De lo que puede deparar la legislatura que expira
por Luis Antequera
Cada vez lo tengo más claro: esta legislatura a la que apenas queda ya poco más de un año, no termina bien. Contemplo dos escenarios posibles, y ninguno de ellos halagüeño.
El primero, el más difícil de imaginar y de aceptar, no por ello el menos probable, la bancarrota de España. Con las consecuencias de todos imaginables, entre las cuales, no la menos factible, el abandono del euro y la vuelta a la peseta. Una peseta, eso sí, nueva, cotizando a 250-350 pesetas/euro.
El Gran Ecónomo de Moncloa (tan capacitado que aprendió economía en dos tardes) ha reconocido que el 9 de mayo pasado fue de infarto. Si echan Vds. la vista atrás, grosso modo consistió en lo siguiente: España tenía “alguna” dificultad de atender sus compromisos de pago con el exterior y ante la tesitura, se presenta Angela Merkel, -en círculos económicos cercanos a Moncloa les gusta llamarla la Gran Fracasada-, advirtiendo de que toda posible ayuda –salvar a España no costaría menos de 600.000 millones de euros, el 60% de nuestro PIB- pasa por realizar “ya” unos ajustitos de trámite en el gasto público y una reformita laboral de nada.
A ZP, que naturalmente no se había enterado de nada (¿alguna vez se ha enterado nuestro Presidente de lo que le ronda?), le informa del tema Obama. "¡Anda, Barack, -le dice la Merkel- díselo tú, que no te hace caso más que a ti!". Quien, por cierto, no hace sólo de correveidile, sino que añade lo suyo: “Y ya te estás poniendo las pilas, guapito de cara, que a mi tú no me fastidias la pasta gansa que los fondos yankees han puesto en España, entre otras cosas, en la mierda esa de molinitos y espejitos con los que os estáis destrozando el país y con los que estáis pagando la electricidad más cara del mundo, aunque haya que reconocer que de tantos como ponéis, los hacéis como nadie”.
El Gran Ecónomo de Moncloa (tan capacitado que aprendió economía en dos tardes) ha reconocido que el 9 de mayo pasado fue de infarto. Si echan Vds. la vista atrás, grosso modo consistió en lo siguiente: España tenía “alguna” dificultad de atender sus compromisos de pago con el exterior y ante la tesitura, se presenta Angela Merkel, -en círculos económicos cercanos a Moncloa les gusta llamarla la Gran Fracasada-, advirtiendo de que toda posible ayuda –salvar a España no costaría menos de 600.000 millones de euros, el 60% de nuestro PIB- pasa por realizar “ya” unos ajustitos de trámite en el gasto público y una reformita laboral de nada.
A ZP, que naturalmente no se había enterado de nada (¿alguna vez se ha enterado nuestro Presidente de lo que le ronda?), le informa del tema Obama. "¡Anda, Barack, -le dice la Merkel- díselo tú, que no te hace caso más que a ti!". Quien, por cierto, no hace sólo de correveidile, sino que añade lo suyo: “Y ya te estás poniendo las pilas, guapito de cara, que a mi tú no me fastidias la pasta gansa que los fondos yankees han puesto en España, entre otras cosas, en la mierda esa de molinitos y espejitos con los que os estáis destrozando el país y con los que estáis pagando la electricidad más cara del mundo, aunque haya que reconocer que de tantos como ponéis, los hacéis como nadie”.
Pues bien, situación como la acontecida el pasado mes de mayo (nunca supimos los españoles lo cerca que estuvimos del precipicio), no es de descartar que vuelva a ocurrir. Unos días nos parece más lejana y respiramos. Otros días, como ayer, nos da la impresión de que ya está aquí y se nos ponen de corbata. En realidad, basta con conocer cuando tiene lugar los próximos picos importantes de vencimiento de deuda, -la deuda público-privada española es la más alta del mundo, casi tres PIB en total-, y día más, día menos, por ahí andará Garay.
Lo ocurrido en Irlanda, Portugal, Grecia –no digamos si a ellos se uniera Bélgica o Italia- no le hace, como puede entender cualquiera, ningún favor a España, ya que el fondo se agota, se agota, se agota... Hasta el día en que la Gran Fracasada, dice: “¡Se acabó! ¡No se pone un duro más!”. Aunque sólo sea porque a la pobrecita, tan fracasada ella, cada día le cuesta más explicárselo a sus compatriotas, que son muy burros, y es muy difícil convencerles de las muchas "bondades" que para ellos representa el soltar la pasta pa salvar a España. Y ese día, todas las economías-rémora se vuelven a su moneda, y se quedan en el euro las economías medianamente saneadas, entre las cuales no, desde luego, la española.
Lo ocurrido en Irlanda, Portugal, Grecia –no digamos si a ellos se uniera Bélgica o Italia- no le hace, como puede entender cualquiera, ningún favor a España, ya que el fondo se agota, se agota, se agota... Hasta el día en que la Gran Fracasada, dice: “¡Se acabó! ¡No se pone un duro más!”. Aunque sólo sea porque a la pobrecita, tan fracasada ella, cada día le cuesta más explicárselo a sus compatriotas, que son muy burros, y es muy difícil convencerles de las muchas "bondades" que para ellos representa el soltar la pasta pa salvar a España. Y ese día, todas las economías-rémora se vuelven a su moneda, y se quedan en el euro las economías medianamente saneadas, entre las cuales no, desde luego, la española.
Ante esta tesitura, el Gran Pensador de la Moncloa, como ya lo hiciera De la Rúa en Argentina (¡analistas del mundo, recordad el corralito, podría parecerse bastante a lo de aquí!), abandona la Moncloa en helicóptero, rumbo a lo desconocido. Resta saber quien será nuestro Duhalde (aunque yo me lo imagino, ¿a que Vd. también? Pues bien, a lo mejor al final, hasta hay una sorpresa y no es "Él").
Segunda tesitura: mal que bien, y con mucha ayuda de la Gran Fracasada y sin que los alemanes se mosqueen demasiado, se tira p´alante (con grandes sacrificios y desde luego, con el discursito ese de los derechos sociales a la porra), y ZP se planta ante las próximas elecciones sin haber tenido que abandonar la Moncloa en helicóptero. ¿Qué va a renunciar a renovar el sillón? ¡Si, hombre, que se cree Vd. eso! ¡Para rato va a aceptar el pesoísmo rampante, y ZP en particular, con lo bien que se vive en La Moncloa zumbando al PP, que eso el Presi lo borda, que a lo mejor era un buen momento de hacerse discretamente a un lado y rebajar unos añitos los michelines en la oposición! Y en la idea esa del Gran Estratega de Moncloa, elaboradísima como todas las suyas, de que mientras en España haya tensión, él gana elecciones, prepárense entonces para una batería de las buenas con toda la patulea de temitas a los que tan afectos es el pesoísmo zapaterita: cambios en el orden de apellidos, eutanasia, ley de cultos, objeción de conciencia, Valle de los Caídos, más memoria histórica, más República, más Franco, más proceso de paz, más cuotas, más multas por rotular... y cuantas cosas otras puedan llegar a imaginar (Vds. quizás no, pero ellos sí...) ¡Y si no, al tiempo!
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