Secularismo Católico
Nos hemos contagiado tanto del secularismo que, en cuanto alguien nos propone o nos compara con las cosas más normales, nos parece hasta raro.
Entiendo perfectamente que José Alberto Barrera en su visita a
No necesitamos trasplantar nada, simplemente recuperar nuestras raíces con humildad y coraje. Somos nosotros los que hemos olvidado expresiones sencillas que durante siglos han formado parte de nuestro ser católico: “Si Dios quiere, Dios mediante, con la ayuda de Dios, etc. etc.
Queremos combatir el secularismo con más secularismo. Como el gordo que desea bajar kilos comiendo más.
Desde la vida pastoral, una anécdotas que pueden ilustrar este secularismo tonto en que hemos caído y que se mantiene como progresismo del malo.
En mi actividad de Capellán Universitario, con cierta frecuencia he llamado por teléfono a más de uno por distintos motivos. Al sonar el teléfono, alguno de los pequeños de la casa, salía disparado para levantar el aparato. Mi saludo era: Buenas noches o buenos días nos dé Dios. Se quedaba sin palabra. Alguien desde la sala de estar le preguntaba: ¿Quién llama? Respuesta del niño: Buenas noches nos dé Dios. No tiene ni idea de lo que está escuchando. Ese lenguaje sencillo cristiano ha desaparecido de nuestra vida ordinaria.
En cambio, cuando levantaba el teléfono la persona que buscaba, la respuesta a mi saludo era: “Buenas noches o días, P. Julio”. “¿Cómo has notado que era yo?”. Porque nadie saluda más que usted de esa manera.
Ante los niños pequeños o en carrito que visitan nuestras Parroquias o Despachos parroquiales, podemos hacer muchas cosas los Sacerdotes. Una preciosa es bendecirlos. Desde hace años, bendigo a los niños que se acercan a
He comenzado otra práctica: “Bendecir a las madres que están esperando un hijo”.
Como Sacerdote llevo Cléryman. Pero llevo algo muchísimo mejor: “El don de bendecir”. Sería una pena que se me quedara sin estrenar.