos va la vida en ello.
Ante estas conclusiones cabe preguntarse ¿es la maternidad la culpable de la situación de las madres adolescentes? ¿Tienen la culpa los bebés de que su madre no haya terminado los estudios? ¿Tienen la culpa los hijos de haber superado en número los planes que tenía su madre inicialmente? ¿La culpa de todo esto la tiene el no haber utilizado anticonceptivos? A simple vista, y según el estudio y las conclusiones de la investigadora del CSIC Margarita Delgado, cabe responder afirmativamente a estas cuestiones, pero pensemos ¿la culpa es de un tercero por venir, o de dos que deberían haber pensado con madurez la situación del momento?
Actualmente, los poderes públicos están incitando a los adolescentes a iniciarse lo antes posible en las relaciones sexuales pero con protección por supuesto, sin parar a pensar si éstos han alcanzado la madurez emocional adecuada para comprender lo que implica una relación sexual emocionalmente.
Una relación sexual no es un simple juego de placer generado entre un hombre y una mujer. Una relación sexual, por su contacto y unión física con la otra persona, genera una dependencia del otro y unos profundos lazos de unión que deberían quedar reducidos al sexo o al placer del momento cómo están pretendiendo enseñar los poderes públicos. Pues, en vez pararse a analizar las consecuencias de una relación sexual, decide enseñar a lo adolescentes la importancia de iniciarse cuanto antes y para que no se compliquen la vida con un hijo empleen preservativos. Dando a entender que los bebés inesperados son los peores males de una relación sexual, sin analizar todas las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que se pueden contraer en las relaciones sexuales: clamidia, gonorrea, sífilis, virus del papiloma humano (VPH), herpes genital, tricomoniasis, piojo púbico, sarna y el VIH que produce el SIDA. Éstas son algunas de las ETS más comunes que generalmente no se transmiten por tener una relación sexual directamente, sino, por contacto cutáneo e intercambio de fluídos sexuales, etc. Pero, en vez de pensar globalmente en todas las consecuencias, y educar en esta línea Los poderes públicos recomiendan la protección para evitar los embarazos.
No importa que aumenten los contagios de SIDA, el VPH, la clamidia, la sífilis… ¡Lo importante es no quedar embarazada! Pues, una –según la señora Delgado- vida infeliz es consecuencia de tener un hijo siendo madre adolescente. Sin embargo, tener que vivir para siempre con alguna ETS –y no hablemos ya del SIDA que causa la muerte o el VPH la infertilidad- no provoca el rechazo de una futura pareja estable o el acceso a un buen trabajo profesional.
Es el momento de dejar de pensar en prevenir los embarazos adolescentes con políticas anticonceptivas que llevan más de 30 años fracasando en España y que no frenan los embarazos inesperados (según un estudio de la Clínica Dator el 49% de los abortos que realiza es consecuencia del fallo del preservativo).
Actualmente los síntomas del drama del aborto son negativos para la mujer: depresión, autolesiones, aberración hacia los bebés, pesadillas, auto-lesión, insomnio,… En cambio, el embarazo sólo hace que tengas que esforzarte un poco más para alcanzar metas familiares y profesionales. ¿Qué eliges: esforzarte más para obtener un trabajo y una pareja estable ó tener depresión, pesadillas insomnio, autolesiones, etc.?
No es el momento de echar la culpa al bebé por no obtener el éxito laboral deseado, o una pareja estable. Es el momento de ser responsable, pensar en las consecuencias de una relación sexual y razonar si estamos dispuestos a afrontar todas las consecuencias de la misma con madurez. Si crees que no estás preparado para tener un hijo, no te la juegues, espera. Un preservativo nunca garantizará una fiabilidad del 100% para no quedarte embarazada, y el aborto tampoco solucionará tu vida. Sólo con esfuerzo y responsabilidad es posible alcanzar los ideales que propone la señora Delgado, pero los anticonceptivos no solucionarán el problema como ella dice.
Es responsabilidad de todos, frenar este desorden de vida generado por las mentiras de unos y la pasividad de otros, Políticos, juristas, médicos, profesores, y sobre todo padres, tienen la responsabilidad de informarse de la realidad social en que vivimos, para poder actuar en consecuencia y con responsabilidad, porque si no dejaremos en mantillas a los genocidios anteriores de la historia, y nuestro futuro se verá abocado a la muerte no solo física sino moral. Lo más progresista que se puede defender hoy en día, es la cultura de la vida, pues a todos nos va la vida en ello.
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