Sin desdecir el blog anterior: Benedicto XVI no está caducado
Consternado, agradecido y maravillado por el ejemplo de Benedicto XVI, así me he quedado como tantos al desayunarme con la noticia de la renuncia de nuestro querido Papa.
De pronto me he acordado de mi último artículo sobre la fecha de caducidad de los líderes cristianos y mi primera reacción ha sido pensar en quitarlo, no se fueran a pensar que estaba jubilando a Benedicto XVI al hilo de la noticia que acaba de saltar. Pero no era así, hace una semana me inquietaba pensar que en la Iglesia tantas veces los que somos líderes hacemos de tapón, y bien me cuidaba de señalar que la cosa no era en absoluto una referencia al papa actual. Ahora entiendo la bella paradoja de lo sucedido. Alguien que sabe marcharse en interés de la nave confiado en que el proyecto de la Iglesia es de Dios y lo guía con su providencia, nos demuestra que está más preparado que nadie para quedarse en su puesto. Benedicto XVI no está caduco, sino que vive en la cresta de la ola, y por eso mismo pasa el testigo al siguiente que venga, en un acto de humildad y actualidad lleno de sentido común y buen gobierno. Hoy nos sentimos todos un poco huérfanos y muy pequeños ante la enorme talla humana y espiritual de un papa que quisiéramos que dure para siempre. Actualizado 6 febrero 2013 ¿Cuál es tu fecha de caducidad como líder cristiano? |
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