Cuanto amor emana del Islam. Por Eduard Yitzhak
por Wiederholen
Un islamikaze pide con todas sus fuerzas a Alá que le de poder y no le permita fracasar en su sacrificio.
Él quiere glorificar a Alá con todo su cuerpo y alma, y que Alá le permita ingresar en el Paraíso.
Él sabe que si tiene éxito en la acción, conseguirá entrar en el Paraíso y podrá gozar de las 72 huríes que Alá dispone eternamente a cada shahid.
Esa mañana ha tomado su último desayuno en la tierra, ha rezado sus plegarias y se ha despedido de sus amigos. Ve que todos le miran con sana envidia, ¡que suerte tiene él en poder ser shahid y está noche yacer con las huríes!
Él sabe que las dudas que ha tenido esos días eran causadas por Satán que se le acercaba y tentaba para evitar que pudiera entrar en el Paraíso.
¡Que listo es Satán! ¡Pero más fuerte es la fuerza que procede de Alá!
Está alegre porque el viernes diez personas murieron en Khanabad, en la norteña provincia afgana de Kunduz al explotar una bicicleta colocada por otro fiel del Islam frente a un puesto de helados en el que murieron diez personas, entre ellos una niña.
Pone en marcha el coche, con toda la energía que le da Alá, y se dirige al Hospital de la localidad de Azra, situada al este del país cerca de la frontera con Pakistán.
Su misión es explosionar el coche, el coche bomba como dicen los infieles que ocupan su santo país, Afganistán.
En la madrassa le han explicado que los infieles tienen que ser expulsados de cualquier territorio del Islam. Él ha sido el elegido para dar ejemplo con su sacrificio, mañana otros seguirán el combate por Alá, y en un futuro cercano, que sólo Alá sabe cuando, otros harán lo mismo en las tierras profanadas por los cruzados como el Al-Andalus.
Mientras conduce el coche sabe que todos los habitantes de la tierra tienen miedo a los muyahidines, a los combatientes de Alá, y que ni los poderosos EEUU son capaces de soportar la Espada del Islam.
Los comunistas y ateos rusos tuvieron que retirarse, ahora los cruzados de la OTAN tendrán que hacer lo mismo.
A él le han explicado sus maestros que los infieles españoles se retiraron de Irak después de la magnifica y gloriosa islámica acción del 11M.
Se acerca al hospital mientras recita aleyas y ve que entran y salen familias y niños del recinto hospitalario, y que morirán muchos y muchas, puede que algunos de ellos inocentes, pero no hay ningún problema, ya que los auténticamente fieles serán tomados por Alá y enviados al Paraíso, como él mismo, y los infieles irán al infierno.
Lo último que dice es ¡ Allahú Akbar ! [Alá es el más grande] mientras activa el detonador.
El atentado en nombre de Alá ha causado la muerte de más de 60 personas en el centro hospitalario de la localidad de Azra. La mayoría de los fallecidos son trabajadores del hospital, que ha quedado prácticamente destruido a causa del islamoatentado. Hay numerosos heridos, muchos de ellos en estado crítico, y los equipos de rescate buscan supervivientes entre los escombros del edificio.
NOTAS
http://www.abc.es/20110626/internacional/abcp-matanza-hospital-coche-bomba-20110626.html
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5j58QVYeDxYvOj_KkkCLiMBoBx7EA?ocId=1556676
Cuanto amor emana del Islam
Eduard Yitzhak
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