Cristianos en Malasia sufren peligro por confesión de fe
por Wiederholen
Cristianos en Malasia sufren peligro por confesión de fe
La web MundoCristiano ha publicado el lunes 14 de febrero de 2010 un artículo de Gary Lane en la que explica que vivir como cristiano en una nación musulmana conlleva mucho riesgo y sufrimiento. Incluso países como Malasia, que se presenta como un modelo de moderación islámica, puede ser peligroso.
Los campos donde los cristianos malayos son torturados y obligados a regresar a la fe musulmana, son parte de los riesgos de vivir como cristiano en un país musulmán.
Gary Lane ha investigado cómo se trata ahí a los musulmanes convertidos al cristianismo en la musulmana moderada Malasia:
“Me uní a unos cristianos en una caminata por la selva - un viaje de dos horas desde la capital, Kuala Lumpur. Queríamos investigar un campamento aislado donde algunos cristianos conversos dicen que fueron llevados para obligarlos a regresar al Islam.
Estamos en una espesa selva a unos 300 metros del centro de reeducación. Este es un lugar privado, ya que pocos malayos no saben que existe y debemos atravesar la espesa selva para llegar.
Maniobrar a través de viñas y sobre barrancos es un poco traicionero. Cuando se acerca la oscuridad, usamos un machete para abrir un camino. Si nos detectan podríamos ser arrestados.
El verdadero trato a musulmanes convertidos al cristianismo
Finalmente vemos el campamento a través de un claro. El gobierno malayo llama a estas instalaciones centros de retiro. Supuestamente los musulmanes vienen voluntariamente a fortalecer su fe.
Pero en idioma malayo un rótulo dentro del follaje dice: "Centro de Purificación". Si estar aquí es voluntario, ¿por qué la fuerte seguridad del portón y el alambre de púas?
Algunos musulmanes convertidos al cristianismo dicen que han sufrido palizas y torturas en centros como éste.
Hablamos con alguien que no quiso salir en cámara por temor a ser llevado de vuelta a una de estas instalaciones de "purificación de la fe". El accedió a hablar, sólo si nos reservábamos su nombre.
El nos explicó cómo funcionarios religiosos trataron de reconvertirlo al Islam: “Ellos estaban enojados y querían matarme, pero no me dañaron físicamente. Sé de muchos a quienes sí. Te fuerzan a decir oraciones islámicas y el Corán, a hacer todo lo que debes hacer como musulmán. Nos tratan de forzar a creer lo que no podemos creer. Estos centros de reeducación provienen del poder de las tinieblas”.
Otro ex musulmán que llamaremos Nathan perdió sus bienes, trabajo y familia, cuando los oficiales se enteraron que se había convertido. El se esconde del gobierno, así que también protegemos su identidad.
Él insiste en que no volverá al Islam y que su pérdida es ganancia: “... Lo perdí todo. Eso importa? Jesús lo dijo en su palabra... Debemos buscar el tesoro eterno... He contado mi costo. Cuento mi costo y no me importa pagar por ello. Incluso si significa perder mi vida”.
Nos hemos unido a estos cristianos para un servicio a mitad de semana. También protegemos sus identidades.
Tradicionalmente los malayos son musulmanes. Hace cinco años había menos de 200 cristianos malayos en el país. Hoy, hay un estimado de 1.000 ó más. Ese crecimiento es un blanco para el gobierno y su departamento religioso.
Recientemente detuvieron la construcción de esta iglesia en el estado Kelantan. El Pastor Luzone de la Iglesia Kuala Betis comenta: “El líder del departamento religioso dijo que este es un lugar musulmán y la gente aquí es toda musulmana así que no tienen derecho de venir y evangelizarla.”