Sabotear la economía de los países de los cruzados
por Wiederholen
Occidente no esta en guerra con el Islam, pero el islamismo si que está en guerra contra Occidente, contra los valores judeocristianos que sustentan la cultura occidental de libertad, igualdad, democracia, solidaridad, y separación de religión y política; ideales que no se plasman totalmente en la realidad, pero que son el objetivo al que se tiende, o se dice querer alcanzar.
El supremacismo islamista, como todo totalitarismo y supremacismo, considera que sus valores tienen que ser impuestos –por la persuasión o por la fuerza- al resto de seres humanos, por mandato de la dialéctica materialista e histórica, en el marxismo; por mandato racial, en el nazismo; por mandato religioso procedente de Alá, en el islamismo.
El comunista, el ario, el islamista creen ser superiores al resto de humanos, cada uno en su vertiente correspondiente, por lo que para aquellos les es un deber, obligación, y compromiso moral luchar por imponer dicho credo al resto de humanos.
El que se opone a esta uniformidad es considerado un reaccionario opresor y capitalista, un degenerado judío subhumano, un infiel cruzado, sionista, o ateo; por lo que para el totalitario es correcto y lógico eliminarlo.
El capitalista puede ser privado de su riqueza; el judío no puede dejar de serlo, por lo que tiene que morir, y el infiel tiene que convertirse al Islam. Ese es el credo de los comunistas, nazis, e islamistas, respectivamente.
Si el capitalista se niega a dejar de serlo, se le elimina; si el infiel rechaza convertirse al Islam, se le elimina. Esa es la lógica interna del totalitarista y supremacista, que justifica los medios, -el crimen-, por el fin –una nueva era de la humanidad. Esa nueva era de la humanidad es el comunismo, el Islam en todo el orbe.
Si a pesar que Occidente tiene, teóricamente, los valores judeocristianos de libertad, igualdad, democracia, y solidaridad, como substrato y pilar, hay una disonancia entre lo teórico y lo real; ¿cómo estaría Occidente y la humanidad si se impusiera el totalitarismo islámico en Occidente?, islamismo que rechaza totalmente la igualdad de género y de religiones, la libertad de fe y apostasía; que se opone con todas sus fuerzas a la separación entre religión y estado, y que se revuelve en lo más profundo de su ser e identidad a la repartición de la riqueza generada por el gas y el petróleo entre sus conciudadanos, fortuna obtenida sin esfuerzo alguno, y que aspira a instaurar la ley islámica –Shari´a- como ley suprema, y erradicar la democracia en Occidente.
Abu Muhammad al-Maqdisi, prominente clérigo yihadista ha decretado oficialmente una fatwa en la que declara que “es un deber religioso de todos los musulmanes unirse a los disturbios en contra de los "estados cruzados", como medio para hacer el Yihad”
Abu al-Mundir Shanqiti otro prominente clérigo musulmán, ha pedido a los fieles devotos del Islam que saboteen las economías occidentales, y ha declarado en su fatua que: "Todo musulmán debe participar y contribuir en el sabotaje de las economías de los estados cruzados, sea esto a través de un boicot económico o dirigiéndose a su propiedad con el vandalismo y el incendio".
Los países árabes sólo saben exportar lo que el subsuelo les ha dado, gas y petróleo. Si la economía de los “infieles” se hundiera por un boicot de los islamistas, los mismos inmigrantes musulmanes en Occidente quedarían afectados policial y económicamente.
Occidente buscaría otras fuentes de energía, lo que empeoraría la situación económica de los países musulmanes, exportadores de estas materias primas.
En lugar de aspirar a un mundo mejor, el islamismo anhela el hundimiento de Occidente, aún a costa del propio suicido, tanto de seres humanos, como de su propia economía.
El islamismo, paralizado por su ceguera religiosa, por su odio a la alteridad, no sólo no crea bienestar a sus propios correligionarios, sino que les asesina y busca como sabotear la economía que beneficia a tantos musulmanes en Occidente.
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