Sábado, 21 de diciembre de 2024

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¿Por qué ha de existir un estado palestino? Por Eduard Yitzhak [1]

por Wiederholen

 ¿Por qué ha de existir un estado palestino? Por Eduard Yitzhak, publicado en Por Israel

 

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas [Abu Mazen], ha declarado en la Muqata, la sede presidencial de Ramalá, al corresponsal de La Vanguardia, Henrique Cymerman el 4 de octubre de 2011 que fue un error de todo el mundo árabe no haber aceptado la resolución [se refiere a la Resolución 181 aprobada el 29 de noviembre de 1947] de la ONU en 1947 sobre la partición de Palestina en un estado judío y otro árabe y añade que como resultado de esa partición, Israel fue fundado y el Estado de Palestina no. [1]

 

La Liga Árabe aprobó otra resolución dos semanas después [mediados de diciembre de 1947] que rechazaba frontalmente la Resolución 181 de la ONU y en la que advertía que para evitar la ejecución del plan de partición emplearía todos los medios a su alcance, incluyendo la intervención armada. [2]

 

El secretario general de la Liga Árabe, Azzam Pachá, lanzó esta advertencia anunciando la inminente invasión árabe: “Será una guerra de exterminio, una terrible matanza, comparable a los estragos de los mongoles y a las Cruzadas”. El futuro jefe del movimiento anexionista panararabista, que mutará posteriormente a “resistencia palestina”, Ahmed Shukeiry, afirmará que “la invasión tiene como objetivo «la eliminación del Estado hebreo” y la Universidad Islámica de El Cairo proclamará el Yihad, -la Guerra Santa-, contra el sionismo. En la noche del 15 de mayo de 1948, los ejércitos de Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Irak y la Liga Árabe cruzaron las fronteras e invadieron el Estado de Israel. La primera guerra árabe-israelí había comenzado. La amenaza árabe, que finalmente se cumplió, no tuvo ninguna respuesta por parte de Naciones Unidas.

 

Este “error” se repetirá continuamente. El Cairo y emisoras de radio árabes preparaban a la opinión pública para la guerra y prometían la muerte y el exterminio de Israel. "Todo Egipto se halla ahora dispuesto a lanzarse a una guerra total que pondrá fin a Israel", declaraba el comentarista de Saut-al Arab el 17 de mayo de 1967.

"Nuestro objetivo básico será la destrucción de Israel. El pueblo árabe quiere luchar", dijo el Presidente Nasser el 27 de mayo de 1966

Ahmed Shukeiry, presidente de la OLP declaró: "Los judíos que sobrevivan a la guerra que será inminente, serían autorizados a permanecer en Palestina, pero no espero que muchos puedan hacerlo".[3]

 

El “error” al que se refiere Abu Mazen se volvió a repetir en la Declaración de Jartún de los Tres No. Los países árabes reunidos en la capital sudanesa el 1 de septiembre de 1967 declaraban en el artículo 3º de su resolución con respecto a las relaciones árabe-israelíes los Tres No: No a la paz con Israel, No al reconocimiento del Estado de Israel, No a las negociaciones con Israel.[4]

 

Es el mismo “error” de los ayatolás de Irán que amenazan con destruir Israel, y el mismo “error” de los países árabes de la Liga Árabe y de la Organización de la Conferencia Islámica en no reconocer la independencia de los judíos y de tener su propia patria, Israel.

El “error” fue repetido por Yasser Arafat presidente de la Autoridad palestina hasta su fallecimiento el 11 de noviembre de 2004, antecesor de Abu Mazen, declaró:"Nuestro objetivo es simplemente la liberación del suelo palestino y el establecimiento de un estado. Por lo tanto, los judíos deben ser expulsados, e Israel debe ser aniquilado. No podemos aceptar ni más ni menos que la completa aniquilación de todos los judíos".[5]

 

Abu Mazen declara que ha vuelto a la ONU para corregir en el 2011 el “error” cometido en 1947

 

Abu Mazen [Mahmud Abas] dice que “entiende que les castiguen durante diez, veinte o treinta años. Pero no por tanto tiempo. Basta”

 

Los errores se pagan en tanto en política como en la vida personal. Todavía más los errores que causan daños irreversibles. No podemos volver atrás y decir que no pasó nada. Lo que pasó, pasó. Podemos redireccionar el futuro, pero no cambiar ni modificar el pasado, ni anular sus consecuencias.

Un error causante de un siniestro fatal no tiene reparación para ninguno de los fallecidos, ni tampoco los numerosos errores que han cometido los líderes o los países, como el error del conde Don Julián de aliarse con los árabes para dirimir cuestiones personales de venganza con el rey Rodrigo –al que la historia acusa de haber deshonrado a su hija-, permitió la invasión musulmana de la península ibérica. El mismo conde don Julián pensando destronar a Rodrigo permitió la invasión árabe-musulmana de España, lo que no había previsto ni querido.

El “error” de los nazis alemanes de bombardear Londres en el curso de la Segunda Guerra Mundial causó el bombardeo de Dresden.

 

¿Repetirían los alemanes el mismo error y votar nuevamente un Hitler? Pero los crímenes que cometieron los nazis no tienen reparación.

 

¡Cuántos errores han causado grandes cambios en el curso de la historia, y no hay marcha atrás!

 

¿Qué error cometió el pueblo judío para que el Imperio Romano invadiese su país Israel, y deportara como esclavos a la mayoría de sus habitantes a Roma y a las tierras de los romanos?

¿Qué error cometió el pueblo judío en Israel, y ante qué nación, para ser ocupada su tierra, y para que su Templo de Jerusalem fuera destruido?

¿Qué error cometió el pueblo judío para que una vez destruido Israel y exiliada la mayor parte de su población, pasase a ser denominado Siria Palestina o Palestina por la Roma Imperial en el año 135 EC con el objetivo declarado de borrar todo rastro de judaísmo?

¿Qué error cometió el pueblo judío para que Palestina ocupada por el Imperio de Bizancio fuera conquistada el año 636 por el Imperio árabe-musulmán bajo la dinastía de los Omeya, después sucesivamente por el califato Abbasi, los Cruzados, los mamelucos, los turcos, y los británicos finalmente?

¿Qué error cometió el pueblo judío para que el ocupante árabe-musulmán edificase la Cúpula de la Roca entre los años 687 y 691 por Abd al-Malik en el terreno sobre el que se había edificado anteriormente el Primer y Segundo Templo de Jerusalem?

Este “error” del conquistador musulmán dura hasta el día de hoy, y hasta la fecha no ha sido corregido.

 

El pueblo de Israel no tuvo error ante las naciones, pero perdió ante los ocupantes invasores, y fue dispersado por el orbe, durante casi dos milenios.

 

¿Ayudaron los árabes y/o musulmanes a solucionar el error que cometieron los romanos que tanto perjudicó al pueblo judío? Nunca. Siempre bloquearon e impidieron el retorno de los judíos- que vivían en la Diáspora fuera de su patria ancestral- a su amada tierra de Israel, a la que deseaban alcanzar y poder escapar de las muchas persecuciones, que sufrieron hasta hace muy poco en Europa, ni permitieron que se reedificase el Sancta Sanctórum del judaísmo, el Tercer Templo. Este error musulmán se mantiene desde el año 687 hasta hoy, 1.324 años de error árabe-musulmán.

 

El “error” de los países árabes y de los árabes colonos que ocupaban Israel no fue un error lingüístico o estético. El rechazo a que los judíos pudieran retornar a su tierra milenaria fue plasmado por los árabes en una serie de guerras contra el pueblo judío, que causó la muerte, y heridos, de miles y miles de judíos, víctimas del totalitarismo islámico y del nacional-socialismo panarabista.

 

En caso de haber perdido Israel una sola de esas guerras desencadenas por los países árabes, en el caso de haberse producido una derrota israelí, ¿hubieran corregido la Liga Árabe y los países árabes el “error” de querer destruir al recién nacido estado judío, -estado nacido bajo los auspicios de las Naciones Unidas-?

Lo que habrían hecho es cumplir el deseo del mufti de Jerusalem, Ali Husseini, y de la dirigencia musulmana árabe ocupante de Palestina[6], aliados de la Alemania-Austria nazi, de exterminar a los judíos en Israel, como explícitamente declararon.

El error del rechazo árabe a constituir un estado en parte de la tierra ancestral del pueblo ha causado daño, muerte y desolación al pueblo judío.

No es posible ir hacia atrás en el tiempo. Las vidas humanas perdidas no se recuperan diciendo que fue un “error”, error que por cierto no se quiere corregir.

 

Los alemanes agresores de mediados del siglo pasado perdieron la guerra, y perdieron Alsacia-Lorena, Prusia Oriental. No pueden reclamar aquello, que aunque fue suyo en algún momento, lo perdieron después de agredir y dañar a otros países.

 

Los árabes piden reparaciones habiendo sido los perdedores de las guerras que ellos mismos han desencadenado. Lo que las agresiones árabes no consiguieron por las armas, lo quieren conseguir con las negociaciones y con la ayuda de las Naciones Unidas.

 

Los árabes y/o musulmanes reclaman lo que fue ocupado por ellos como derecho perpetuo de victoria de los ejércitos musulmanes. Esta misma exigencia es la que sustenta la creencia árabe y/o musulmana que la península ibérica tiene que ser reislamizada, y volver a ser un nuevo Al-Andalus.

 

Ocupación de Palestina

 

Mahmud Abas afirma que “Todos deben recordar que somos el único pueblo bajo ocupación, tras 63 años”

 

No son 63 años, son casi dos milenios. Parte de la “Palestina de Adriano”, está ocupada todavía desde hace casi dos milenios, desde la época de los romanos hasta la fecha, y los ocupantes son los colones árabe-musulmanes del antiguo Imperio árabe, que “permitió” vivir a un remanente judío en Palestina, nombre dado por el emperador romano Adriano al vencer a los judíos.

Únicamente los judíos han vivido interrumpidamente en Israel durante los últimos 3.700 años.

Parte del suelo de Israel está bajo soberanía judía. Excluyendo el tiempo que esa tierra, conocida por la cristiandad como Tierra Santa, ha estado bajo soberanía judía, nunca ha sido un estado independiente árabe.

El breve control árabe de Jerusalem significó destrucción y atraso en la Ciudad Santa. Los árabes tuvieron abandonada la ciudad, asó como el resto del país.

 

Los historiadores y la Biblia coinciden en que el término "Palestina" se deriva de Filistim, Filisteos -palabra del antiguo hebreo-, que significa invasor : personas Egeas quienes en el Siglo XII antes de la EC se asentaron a lo largo de las costas planas del levante del Mar Mediterráneo, y que fueron expulsados posteriormente por el Rey David.

En el año 135 EC los Romanos aplastaron la última gran revuelta judía. El emperador Adriano cambió el nombre de Jerusalem por Aelia Capitolina y a la provincia judaica por Palestina, con el objetivo de borrar toda memoria judía de la región y en recuerdo de los invasores, procedentes del mar Egeo, que en hebreo eran nombrados “plishtim” –invasores. Los filisteos habían sido una confederación de pueblos no-semíticos provenientes de Creta, las islas del Egeo y Asia Menor, conocidos también como “Pueblos del Mar”.

 

Aelia deriva del nombre propio de Adriano, Aelius, mientras que Capitolina significa que la ciudad nueva se dedicaba a Júpiter, cuyo templo en Roma se encontraba en la Colina Capitolina, y al que se levantó un templo sobre las ruinas del Templo judío.[7]

 

El nombre latino Aelia es el origen etimológico del término árabe Iliya, el antiguo nombre islámico que los ocupantes musulmanes dieron a Jerusalem hasta que posteriormente lo cambiaron e impusieron el de Al-Quds (lo sagrado).

 

Los ingleses nombraron Palestina a Tierra Santa, y los ocupantes e invasores árabes han recuperado recientemente el nombre de Palestina, cuando hasta hace unas décadas ignoraban la existencia de los nombres: Palestina y palestinos.

Los mismos que ahora se hacen llamar palestinos, son árabes de Jordania y Siria, y nunca habían oído la palabra Palestina, ni palestino. Es más, en el idioma árabe no existe el fonema P, por lo que dicen B.[8] Así, por ejemplo, el nombre griego Paulus pasa a ser en árabe Bulus.

 

Nunca ha existido una tierra llamada "Palestina" gobernada por "palestinos" ni tampoco ha existido nunca una nación “palestina”, ni pueblo palestino. Los “palestinos” son árabes procedentes de Siria y de Jordania, mayormente a finales del siglo XIX cuando los pioneros judíos levantaban empresas y riqueza.

 

El pueblo judío desde siempre ha recordado la tierra que fue la cuna de su nación, el suelo patrio. El anhelo, el empeño, el deseo, la voluntad del pueblo judío ha sido retornar a la Tierra de Israel, como la petición en cada uno de los tres rezos diarios que hace cada judío devoto: volver a Israel. Lo refleja muy claramente el Salmo 137: 1-7, escrito hace más de 26 siglos: Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos recordando a Sión. Sobre los sauces en medio de ella colgábamos nuestras liras, porque allí los que nos tenían cautivos nos exigían que cantáramos, y nuestros atormentadores nos exigían alegría: “Cantadnos una de las canciones de Sión” ¿Cómo podremos cantar la canción del Eterno en tierra extranjera? Si te olvidare, oh Jerusalem, olvide mi diestra su habilidad. Adhiérase mi lengua al paladar si no te recordare, si no pusiere a Jerusalem por encima de mí mayor alegría. Recuerda, oh Eterno, contra los hijos de Edom, el día de Jerusalem, cuando decían: “¡Arrasadla, arrasadla hasta sus cimientos!”

 

Cuando Gaza y Judea-Samaria quedaron bajo soberanía hasta 1967, la Guerra de los Seis Días, nunca se alzaron voces de los colonos árabes de Gaza (ocupada por Egipto) y de Judea-Samaria (ocupada por Jordania) en pro de una independencia árabe-palestina, ni contra el ocupante egipcio y jordano, respectivamente.[9]

 

“Cisjordania” –Judea y Samaria- no fue nunca parte legal de Jordania. Bajo el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947, el cual los judíos aceptaron y los árabes rechazaron, Cisjordania se suponía fuera parte de un estado árabe independiente en el oeste de "Palestina" (¡el Israel histórico¡).

 

Pero los jordanos invadieron y ocuparon el área durante la guerra de 1948. En 1950, Jordania anexó los Bancos del Oeste a su territorio, razón por la cual esta región es conocida bajo el nombre de Cisjordania. Solamente los ingleses y Pakistán reconocieron la ocupación jordana. El resto del mundo nunca lo reconocieron. Durante el período entre 1950 y 1967 Jordania permitió a terroristas que lanzaran ataques contra Israel.

 

Jerusalem

 

Es una mentira repetida mil veces que ha devenido “verdad” en Occidente que Jerusalem es la tercera ciudad santa del Islam.

Los musulmanes intentan conectar a Jerusalem con el Islam usando un pasaje vago del Corán, contenido en el Sura 17, titulado "El Viaje Nocturno"

En el mismo se relata que en un sueño o en una visión Muhammad fue llevado de noche desde "el templo sagrado al templo que es más remoto, cuyo recinto hemos verdecido, para que podamos mostrarle nuestras señales. ..." En el siglo VII después de la EC algunos musulmanes identificaron estos dos templos mencionados en este verso como el de Meca y el de Jerusalem.

 

Durante los días de Muhammad, fallecido el año 632 EC, Jerusalén era una ciudad mayormente cristiana perteneciente al imperio Bizantino. La ciudad no fue capturada por el Califa Omar sino hasta el 638, seis años después de la muerte de Muhammad. Sobre la explanada del Monte del Templo, se alzaba la iglesia Santa María Justiniano de arquitectura netamente bizantina.[10]

 

Muhammad murió el 8 de junio del año 632 EC. La Cúpula de la Roca se inició a construir en el año 687 y se finalizó en el 691 EC. Los musulmanes creen que la roca que se encuentra en el centro de la Cúpula es el punto desde el cual Muhammad ascendió a los cielos para reunirse con Alá, acompañado por el ángel Gabriel. Es un lugar sagrado para los musulmanes. Sólo es “santo” para el Islam, la Roca, pero en absoluto la ciudad de Jerusalem.

Y esta es la evidencia más contundente que tiene el Islamismo para reclamar a Jerusalem como ciudad santa. Jerusalem no es mencionada ni una sola vez en el Corán.

Jerusalem no ha sido nunca la capital de ninguna entidad árabe ni musulmana. Incluso en la época en que los jordanos ocuparon Jerusalem, nunca los árabes –que posteriormente se autodenominaron palestinos- pretendieron convertirla en su capital y los dirigentes árabes no acudieron nunca a Jerusalem para visitarla.

Bajo el gobierno jordano, los lugares sagrados judíos fueron profanados y a los judíos se les negó el acceso a los lugares de adoración hebreos.

El breve control árabe de Jerusalem significó destrucción y atraso en la Ciudad Santa. Los árabes tuvieron abandonada la ciudad, así como el resto del país.

Las Naciones Unidas permanecieron silenciosas cuando los jordanos destruyeron 58 sinagogas en Jerusalem.

Las Naciones Unidas también permanecieron silenciosas cuando los jordanos impusieron una política, de tipo apartheid, -prohibiendo a los judíos el acceso a sus lugares santos- con el fin de impedir que los judíos visitasen el Monte del Templo y el Muro Occidental.

Las Naciones Unidas permanecieron nuevamente silenciosas cuando los jordanos profanaron sistemáticamente el antiguo cementerio judío en el Monte de los Olivos.

 

Sin embargo, los judíos pueden mostrar miles de años de morar y habitar en esta tierra, de construir Templos –el Primero y el Segundo-, de adorar a Dios, de vivir y luchar por esta tierra, como evidencia histórica para reclamar a Jerusalem, desde los tiempos de Abraham - ¡hace miles de años!

El mismo Corán - el libro sagrado del Islam - describe la construcción del Primer Templo de Salomón (Corán 34:13) y la destrucción del Primer y Segundo Templo de Salomón (Corán 17:7). La conexión de los Judíos con la Montaña del Templo puede datarse hasta 3.000 años en el pasado, y está basada en datos históricos, evidencias arqueológicas y tradiciones escritas y orales.[11]

El pueblo de Israel se convirtió en una nación en el año 1312 antes de la EC, dos mil años antes de que surgiese el Islam.

Desde la conquista judía, que tuvo lugar en el año 1272 antes de la EC, los judíos han disfrutado el dominio sobre la tierra durante mil años, que ha contado con una presencia continuada en la tierra durante los últimos 3.300 años.

Durante más de 3.300 años Jerusalem ha sido la capital judía.

A Jerusalem se la menciona cerca de 700 veces en la Toráh y Tanaj, las Sagradas Escrituras judías –denominado “Antiguo Testamento” por los cristianos-.

El Rey David fundó la ciudad de Jerusalem como capital de Israel.

Muhammad no estuvo nunca a Jerusalem.

Los judíos hacen todos sus rezos orientándose hacia Jerusalem; mientras que los musulmanes lo hacen dándole la espalda y los glúteos a Jerusalem, y se enfocan mirando hacia la Meca.

Bajo el gobierno israelí, todos los emplazamientos musulmanes y cristianos han sido conservados y hechos accesibles a las gentes de todas las creencias.

Las naciones que habitaban la tierra antes de que los judíos lo hicieran, ¡hoy no existen!, ya que han sido absorbidas por otras gentes a través de los años. Los árabes de Israel vinieron en el 632 después de la EC, a raíz de la invasión musulmana.

Únicamente los judíos han vivido interrumpidamente en Israel durante los últimos 3.700 años.

Sin embargo, los judíos pueden mostrar miles de años de morar y habitar en esta tierra, de construir Templos –el Primero y el Segundo-, de adorar allí Dios, de vivir y luchar por esta tierra, como evidencia histórica para reclamar a Jerusalem, desde los tiempos de Abraham - ¡hace miles de años!

De acuerdo con el historiador Josefo (Siglo I EC), el Templo de Jerusalem existía en esta montaña hacía siglos y era usado por los judíos para refugiarse cuando Tito conquistó a Jerusalén en el año 68 EC.

 

¿A quién pertenece Tierra Santa?

 

Es de sobras bien conocido que la Torá [Antiguo Testamento] declara infinidad de veces que esta tierra pertenece al pueblo judío, citas que no se repetirán en este artículo, para no cansar al lector. No sólo es la Torá, sino también es el mismo Corán el que afirma que esta tierra pertenece que al pueblo judío:

Corán 28:4-5 [antes de Higrah]: Faraón se condujo altivamente en el país –Egipto- y dividió a sus habitantes en clanes. Debilitaba a un grupo de ellos, degollando a sus hijos varones y dejando con vida a sus mujeres. Era de los corruptores. Quisimos agraciar a los que habían sido humillados –los israelitas- en el país y hacer de ellos jefes, hacer de ellos herederos,

Corán 2:47 [después de Higrah]: ¡Hijos de Israel! Recordad la gracia que os dispensé y que os distinguí entre todos los pueblos.

Corán 7:137 [antes de Higrah]: Y dimos en herencia al pueblo –israelita- que había sido humillado las tierras orientales y las occidentales –las tierras del Israel completo- , que Nosotros hemos bendecido. Y se cumplió la bella promesa de tu Señor a los Hijos de Israel, por haber tenido paciencia. Y destruimos lo que Faraón y su pueblo habían hecho y lo que habían construido.

Corán 10:93 [antes de Higrah]: Hemos instalado a los Hijos de Israel en un lugar bueno –las tierras del Israel completo- y les hemos proveído de cosas buenas. Y no discreparon sino después de haber recibido la Ciencia. Tu Señor decidirá entre ellos el día de la Resurrección sobre aquello en que discrepaban.

Corán 20:80 [antes de Higrah]: ¡Hijos de Israel! Os hemos salvado de vuestros enemigos y nos hemos dado cita con vosotros en la ladera derecha del monte. Hemos hecho descender sobre vosotros el maná y las codornices

Corán 26:59 [antes de Higrah]: Así fue, y se lo dimos en herencia a los Hijos de Israel.

Corán 45:16 [antes de Higrah]: Dimos a los Hijos de Israel la Escritura, el juicio y el profetismo. Les proveímos de cosas buenas y les distinguimos entre todos los pueblos.

Corán 44:32 [antes de Higrah]: Les elegimos –a los israelitas- conscientemente de entre todos los pueblos.

Corán 32:23-24 [antes de Higrah]: Hemos dado a Moisés la Escritura -no dudes, pues, en encontrarle- e hicimos de ella dirección para los Hijos de Israel. Elegimos de entre ellos –los israelitas- a jefes que les dirigieran siguiendo Nuestra orden como premio por haber perseverado y por haber estado convencidos de Nuestros signos.

Corán 17:104 [antes de Higrah]: Y, después de él, dijimos a los Hijos de Israel: "Habitad la tierra –las tierras del Israel completo- y, cuando se cumpla la promesa de la otra vida, os llevaremos en tropel".

 

Pero si el Corán afirma esto ¿cómo es que los islamistas reclaman el Israel completo para el Islam?

 

El Islam, como todo libro sagrado, tiene varias lecturas, y la interpretación que se lleva a cabo en todas las madrssas y prácticamente la mayoría de líderes religiosos del Islam y en sus mezquitas, es la que afirma que toda tierra conquistada por el Islam pertenece definitivamente al Islam, aunque pueda estar bajo soberanía no musulmana, como el caso de Israel, España, Portugal, Grecia, parte de Austria, sur de Italia y Sicilia, etc., países que fueron gobernados en algún momento, aunque pudiera ser breve, por el Islam.

 

Esta lectura yihadista, salafista, islamista, tanto wahhabita en los sunnitas, como mahdista, en los chiítas, es la que domina la mayor parte del discurso musulmán, que divide el mundo en Dar al-Islam [la tierra del Islam] y en Dar al-Harb [casa de la guerra], que son las tierras habitadas por los no-musulmanes. “La infidelidad es una sola nación [Al Kufru Millatun Wahida]. Dar al-Harb se subdivide en tres zonas:

Darl el-Ahd: los lugares donde el gobierno promueve y profesa el Islam. Dar el-Suhl: las tierras donde el Islam es respetado pero los líderes no son musulmanes. Dar al-Dawa: los lugares donde los musulmanes no gozan de reconocimiento ni sus líderes se vinculan con el Islam.

 

Actualmente los islamistas suelen englobar dentro de Dar al-Islam, a toda región habitada por musulmanes o que alguna vez lo fue. Entre ellos España[12][13], Portugal, Chipre, Grecia, Sicilia, Israel, o los Balcanes. Siendo una de sus demandas recuperar estos territorios y volver a islamizarlos.

 

La lectura predominante hoy en día en el mundo musulmán es que es un deber de todo devoto musulmán reislamizar Dar al-Islam, y combatir a aquellos no-musulmanes (judíos, cristianos, etc.) que según la ideología islámica “profanan”“la tierra del Islam”, como son los judíos en el caso de Israel, los españoles y portugueses cristianos en el de España y Portugal, y así sucesivamente en todos los territorios que fueron ocupados alguna vez por el Islam.[14]

 

El pueblo judío es el único heredero de la tierra de Israel

 

El pueblo judío es el más antiguo de la humanidad, que conserva su identidad, su religión y el anhelo inquebrantable a su patria, Israel. Nunca ha existido un pueblo árabe palestino. El pretendido pueblo palestino, sirio-jordano, no es más ni menos que una parte del pueblo sirio-jordano. El auténtico estado árabe-palestino es Jordania. El mundo árabe y/o musulmán no reconoce la independencia y autodeterminación del pueblo judío.

 

El pueblo judío se ha mantenido firme en su fe y en sus aspiraciones nacionales allí donde se hallaba, “se ha mantenido en sus trece”, se dice en español, refiriéndose a los Trece principios, resumidos por Maimónides, de la fe judía que el judío mantenía frente al inquisidor.

 

El rechazo del mundo árabe contra la autodeterminación de los judíos se plasmó en las guerras contra el naciente estado, y ante las contantes derrotas militares, los vecinos árabes de Israel emplean el caballo de Troya de la quinta columna árabe que vive en las tierras en disputa, Judea-Samaria (Cisjordania) y Gaza, los árabes metamorfoseados en “palestinos”.

El interés de los árabes y/o musulmanes que se oponen a la independencia de Israel han mutado su lenguaje y afirman querer el estado palestino. Estos reciben el apoyo de los antisemitas occidentales, y saben que el antisemitismo no desapareció al desmantelar Auschwitz. El verdadero interés es la destrucción de Israel, y no la creación de un estado para un pueblo.

 

¿Por qué combatir Israel es tan importante para el islamismo?

 

Todas las tierras que fueron ocupadas y gobernadas por el Islam deben volver al Islam, esa es la lectura del Corán que impregna la mente de la mayoría de los actuales líderes religiosos musulmanes ¿Pero por qué el discurso mayoritario se focaliza en Israel¿ y ¿por qué el Yihad para reislamizar la península ibérica, el sur de Francia, o Sicilia y el sur de Italia, y parte de Austria, Grecia, los Balcanes, etc., aparece en segundo plano y con menor insistencia, hasta el punto que muchos occidentales, y también israelíes, llegan a creer que el motor y causa de todos los problemas que irritan al islamismo es la existencia de Israel, por lo que un cese de tierras israelíes a los árabes permitirá el acceso a la paz?

 

Aparentemente podría pensarse que obedece a la estrategia de “dividir para vencer”, y/o que es más ventajoso golpear al más desprotegido, al eslabón más débil, Israel, rodeado de un mar de países árabes con un caballo de Troya en su interior -los que ahora se hacen llamar palestinos-, contando con la histórica complicidad del milenario antisemitismo europeo; pues golpear a España, país europeo miembro de la OTAN, atraería la solidaridad inmediata del resto de miembros y países europeos, cosa que no ocurre al lacerar a Israel.

 

En núcleo, el centro del odio contra Israel, no radica en el odio racial al judío, que siempre ha sido mucho menor que en el caso europeo. Nunca existió una Inquisición ni Holocausto en el mundo árabe. Los judíos siempre han tenido gran reputación en el mundo árabe como excelentes profesionales en los diversos campos del saber, de la ciencia, de la tecnología, del comercio, del arte. Muchos judíos eran asesores y médicos de sultanes y de reyes del mundo árabe. El ciudadano judío tenía el rol, como el cristiano, de dhimmi, al que se le toleraba vivir en tierras del Islam, como ciudadanos de segunda clase, sometidos a la ley musulmana.

 

El conflicto contra Israel tampoco es territorial, si así lo fuere, sería un objeto aún más codiciado la península ibérica, más de 26 veces mayor que tierra de Israel. La superficie del estado judío es de 22.145 km2. Las tierras árabes son más de 582 veces la de Israel. Irán no tiene fronteras con Israel y está obsesionada en destruir el estado judío. [15]

Los países árabes no reclaman las tierras árabes ocupadas por Irán:

La región árabe del Al Ahwaz, Arabistán, con capital Ahwaz, está ocupada por Irán, que le ha cambiado el nombre por Juzestán, cuya superficie es de 375.000 km2 [17 veces mayor que la superficie de Israel], cuya reivindicación es permanentemente ignorada por los países árabes, y nadie del mundo árabe y/o musulmán toma el más mínimo interés por sus ocho millones de hermanos árabes, sometidos a la ocupación iraní.[16]

 

Los países árabes tampoco reclaman las tierras árabes ocupadas por Turquía:

La región de Hatay, Iskenderun, -Alejandreta-, es tierra siria usurpada por Turquía en 1935, con una superficie de 9.887,565 km², algo menos de la mitad de la superficie de Israel; tampoco está en la agenda de reclamaciones de ningún país árabe –exceptuando las silenciosas y tenues reclamaciones de Siria- ni de la Liga Árabe.[17]

 

CONTINÚA en ¿Por qué ha de existir un estado palestino? Por Eduard Yitzhak [2]

 

 

 

NOTAS

[1] Entrevista del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas [Abu Mazen] en Ramalá con corresponsal de La Vanguardia, Henrique Cymerman publicada el 4 de octubre de 2011.
http://www.lavanguardia.com/internacional/20111004/54225379275/mahmud-abas-si-conseguimos-un-estado-volveremos-a-las-negociaciones.html

[2] El Imperio otomano perdió en 1917 ante la Gran Bretaña el territorio del levante mediterráneo, tras la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido, encomendado por la Sociedad de Naciones, administró el territorio con el estatus de Mandato Británico de Palestina hasta 1948. En un primer momento incluyó los actuales territorios de Jordania, Israel completo (con Judea-Samaria y Gaza). A partir de septiembre de 1922 el Reino Unido separó la parte oriental del mismo, creando el Emirato de Transjordania.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Nueva York, aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba en esos momentos bajo administración británica. El plan consistía en dividir el Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe. Los países árabes se negaron a aceptarlo y desencadenaron la guerra árabe-israelí de 1948. Los judíos aceptaron la disminución de su territorio previsto, y declararon el estado de Israel. En ningún momento los árabes pensaron en crear un estado árabe-palestino, sino en integrarla a la Gran Siria, como el Líbano fue anexionado por Siria.

Bregman, Ahron (2002). Israel´s Wars: A History Since 1947. London: Routledge. ISBN 0-415-28716-2
Arieh L. Avneri (1984). The Claim of Dispossession: Jewish Land Settlement and the Arabs, 1878-1948. Transaction Publishers. ISBN 0-87855-964-7
Khalaf, Issa (1991). Politics in Palestine: Arab Factionalism and Social Disintegration, 1939-1948. SUNY University Press. ISBN 0-7914-0707-1
Fischbach, Michael R. (2003). Records of Dispossession: Palestinian Refugee Property and the Arab-Israelí Conflict. Columbia University Press. ISBN 0-231-12978-5
"Palestine." Encyclopædia Britannica. 2006. Encyclopædia Britannica Online School Edition.
15 May 2006 http://school.eb.com/eb/article-45071

[3] A. J. Barker, "La Guerra de los Seis Días", página 19

[4] Benny Morris, Righteous Victims, Vintage Books, 2001 ISBN 0-679-74475-4
General Odd Bull, War and Peace in the Middle East, Leo Cooper, 1976 ISBN 0-85052-226-9

[5] http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=5759&mes=1&ano=2011
[6] 
http://www.tellthechildrenthetruth.com/

[7] http://blogs.periodistadigital.com/totalitarismo.php/2008/09/21/jerusalem-1
[8] 
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfabeto_%C3%A1rabe

[9] http://blogs.periodistadigital.com/totalitarismo.php/2008/09/21/jerusalem-1

[10] Manfred R. Lehmann. Algemeiner Journal, 19 Agosto 1994: Cerca del 711, aproximadamente ochenta años después de la muerte de Muhammad, el hijo de Malik, Abd El-Wahd - quién reinara entre el 705 al 715 -reconstruyó la iglesia cristiana de Santa María Justiniano convirtiéndola en una mezquita. Abd El-Wahd mantuvo intacta la estructura típica de una "basílica" bizantina, formada de una "nave" central interior en forma rectangular y una serie de columnas a cada lado. Lo único que Abd El-Wahd decidió agregarle a la edificación fue el techo, una bóveda en forma de cebolla que colocó encima de la iglesia con el propósito de hacerla parecer una mezquita. Una vez realizado el cambio, Abd El-Wahd modificó igualmente el nombre original de la iglesia llamándola ahora El-Aqsa, a objeto de hacerla coincidir con la mezquita mencionada en el libro del Corán.
En consecuencia, resulta muy claro que cuando Muhammad nunca tuvo en su mente esta mezquita, principalmente porque la misma no llegó a ser una realidad si

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