Ahora empieza lo mejor
por Jesús García
“Tenías razón. Es ahora cuando empieza lo bueno”.
Esta frase con tono a topicazo universal se hace eco una y otra vez estos días, cuando los peregrinos de Medjugorje van volviendo de sus diferentes peregrinaciones y se dan cuenta de que es verdad, de que es una gozada volver al día a día, a la rutina, y palpar que algo ha cambiado en su vida.
No ha sido ni el jefe ni el trabajo, eso todo sigue igual. Lo que ha subido no ha sido tu sueldo, sino el IVA. El barrio es el mismo. La hipoteca, la enfermedad, las penas de unos y las angustias de otros. Eso todo sigue igual. Incluso el Madrid sigue pareciendo el del año pasado... Pero no. Suelen pasar unos días, semanas acaso, para que tanta gente que viene con ese “tenías razón, ahora empieza lo bueno”, se de cuenta de que el cambio está dentro y no fuera. Lo cual, hace que nada sea igual.
Debo de parecer un paleto escribiendo en este blog siempre de lo mismo-con las excepciones futboleras-, pero es de lo que me pidió escribir el director de ReL. Ya sé que hay más peregrinaciones, mas lugares santos, preciosos, especiales, únicos. Cada cual sabe cual es su sitio. Gracias a mi trabajo y a otras excusas que se ha buscado nuestro buen Dios, he conocido muchos de ellos. Sin embargo, el aluvión de emails, sms’s y llamadas como los de estos días solo los vivo tras volver de este lugar en el que, sencillamente, si está ocurriendo lo que se dice que está ocurriendo, o no, pues da un poco igaul, porque enrealidad que más da que unos chicos vean a la Virgen si no la veo yo, y que más da que unos chicos vean a la Virgen si yo no me convierto. Y que más da que no la vean si... si Dios me da la vuelta.
El “lo bueno empieza ahora” lo juzgan los expertos con un “a ver cuanto le dura a este la conversión”, expresión ante la que sonrío cuando una persona se ha confesado tras diez años sin hacerlo, cuando una pareja de novios que viven juntos se vuelven de allí con un anillo de compromiso en el dedo, o cuando una niña de ojos anacarados deja a su chico para meterse en un convento, y los dos se lo toman con una alegría que da envidia.
Es verdad, lo bueno empieza cuando vuelves. Da pereza, incluso un poco de vértigo, pero no se puede ir por la vida diciendo: “Vaya, otra vez a lo de siempre”, porque lo de siempre, ya no es lo de siempre. Lo de siempre es nuevo cuando has visto en tu corazón cómo se las gastan en el cielo. Si de repente te sorprendes a ti mismo buscando
Buscas una comunidad, un grupo de oración, algo en lo que compartir lo que ahora es más importante para ti quitándole tiempo a lo que antes hacías, y eso también puede que sea nuevo. Si esto es así, no es que ahora empiece lo bueno, es que ahora empieza lo mejor.
Si todo sigue igual menos tú, entonces tú puedes hacer que nada siga igual. Con paciencia, con oración y confianza. Transforma tu alrededor, sonríele a la vida, dale caña mariana. Eres una bendición para el mundo cuando has vivido una experiencia de Dios. Vuelve, dalo todo. Los que no han vivido una experiencia de Dios, te necesitan. Y si conviven contigo un buen número de horas al día, lo siento. Ellos no lo saben, pero de alguna manera, ya están dentro. Y no te preocupes cuando el desierto aparezca ante tus ojos. Antes de que te des cuenta, estarás nuevo… de nuevo. Es necesario para el crecimiento.
Os copio el último testimonio que he recibido esta misma mañana de un peregrino que vino al Festival de Medjugorje. Y demos gracias a Dios.
Hola a todos/as!
Os mando lo que yo viví con vosotros esos maravillosos días:
Ganado el Jubileo en Santiago de Compostela, voy a ver a
La fe que me inspira esa sonrisa me ayuda a entender el fenómeno de las apariciones con claridad lo que atenúa la curiosidad natural por experimentar milagros. El objetivo es otro: acompañar a
Sin embargo los milagros vienen, lo sobrenatural se da con clarividencia y sin margen para la duda, en la intimidad y a la vista de todos: son como guiños divertidos de Dios que parece decir: sé que crees pero por si alguna vez te falta la fe esto te ayudará… Es el cariño del Señor con detalles de Padre que quiere que vaya al Cielo y que se desvive por salvarme.
Estoy viviendo un retiro espiritual en el que no hay que estar callado para escuchar la voz de Dios; ésta la percibo en la sonrisa y en los testimonios de otros peregrinos, nuestros iguales, que indican caminos que nos llevan a Dios o nos espolean a inventar el nuestro propio con paso firme; en las oraciones que no sólo se rezan, también se cantan y bailan, como queriendo hacer sonreir al Cielo; El Cielo sonríe al ver movimientos corporales y canciones que expresan muy bien universalidad de
Y las emociones no se terminan:
Es un cariño el de
Noto que, inmerecidamente, soy el blanco de las gracias de Dios, quien quiere que mi alma se purifique mediante
Busco momentos que me roben el aliento y los encuentro. Los encuentro y disfruto cada vez que recibo al Señor y le adoro. Uno entiende el porqué del enfado de Satanás cuando me ve de rodillas poniendo el corazón como alfombra para el Amor de los Amores.
El Señor me lleva al Tabor pero también me muestra el sufrimiento en su plan. El viaje, como respuesta a una cariñosa llamada de