De la creación de la Archidiócesis de Madrid

 
            La diócesis de Madrid nace gracias a la bula “Romani Pontifices Praedecessores” el 29 de mayo de 1885 firmada por el Papa León XIII, que crea la Diócesis de Madrid-Alcalá, designándose para la inauguración el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, patrono de España. Es entonces diócesis sufragánea de la Archidiócesis de Toledo. Un condición ésta de sufragánea, con la que termina Pablo VI mediante la bula “Romanorum Pontificum semper” de 25 de marzo de 1964, firmada por Pablo VI.
 
            La Iglesia que hará las veces de catedral (pinche aquí para conocer el origen de las catedrales) será fue la Real Colegiata de San Isidro de Madrid, especificando la bula pontificia que “cuando con el favor de Dios llegue a su término la edificación del templo de Santa María de La Almudena, se constituirá en él perpetuamente a Silla episcopal como en Iglesia catedral de la Diócesis”. En 1883, el Rey Alfonso XII y su segunda esposa, la Reina María Cristina, presidieron el acto de bendición de la primera piedra del templo catedralicio (pinche aquí para conocer algo mejor la que hoy es la catedral de Madrid).
 
            Muy poco después, ni siquiera un año, el 20 de abril de 1886, el primer obispo de Madrid-Alcalá, D. Narciso Martínez-Vallejo Izquierdo, con calle en el distrito de Salamanca de Madrid, es asesinado en la puerta de la catedral. Su sucesor es D. Ciriaco María Sancha y Hervás, fundador de la Congregación de las Religiosas de la Caridad y promovido después a la Sede Primada de Toledo, y distinguido como siervo de Dios por decreto del Papa Benedicto XVI.
 
            Gracias por último a los esfuerzos en ese sentido del Cardenal-Arzobispo de Madrid, D. Ángel Suquía Goicoechea, mediante la bula “In hac beati Petri cathedra”, Juan Pablo II restaura la antigua diócesis de Complutum (Alcalá) el 23 de julio de 1991, separándola de la de Madrid.
 
            Y sin más por hoy queridos amigos, aquí les dejo de momento, porque mañana por aquí andaremos de nuevo. No sin desearles como siempre, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Hasta mañana.
 
 
            ^©L.A.
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