De la innata capacidad de Zapatero para estar donde no le llaman
por Luis Antequera
Entre las muchas virtudes que atesora esa compleja personalidad llena de sorpresas que es la de nuestro presidente de Gobierno, hállase también la capacidad innata en él para estar donde no pinta nada y faltar a donde sus altas obligaciones, de las que mucho me temo sigue sin ser consciente, le llaman. Ya dio buena muestra de ello cuando la ETA se cobró la vida de aquellos dos pobres ecuatorianos y el Sr. Zapatero no se dignó adelantar en un solo minuto sus vacaciones en Doñana para acudir a sus exequias. Volvió a darlas cuando hace unas semanas se cruzó el océano para ir a pronunciar algo parecido a una oración –o mejor dicho, algo que algunos decían que era una oración- mientras daba la espantá en un funeral en el que su presencia era inexcusable y su oración imprescindible, que tal era el del soldado español muerto en Afganistán como consecuencia de un atentado, en una guerra tan cruel como lo que es peor, silenciada a sus compatriotas a causa de ruines e inconfesables motivos políticos de quienes los gobiernan.
Este fin de semana hemos tenido ocasión de disfrutar de nuevo, -una vez más desubicadas-, de las sonrisas y carantoñas de nuestro presidente, las que dedicaba a la gente del cine con la que tan endeudado está. Pero nadie sabe donde se hallaba el sábado, cuando lo menos que se habría esperado del presidente de un país en el que el terrorismo ha superado ampliamente la cifra de las mil víctimas mortales, es que hubiera hecho acto de presencia en el encuentro que éstas hacen una vez al año. Un encuentro al que el Sr. Zapatero, por cierto, falta ya por sexta vez. Parafraseando a su ministro de Fomento, bien habría hecho en haber dedicado su tiempo a mirar a los ojos de esas víctimas a las que ignora y menosprecia, en lugar de, añado yo, haber perdido tanto en intentar encontrar los de sus asesinos.
Zapatero vuelve a hacer mutis por el foro, dejando patente con su conducta no sólo la frialdad y hasta lo miserable de su carácter, sino que después de cinco años de ocupar el Palacio de la Moncloa, y al igual que le ocurre con tantas cosas que ya debería haber aprendido, sigue sin conocer lo que se espera de quien, aunque sólo sea por una malévola constelación de estrellas, es su inquilino.
ULTIMA HORA: Como si hubiera leído nuestro artículo y se propusiera proporcionarnos nuevos argumentos, después de no acudir al congreso de las víctimas del terrorismo, aquéllos a los que les fue aplicada una condena de muerte sin ni siquiera ser juzgados, anuncia ahora La Moncloa que el presidente sí estará el próximo día 24 de febrero en el IV Congreso contra la pena de muerte a celebrar en Ginebra. ¡¡¡Este es nuestro presidente!!! ¡¡¡Diga Vd. que sí, Sr. Zapatero!!!
Zapatero vuelve a hacer mutis por el foro, dejando patente con su conducta no sólo la frialdad y hasta lo miserable de su carácter, sino que después de cinco años de ocupar el Palacio de la Moncloa, y al igual que le ocurre con tantas cosas que ya debería haber aprendido, sigue sin conocer lo que se espera de quien, aunque sólo sea por una malévola constelación de estrellas, es su inquilino.
ULTIMA HORA: Como si hubiera leído nuestro artículo y se propusiera proporcionarnos nuevos argumentos, después de no acudir al congreso de las víctimas del terrorismo, aquéllos a los que les fue aplicada una condena de muerte sin ni siquiera ser juzgados, anuncia ahora La Moncloa que el presidente sí estará el próximo día 24 de febrero en el IV Congreso contra la pena de muerte a celebrar en Ginebra. ¡¡¡Este es nuestro presidente!!! ¡¡¡Diga Vd. que sí, Sr. Zapatero!!!
Comentarios