Hoy el reto del amor es poner tus dones, aunque sean pequeños, en las manos de Cristo
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2025
8 de enero
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EN EQUIPO
Uno de los últimos días de fiesta de Navidad, estaba cruzando el claustro a toda prisa cuando me encontré con Joane.
-¿Te toca cocinar? -me preguntó.
-¡Sí, voy derrapando, no sé si llego a todo!
-Iría a ayudarte encantada -me respondió- pero tengo que ir a preparar la iglesia para la Eucaristía…
¡Cómo me impresionó aquella breve conversación! De pronto caí en la cuenta de tantas y tantas cosas que me he ido encontrando preparadas a lo largo de estas Navidades. Yo podía cocinar, pero, al llegar a Misa, el sacerdote tenía los libros abiertos, el cáliz limpio, las formas colocadas… A mediodía íbamos a la sala, y allí estaba la mesa, no solo preparada, sino bellamente adornada…
Así me hice consciente de que no todas hemos estado en todo, cada una hemos tenido nuestra misión, nuestro papel. A veces más escondido, a veces más llamativo, pero la entrega de cada una es lo que ha hecho posible que la comunidad al completo pudiera disfrutar.
En efecto, por poco que sea, ¡todos tenemos algo que aportar! Y, si ponemos en manos de Cristo nuestro “poco”, ¡es posible el milagro!
También los apóstoles tuvieron sus dudas al respecto. Frente a la multitud hambrienta, comentan: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?” (Jn 6, 9).
¿Qué es eso para tantos? ¿Qué son mis posibilidades para tantas necesidades?
Pero Jesús, simplemente, toma los panes y los peces, ¡y llenaron 12 cestos de sobras! Del mismo modo, puedes sentir que no llegas a todo, que no puedes ofrecer demasiado… pero, eso poco que tienes, ¡puedes entregárselo! Y Él se encarga del milagro…
Hoy el reto del amor es poner tus dones, aunque sean pequeños, en las manos de Cristo. Quizá tu sonrisa no pueda resolver los grandes problemas mundiales, pero puede cambiar el día a quien vive a tu lado. Un pequeño mensaje, tu amor, tu presencia, pueden llenar de luz la oscuridad de un corazón… ¡y hacerle rebosar de alegría!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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