Viernes, 15 de noviembre de 2024

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¿Por qué ha de existir un estado palestino? Por Eduard Yitzhak [2]

por Wiederholen

 ¿Por qué ha de existir un estado palestino? Por Eduard Yitzhak [2]

 (Continuación)

 

Tampoco es por una pretendida ansía por el derecho de autodeterminación del colectivo árabe-palestino, que no es ni nación ni pueblo

 

El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad. Si no hay pueblo, ni nación, no se puede aplicar el derecho a la autodeterminación.

A partir de 1960, la definición de los pueblos coloniales como sujetos de la libre determinación supuso un impulso esencial para la descolonización y colaboró en una auténtica universalización de la sociedad internacional.

 

La resolución de la Organización para la Unidad Africana (OUA) sobre conflictos fronterizos, de 1964, declara que las fronteras de los Estados árabes tal y como se definieron en su independencia son "una realidad inmutable". Con posterioridad, ante la separación de Biafra respecto de Nigeria en 1967, la OUA expresó "su condena respecto a la secesión en los Estados miembros".

 

Los países árabes ignoran la petición de sus hermanos saharauis para que les apoyen frente al invasor y colonizador Marruecos para que reconozca el derecho de autodeterminación. Marruecos apoya cínicamente la pretendida autodeterminación de los “palestinos” a la vez que oprime a los saharauis.

 

La Autoridad Palestina con Yasser Arafat al frente apoyó la invasión y anexión iraquí de Kuwait en 1990, y su líder Abu Mazen considera que no hay más ocupación que la israelí, por lo que la ocupación de tierras árabes y turcas por Irán y Turquía no son ocupaciones, ni el Tibet, ni Gibraltar, para la dirigencia árabe-palestina.

Ningún independentista apoyaría la ocupación, invasión y anexión de un país por otro, a no ser que en realidad no sea aquello que dice y pretende ser, independentista, como es el caso de los árabe-palestinos, que no son independentistas, sino que es son antiisraelíes, el antisemitismo en versión moderna.[i]

¡Se imaginan un independentista catalán o vasco que se alegrara en el hipotético caso que  Alemania ocupase y anexionase Dinamarca! La dirigencia árabe-palestina, con Yasser Arafat al frente, apoyó la anexión de Kuwait llevada a cabo por Saddam Hussein. Las discrepancias de algunos dirigentes árabe-palestinos se centraron en las posibles repercusiones y pérdida de apoyo de los países del Golfo, que en la década de los 90, estos habían proporcionado diez mil millones de dólares a la Autoridad Palestina, y no por solidaridad por la libertad de Kuwait.[ii]

 

Judea-Samaria y Gaza no tienen equivalencia con el colonialismo europeo

La autodeterminación se ha dado en las colonias frente a la metrópoli, como el caso de los países americanos y africanos frente a España, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Italia, Bélgica ¿pero que metrópoli judía, y cuándo, ha existido en Europa?

Los judíos llegaron a Europa al ser deportados como esclavos por los romanos, y no se fueron voluntariamente a Viejo Continente para hacer turismo, ni emigraron por motivos económicos, como los musulmanes actualmente, o anteriormente los europeos a sus colonias. Cuando los europeos se expandieron por sus colonias, partieron de sus metrópolis, pero cuando gran parte del remanente judío europeo fue a Israel, no partía de ninguna metrópoli europea. No ha existido una metrópoli judía europea. Los judíos que fueron a Israel no fueron enviados por ningún país judío europeo, por la simple razón de que nunca ha existido un estado judío en Europa.

El pueblo judío nunca aspiró a judaizar a los europeos, sino que sufrió conversiones forzadas, pogromos, Inquisición, aniquilaciones, y el horrendo Holocausto.

El odio contra Israel es de base religiosa

Los profetas de Israel profetizaron múltiples veces que el pueblo judío volvería a Israel, al Israel completo, a la tierra que el Dios de la Biblia prometió para el pueblo judío. La lectura que los islamistas hacen del Corán es que todo el orbe, todos los países de la tierra serás islamizados.

El profeta Yoel 4:1-2: Por cuanto he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando hiciere retornar a los cautivos de Judá y Jerusalem, reuniré a todas las naciones y las traeré al valle de Yehoshafat, y las he de juzgar allí, por Mi pueblo y por Mí herencia Israel, a quien esparcieron entre las naciones, y dividieron Mi tierra.

El cristianismo acepta las escrituras del Tanaj [Antiguo Testamento] y cree en la veracidad de las profecías bíblicas. Israel es una señal para las naciones, ya que es usado en el reloj profético de Dios. Los profetas afirman que la restauración de Israel está relacionada con el comienzo del reino del Mesías y con el juicio de las naciones, ya que a través de Israel, Dios juzgará a las naciones. La unión de Israel es el indicador temporal para el juicio de las naciones. ¿Cuándo?, cuando Israel sea restaurado, Dios también reunirá a las naciones para juzgarlas. [iii]

Para los islamistas el conflicto árabe-israelí es una guerra religiosa, como explica en un artículo del 5 de marzo de 2010 Hamed Aghbariya, editor del diario árabe-israelí Sawt Al-Haqq Wal-Hurriya, afiliado al Movimiento Islámico, en el que afirma que el conflicto árabe-israelí es en su esencia una lucha religiosa [iv]: "Es como si estuvieran diciendo que todo lo que ha sucedido desde la caída del Califato islámico y la dada a conocer Declaración Balfour no constituyen una guerra religiosa. Como si la guerra de 1948 contra toda la nación musulmana no fue una guerra religiosa y la ocupación en 1967 de los territorios y la profanación de la Mezquita Al-Aqsa no es parte de una guerra religiosa, y todas las otras guerras y planes de judaización no fueron parte de una guerra religiosa. Como si la guerra contra Gaza no fue una guerra religiosa, y lo que está sucediendo hoy día en Al-Aqsa y Jerusalén no está vinculado a una guerra religiosa. Como si el judaísmo a nivel mundial y sus dirigentes no han declarado una guerra religiosa desde el primer momento en el Congreso de Basilea, cuando anunciaron que el objetivo de su empresa era realizar el sueño de regresar a la tierra de sus antepasados... “ .

El islamismo afirma que el judaísmo y el cristianismo son falsos. La Torá como el Nuevo Testamento cristiano creen que el Mesías vendrá, para los cristianos volverá, y con él habrá el Tercer Templo. Los dos edificios musulmanes impiden ese cometido. El Corán predice que toda la humanidad será islamizada. La Torá y el Nuevo Testamento contradicen el Corán, y viceversa. El Domo de la Roca y la Mezquita del Al-Aksa “confirman” a los ojos de los musulmanes que sólo es verdadero el Corán. De ahí procede el gran pavor y temor de los islamistas a la independencia del pueblo judío en su propio hogar, la Tierra de Israel, y la obsesión enfermiza de aquellos, como los mulás de Irán, en destruir Israel, para evitar que pueda ser levantado el Tercer Templo. [v]

El reconocimiento de Israel como estado judío implicaría abandonar la concepción por la cual un estado considerado “hereje” por los islamistas no tiene lugar ni derecho a la existencia en Dar al-Islam, la Casa del Islam. Todo otro reconocimiento que no contemple a Israel como estado judío es una forma de ganar tiempo hasta que haya mayoría demográfica árabe-palestina, al estilo conocido de los pactos de Muhamad en el Jaibar.

Los musulmanes consideran que el conflicto tiene más de 1.431 años de antigüedad, y que comenzó “cuando el profeta Muhammad comenzó a predicar la palabra de Alá”.

El reconocimiento de Israel implicaría en la visión islamista que la “herejía” pueda coexistir con el Islam. [vi]

El Islam –basándose en el Corán- considera que todo el orbe será musulmán. El Judaísmo y el Cristianismo creen que “De Sión vendrá el Libertador”

En la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II de 1965:la Iglesia Católica reconoce que los comienzos de su fe y de su elección se encuentran ya en los Patriarcas, en Moisés y los Profetas, conforme al misterio salvífico de Dios. Reconoce que todos los cristianos, hijos de Abraham según la fe, están incluidos en la vocación del mismo Patriarca y que la salvación de la Iglesia está místicamente prefigurada en la salida del Pueblo Elegido de la tierra de esclavitud. Por lo cual, la Iglesia no puede olvidar que ha recibido la Revelación del Antiguo Testamento por medio de aquel Pueblo, con quien Dios, por su inefable misericordia se dignó establecer la Antigua Alianza, ni puede olvidar que se nutre de la raíz del buen olivo en que se han injertado las ramas del olivo silvestre que son los gentiles. Cree, pues, la Iglesia que Cristo, nuestra paz, reconcilió por la cruz a judíos y gentiles y que de ambos hizo una sola cosa en sí mismo".

El apóstol Pablo en su epístola a los Romanos, capítulo 11, dice en los versículos: 1. Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo (Israel)? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. 2. No ha desechado Dios a Su Pueblo [Israel], al cual desde antes conoció. 11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 26. Y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.

Pablo reproduce el texto del profeta Isaías 59:20-21: Entonces el Redentor vendrá a Sión. Y a los de Jacob que se arrepientan de la transgresión, el Eterno les dice: "En cuanto a mí, éste será mi Pacto con ellos: ’Mi Espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes, desde ahora y para siempre’ ", ha dicho el Eterno.

La guerra del Islamismo contra Israel es el Yihad para que el Islam venza a la Torá, y la Biblia. Es una guerra ideológica, en la que los islamistas creen con absoluta fe en la supremacía del Islam sobre el resto de ideologías.

Para los devotos musulmanes el Islam emana de Alá, y el resto de ideologías y religiones son creadas y elaboradas por los hombres, y es un deber religioso musulmán extirpar de raíz toda ideología que no sea el Islam.

El jefe del movimiento islamofascista Hisbulá, Hassan Nasralá ha declarado que “mientras Israel exista, la paz nunca existirá en la región”. [vii]

Los islamistas “necesitan” imperiosa y categóricamente vencer y destruir a Israel, reislamizar Jerusalem e Israel como condición sine qua non e imprescindible para poder “demostrar” la validez del Corán y su supremacía sobre la Biblia. Si el Islam vence a Israel, la Biblia se basa en falsedades, automática y consecuentemente los cristianos serán derrotados seguida y rápidamente, ya que se sustentan en errores y mentiras. Entonces el Islam vencerá y dominará el mundo, como aseguró Muhammad a sus seguidores, según recopilan los hadices, y el Yihad vencerá fácilmente en todo el orbe. El Islam podrá imponerse absoluta y rápidamente en toda la tierra.

Esta argumentación teológica puede resultar absurda, pueril y ridícula para los no-musulmanes, ateos, agnósticos y los creyentes de otras religiones, pero para los islamistas es el motor de toda su actividad bélica, de su Yihad.

La validez y consideración que los islamistas conceden a estos hadices permite comprender las motivaciones, aspiraciones y acciones de los islamistas, y de los regimenes de Arabia Saudita y de Irán. Los islamistas luchan y guerrean para poder ondear el estandarte del Islam sobre los cinco continentes.

El odio del régimen islámico de Irán hacia Israel y del mundo árabe y musulmán se cementa y basa en estas consideraciones teológicas. No es un odio a Israel por como es, sino porque es, -porque existe-, y porque la “derrota” de Israel es el paso previo inmediato a la victoria mundial del Islam, el epifenómeno de la supremacía del Islam. [viii]

Por mucho territorio que ceda Israel a los árabes, metamorfoseados en “palestinos” no calmará la sed totalitaria y supremacista del islamismo, ni aunque algún dirigente musulmán lo aceptase, sería este respetado por los islamistas, como refleja el caso del asesinato de Anwar el-Sadat, cometido por un islamista de la Hermandad Musulmana egipcia, por haber firmado la paz con Israel, y como también lo manifiesta explícitamente, y con lanzamiento de misiles, Hamás, que aunque Israel se haya retirado y transferido Gaza, este movimiento islamista continúa aspirando a destruir el estado judío.

La experiencia histórica nos enseña que el principio de paz por territorios no sirve para apaciguar al totalitarismo. Es el caso del apaciguamiento de Chamberlain con respecto a la Alemania nazi y la Conferencia de Munich de 1938, que permitió a la Alemania nazi anexionarse los Sudetes, no sólo frenó al totalitarismo nazi en sus ansias expansionistas, sino que le dio mayor empuje y fuerza al verse legitimizado en sus peticiones y reclamaciones, fuerza proporcional a la debilidad que observó en los apaciguadores europeos.

CONTINÚA

[v] La construcción de la mezquita sobre los escombros del World Trade Center. Eduard Yitzhak Cal. http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=10416&mes=&ano

 

 

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