De las inesperadas declaraciones de Fidel Castro sobre los judíos

            Después de declararse arrepentido del trato dispensado a los homosexuales en los años 60 por el régimen cubano del que él era su máximo representante, y de manera no menos sorprendente, reconocer que el sistema comunista no sólo es que no sea ya exportable, sino que no vale ni para los cubanos, cosa que parece haber descubierto después de pasar unos años en los famosos hospitales cubanos que tantas veces hemos tenido que elogiar para parecer modernos y no ser juzgados por los dictadores de lo políticamente correcto, se despacha ahora un reconvertido Fidel Castro con unas declaraciones absolutamente inesperables en su boca relativas, en esta ocasión, a los judíos y a la existencia de Israel.

 

            Lo hace en la prestigiosa revista norteamericana The Atlantic Monthly, fundada en 1857, entre cuyos fundadores se hallan escritores norteamericanos tan importantes como Lowell o Longfellow, en una entrevista que le realiza el periodista Jeoffrey Goldberg, autor en la misma revista de un artículo sobre Irán e Israel sobre el cual, sorprendentemente, quería charlar con él el mismísimo Fidel Castro en persona, por lo que lo llamó a comparecer a su presencia.

 

            Pues bien, una vez en La Habana y ante Castro, relata Goldberg que el líder de la revolución cubana le hizo afirmaciones en las que criticaba por ejemplo, la negación que el presidente iraní Ahmadinejad hiciera del holocausto judío, e invitaba al mandatario iraní a servir a la causa de la paz reconociendo lo insólito del holocausto y tratando de entender la preocupación de los israelíes por su existencia.

 

 

 

 

            Y termina el líder cubano, por lo que a la existencia de Israel se refiere, expresando el que el periodista denomina su “respaldo inequívoco”.

 

            Inesperado Castro, que ahora ejerce de anciano benemérito por encima del bien y del mal. ¡Qué no nos quedará de oír de su boca!