¿Iglesia de abuelos?

La Iglesia quiere estar al lado de los jóvenes siendo amiga, compañera, hogar, familia. Porque una madre es todo eso y más.

¿Hemos dado la importancia merecida al Sínodo de los Obispos celebrado en Roma del 3 al 28 de octubre, dedicado a los jóvenes?

Algunos datos que pueden ayudar: se tuvo una reunión preparatoria con 300 jóvenes. En el Sínodo, participaron 267 obispos y sacerdotes más 49 expertos, de los cuales 34 fueron jóvenes de diferentes países. La intervención de los padres sinodales no se dio a conocer a los medios para respetar la libertad de las participaciones. Como resultado final de las reuniones y acuerdos, se presentó un documento de 167 puntos y cada uno de estos puntos superó los dos tercios necesarios de votos, es decir 166.

Cinco temas sobresalen en las conclusiones y se deberían analizar en parroquias, grupos y movimientos:

1.- Vocación: tema medular durante el sínodo. “La palabra del Señor exige tiempo para ser comprendida e interpretada”. Ayudar a los jóvenes en su discernimiento personal ha de ser prioridad en las pastorales juveniles.

2.- Sexualidad: los jóvenes participantes quisieron resaltar su importancia. El texto final dice así: “La Iglesia trabaja para transmitir la belleza de la visión cristiana de la corporeidad y de la sexualidad. Se reafirma la importancia de acompañar a los jóvenes homosexuales recordando que Dios ama a cada persona y está en contra de toda discriminación y violencia por motivos sexuales”.

3.- Mujer: los jóvenes pidieron que se valore a la mujer. La Iglesia agradece a tantas mujeres que desempeñan un papel insustituible en la comunidad cristiana. “Se trata de un deber la presencia femenina en los órganos eclesiales a todos los niveles, también en funciones de responsabilidad, con respeto al papel del ministerio del orden sacerdotal”.

4.- Migrantes: preocupación del Papa. La respuesta de la Iglesia y del Evangelio es la de no cerrar las fronteras al migrante, nunca tratarlo como delincuente y tratar de abrirle caminos haciaun futuro mejor.

5.- Abusos: nada más desgarrador... Los obispos sinodales reiteraron el compromiso para la aplicación de medidas rigurosas de prevención.

Sinceras las palabras del Cardenal José Luis Lacunza, sinodal, primer Cardenal en la historia de Panamá, país sede de la JMJ en enero 2019:

“¿Cuántos jóvenes participan en la vida de la Iglesia…? Parece que no les decimos mucho hoy y esta cruda realidad exige una nueva conducta de pararse no en frente sino al lado de los jóvenes. Debemos ser capaces de salir de este Sínodo con la conciencia clara de que hacemos algo por dar espacio y calidad a los jóvenes o la Iglesia en los próximo veinte años puede ser una iglesia de abuelos”.