Reproducción asistida gratuita para lesbianas y trans
por En cuerpo y alma
El Gobierno ha anunciado que pagará la reproducción asistida a mujeres sin pareja, lesbianas y trans.
No pretendo con estas líneas entrar en el fondo ético y moral de la cuestión, que daría para algo parecido a una tesis, pero sí en una serie de aspectos adyacentes que llaman poderosamente mi atención.
La primera es: ¿qué es una mujer sin pareja y cómo se demuestra ello? Hoy en día, la mayoría de las mujeres emparejadas en edad de ser madres no están casadas, ni por lo civil, ni mucho menos por la Iglesia, con lo cual, a ver quién demuestra que tienen pareja. Pero es que incluso casadas, ¿quién es el guapo que le dice a una mujer casada, con el poder que tiene hoy el testimonio de una mujer, que no tiene pareja si ella declara no hacer vida marital con su marido?
La segunda cuestión, incluso advertido lo que advertimos arriba, es más que obvia: ¿a qué esa nueva discriminación a las parejas estables y establecidas? Y puestos a marcar una discriminación, en una sociedad que no estuviera enferma, como sí lo está ésta, ¿no sería lo normal establecerla a favor de mujeres con pareja definida y estable en la que tanto la procreación como el mantenimiento del niño sería en principio más fácil, llevadero y “sostenible”, por usar el “palabrito” al uso que no debe faltar en ningún diálogo que se precie?
Pero lo que más me llama la atención es la tercera cuestión que paso a exponerles ahora. Más allá, como digo, de cuestiones morales y hasta de otras de coherencia o conveniencia como las que he señalado arriba, lo que más me llama la atención es que… ¡se trata de la primera medida “pro vida” que toma el gobierno español en décadas! No, ésta no es una medida contra la vida… es una medida rara, es discriminatoria, es incoherente, es ilógica, es cara… ¡pero es pro vida! (1)
Yo no sé si los señores que nos gobiernan hacia el precipicio se han percatado de este extremo sin importancia alguna, pero esta condición pro-vida de la medida, en unos tiempos en los que todas las medidas son contra la familia, la reproducción, la pervivencia del ser humano sobre la tierra, me hace augurar a la misma corta vida… Es más, ni siquiera me creo que la ley sirva para que se den muchas facilidades a los que pretendan beneficiarse de ella, y será, como tantas otras leyes, una ley pantalla, una ley de exhibición, una ley florero, voluntariosa y voluntarista, pero sin auténtico contenido ni dotación…
Se trata, como tantas veces ya, de dar una nueva dosis de visibilidad y predominio a todos aquellos colectivos que representan un menoscabo de la familia tradicional, la que desde el principio de los tiempos sirvió para la reproducción del ser humano y su dominio de la tierra, dos conceptos tan denostados hoy día… pero poco más.
La ley, a lo sumo, tendrá una breve vigencia, hasta que se considere obtenido el objetivo de seguir dando ventajas y visibilidad a los colectivos elegidos por el nuevo orden mundial como aquéllos a promocionar, los colectivos guay, de los que, como de todos los demás, se esperará en un próximo futuro un comportamiento responsable respecto de la pachamama, consistente en colaborar a desembarazarle de esa especie dañina y nociva que es para ella el ser humano, convertido en “plaga”, según la denominó en su día, sin ningún rubor ni cortapisa, nada menos que el Príncipe de Edimburgo, iniciado en la Navy Lodge 1612 (Logia “Naval” nº 2612) de la Gran Logia Unida de Inglaterra (UGLE), y miembro de varias otras logias.
Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.
(1) Me dirán algunos, o muchos, que las leyes de reproducción asistida no pueden ser pro vida porque implican la destrucción de embriones, etc., etc. etc. Como digo, no es mi intención entrar en cuestiones de tipo bioético, y lo que quiero decir al afirmar que se trata de una ley pro vida es que atiende a la multiplicación del ser humano sobre la tierra.
©L.A.
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