El milagro de Radio María visto desde dentro
Ahora que acaba el día en el que hemos celebrado el 25 aniversario de la fundación de Radio María en Italia, no puedo dejar de hablar de lo que ha supuesto y está suponiendo la que ya es por derecho propio la radio católica número uno de España.
Empecé a colaborar en Radio María por invitación del entonces director el P. Julio Sáinz Torres C.M.F., un sacerdote de los pies a la cabeza enamorado de María, el cual tuvo la inmensa virtud de invitar a participar en la radio a todo tipo de gente de Iglesia, haciendo de ella un espacio de encuentro de las diferentes realidades que encarnan la misma.
Al P. Julio le sucedió el genial e incansable P. Esteban Munilla, el cual ha sido desde entonces el director y aglutinante de una obra que por fuerza había de ser colectiva, pues en ella todos los que la integran ponen su granito de arena, desde la anciana oyente que da su óbolo, hasta el conductor más profesional del programa en la hora de mayor audiencia.
Casi cuando comenzaba este blog me desvinculé con pena de la emisora por falta de tiempo y del programa que tan maravillosamente dirige ahora Almudena Delgado y equipo en la madrugada del viernes al sábado, Hay Mucha Gente Buena, el cual se forjó en el confesionario del P. Julio hace muchos años cuando me preguntó si conocía a alguien que pudiera hacer un programa basado en los libros del mismo título del P. Jose Julio Martínez S.J.
El caso es que la semana pasada tuve la dicha de volver a la radio invitado a una entrevista en un programa, y además del gozo de encontrar a viejos amigos y al extraordinario puñado de asistentes que han hecho posible ellos solos lo que en la radio comercial requiere de cientos de personas, pude constatar cómo había crecido una emisora que comenzó en los sótanos de una parroquia de la madrileña Colonia Jardín.
Una radio no comercial, sostenida por voluntarios y las aportaciones de los propios oyentes y donantes, que mantiene una programación 24 horas al día con un número de técnicos y asistentes que se pueden contar con los dedos de las manos, es ya en sí todo un milagro.
Pero para mí el milagro es otro aún mayor, es el espíritu que reina en esta obra donde el director de la emisora se esconde en un sagrario que emite las 24 horas, y los colaboradores de la misma de ella lo son por amor a la Iglesia y se sienten llamados a una obra de evangelización y de unidad del cuerpo de Cristo.
Y Dios bendice todo esto, apoyándolo, prosperándolo y sosteniéndolo económicamente, multiplicando emisoras y micrófonos como quien multiplica panes y peces, haciendo algo que humanamente es impensable: dependiendo de la providencia divina.
Sonará a misticismo, pero detrás de todo hay muchas horas de trabajo, desvelos y entrega....pero con una sana y santa despreocupación, pues como me decía el P. Munilla el otro día, si esto es de Dios saldrá adelante y si no es, pues no nos interesa, mejor cerrarlo que de lo que se trata es de hacer su voluntad.
Y así es Radio María, una radio donde escuchas voces de amigos, compañeros, sacerdotes, comunidades; un lugar donde reconocernos como Iglesia, que nos ayuda a rezar, a formarnos y a aprender a amar.
De alguna manera se ha convertido en el archivo vivo de lo que somos y hacemos como Iglesia, y ojalá que Dios siga haciéndola crecer para seguir acompañándonos a lo largo de los años.
Algunos, los más puristas, dirán que si tal o cual cosa es mejorable - no olvidemos que es una radio amateur- y es cierto. Pero dudo que nadie pudiera construir tanto entre tan pocos partiendo de casi nada...apenas unos cuantos laicos apoyados por un obispo y una parroquia que les ceden un espacio.
¿El milagro de Radio María?
La comunión con la Iglesia, con su oración, con sus gentes, con el pueblo que se siente reflejado y a gusto con ella...y ese santo desparpajo de hacer de todo entre todos con una fe que mueve montañas.
Felicidades Radio María en tu 25 cumpleaños....