¿Qué es lo que realmente quieren los palestinos?

“Sólo habrá paz si los palestinos, que piden a los israelíes que reconozcan Palestina como Estado-nación de su gente, reconocen a Israel como Estado-nación del pueblo judío” ha declarado Biniamín Netanyahu, primer ministro de Israel. [1]

Los árabes nunca quisieron reconocer la independencia de Israel, rechazaron con fuego y sangre la creación del estado de Israel, ya antes que se pudiera forjar el estado hebreo  en Tierra  Santa, la cuna del pueblo judío y del judaísmo, y donde siempre e ininterrumpidamente habían vivdo judíos, la mayor parte del tiempo bajo ocupación.

El proyecto árabe/palestino, con Abu Mazen como presidente de la Autoridad Palestina, rechaza las llamadas para el reconocimiento de Israel como un Estado judío, pero quiere crear su estado y que este sea reconocido como palestino; y Hamás que gobierna en Gaza pide explícitamente la destrucción de Israel y el aniquilamiento de los judíos.[2]

A pesar de que nunca en la historia ha existido una nación palestina, siendo los  palestinos árabes jordanos, sirios o egipcios que viven en Tierra Santa, y que hasta hace bien poco ellos mismos se han auto-considerado árabes  pertenecientes a la provincia sureña de la Gran Siria, y que los gazenses hasta la Guerra de los Seis Días –del 5 al 10 de junio de 1967- bajo ocupación egipcia y los árabes que viven en Samaria y Judea [Cisjordania] bajo ocupación jordana nunca se habían identificado con el nombre de palestinos ni  habían reclamado independencia alguna respecto a Egipto y Jordania, respectivamente, y que en el Corán no está escrito para nada el nombre de Jerusalem [mientras que en la Torá –Antiguo Testamento- está escrito más de 700 veces], Israel ha estado dispuesto a ceder parte de su territorio a los árabes “palestinos” en aras de la paz, mientras que los árabe-“palestinos” no han reconocido Israel, han guerreado contra Israel, y  muchos “palestinos” salieron de Tierra Santa por indicación de las fuerzas árabes de los países circundantes que les solicitaron que abandonaran temporalmente el territorio para poder eliminar más eficazmente a los judíos y echarlos al mar, como han repetido hasta la saciedad los dirigentes palestinos. Estos palestinos han quedado recluidos en campos de refugiados en tierras árabes, y sus propios hermanos y correligionarios no les han permitido integrarse en sus países para mantener la llama y la carne de cañón contra Israel.

Hoy, Hamás mantiene el mismo discurso, y Abu Mazen lo ha “moderado”, pero sólo cuando habla en inglés, no así en árabe, y sus seguidores continúan intentando atentar contra Israel, lanzando islamikazes y exaltando el terrorismo contra Israel y los judíos.

Si realmente los “palestinos” quisieran un estado-nación propio, aceptarían la paz, no exaltarían el terrorismo ni educarían a sus niños en el odio a la alteridad y  reconocerían a Israel como estado-nación de los judíos.

Pero sinceramente no lo quieren y es porque realmente no son una  nación, y lo único que buscan es la destrucción de Israel, como Hamás que lo repite explícita y repetitivamente hasta la saciedad.

El totalitarismo islámico se niega a aceptar a Israel, igual que el totalitarismo nazi.

Una circular del Ministerio alemán de Relaciones Exteriores del 22 de junio de 1937 decía:

“No obstante, sería un error suponer que Alemania apoya la formación de una estructura estatal en Palestina bajo cualquier forma de control judío. Teniendo en cuenta la agitación antialemana del judaísmo internacional, Alemania no puede aprobar la idea de que la formación de un Estado judío en Palestina ayudaría al desarrollo pacífico de las naciones del mundo”

Un memorando interno de la sección de Asuntos Judíos de las SS retoma y confirma:

“La proclamación de un Estado judío o una Palestina administrada por los judíos crearía para Alemania un nuevo enemigo que tendría profunda influencia sobre los desarrollos políticos en el Cercano Oriente. Un Estado judío trabajaría para ofrecer una protección especial a las minorías judías en todos los países, dando por consiguiente una protección legal a la actividad parásita del judaísmo mundial. Un estado de ese tipo no podría absorber a todos los judíos, pero serviría de base al judaísmo internacional, como Moscú sirve de base al comunismo internacional.”

Todo quedaba  explícito para los alemanes y para las cancillerías francesa, británica y norteamericana: la expulsión de los judíos de Alemania nazi, sólo quedaba como única solución: la eliminación de los judíos.

El islamismo, quiere extender su verde manto sobre toda la tierra, considera a los judíos como sus enemigos a batir en la primera línea del frente, y a los cristianos como los que caerán posteriormente.

Hamás, el régimen del los mulás de Irán con Ahmadineyad y Ali Jamenei a la cabeza, Al Qaeda y todos los islamistas quieren destruir Israel porque la propia existencia del estado hebreo es visto como un retroceso en esa Yihad por la cual están dispuestos a morir y matar.

Si Israel hubiera existido durante el nazismo, Hitler y el nazismo hubieran sido neutralizados y no habrían muerto los más de 60 millones de seres humanos que el régimen nazi causó en su cruel, sanguinaria y demencial locura totalitaria.

Para frenar la locura yihadista de los Ahmadineyad de turno, conviene a los mismos europeos apoyar fuertemente a Israel, para evitar otra mortandad, aún mayor que la de los años 30-40 del siglo pasado.

 Notas

[1]

http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Proceso_de_Paz/24346/

[2]                                                                                                                      http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/23199/?utm_source=Noticias+diarias+Domingo&utm_medium=02-08-2009%202da%20edic

Carta Fundacional de Hamás

http://www.memri.de/uebersetzungen_analysen/2006_01_JFM/hamas_charta_17_02_06.html

http://martinito.blogspot.com/2006/01/la-carta-fundacional-de-hams.html