De los tres jueves del año y una ministra a la que España le cae gorda

03 junio 2010 00:00

Tres jueves hay en el año que relumbran más que el sol, Corpus Christi, Jueves Santo, y el día de la Ascensión. Sí, pero eso era antes.

Y la pregunta es: ¿por qué la Iglesia ha trasladado el Corpus Christi al domingo, privando a este hermoso jueves que ha amanecido hoy de relumbrar con más fulgor que el astro rey? El colmo de la paradoja es que la Comunidad de Madrid, al no haber tenido ocasión de regalar a los madrileños con un festivo extra en el día de la comunidad que este año cayó en sábado, haya decidido trasladar ese festivo “viudo” a tal día como aquél en el que habría correspondido celebrar el Corpus, y que lo haga el mismo año en que la Iglesia no está porque se ha ido. ¿Hay quien dé más?

Pues bien, hay, ya lo creo que hay: añadan Vds a ello el esperpento nuestro de cada día, gentileza en esta ocasión de nuestra ministra de defensa, -aquélla a la que para nombrarla hubo que explicarle la diferencia entre un sargento y un general-, a saber, que el ejército no puede rendir honores ni al Santísimo ni a nada que huela a Dios, a Cristo o a la madre que le parió, y el disparate está servido con la mejor de las guarniciones.

Parece que al final, la insigne y “dadivosa” Sra. Chacón ha tenido a bien otorgar un permiso especial, extraordinario e irrepetible a los cadetes toledanos para que cumplan con la hermosa tradición española de rendir honores al Santísimo, que en una de las manifestaciones culturales más genuinas de España y de Europa, procesionará mañana por Toledo en la más rica y hermosa custodia que existe en el mundo entero, obra del gran artista Enrique de Arfe y realizada, según quiere la tradición, con el primer oro americano.

Y la pregunta ahora es: ¿pero quién se cree esta señora para hacerse la generosa por no prohibir lo que no tiene ningún derecho a prohibir? A la Sra. Chacón, como en realidad a todos sus compañeros de gobierno empezando por el incapaz que los ha elegido a todos, se diría que España le cae gorda, que no la soporta, y que no hay tradición de norte a sur de nuestra hermosa geografía, ni evento de principio a fin de nuestra fecunda historia, que le ponga.

Afortunadamente a este partido que nos gobierna y del que forma parte la Sra. Chacón, único en toda Europa en su antipatriotismo –porque no se vayan Vds. a creer que la izquierda francesa, británica o alemana detestan su país y sus tradiciones en el modo en que la nuestra lo hace- le queda poco ya. Es de esperar que cuando se produzca el urgente e imprescindible recambio que asoma en lontananza, las cosas vuelvan a su ser, y este país vuelva a mirarse en el espejo con cariño, y no, como lo hace ahora obligado por su extraño gobierno, con parecida devoción a la que de sí mismo tiene el más terminal de los anoréxicos.