Cómo convertirnos en «pacientes»
Concluíamos un artículo anterior citando a Philip K. Dick, que profetizaba sociedades dominadas por psicópatas que nos convierten en 'pacientes'. Pero, ¿cómo se logra esta metamorfosis? Ante todo, resulta fundamental lograr el aislamiento metódico del sujeto a través de la dependencia tecnológica, privarlo de las tradiciones que dan consistencia y espesor a sus días, evitar que en su juicio sobre la realidad intervenga la experiencia acumulada por quienes le precedieron. Una vez que se ha logrado esta labor desvinculadora, resulta muy sencillo presentar un mundo acechado por amenazas incoercibles (el cambio climático, el virus letal de temporada, etcétera) o por monstruos de ideologías malvadas que sólo puede ser derrotados si el sujeto acata las formas de vida que los demagogos sistémicos le imponen.
Para encerrar a la pobre gente engañada en esa ficción psicótica, es muy importante desarrollar técnicas de manipulación social. Como señalaba Edward Bernays, el sobrino de Freud, en su obra clásica Propaganda, "la manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones de las masas es un elemento importante de la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo invisible constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder. Somos gobernados, nuestras mentes con moldeadas, nuestros gustos son definidos y nuestras ideas son sugeridas en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar". Esta labor de persuasión oculta es 'pluridisciplinar' –medios de comunicación, demoscopia, etcétera– y tiene como cometido primordial instilarnos las 'percepciones' convenientes, de tal modo que toda noción firme sobre la realidad se derrita y difumine, hasta volatilizarse. Y esas 'percepciones' se instilarán siempre del modo más 'riguroso' posible, con apelaciones a la 'ciencia' o a la 'estadística', que la gente idiotizada deglutirá como si fueran verdades reveladas, sin detenerse a pensar, sin poder pensar ya, convertida en rebaño de fanáticos capaces de defender con su propia vida la 'inmunidad de rebaño' o la 'huella de carbono', o los índices de contagio o dióxido de carbono que han leído en su medio de cretinización de masas favorito. Así, imbuyendo 'percepciones' avaladas por la 'ciencia' y la 'estadística' se puede hacer creer a los pacientes, por ejemplo, que el pasado mes de julio –uno de los más frescos que uno recuerde– ha vivido bajo el peligro constante de un calor apocalíptico.
Los manipuladores sociales pueden inventar a su gusto la realidad, sabiendo que los individuos viven tan felices en su burbuja epistemológica. Y se dedican a gestionar, construir y manipular las percepciones que les benefician, a la vez que tachan de paranoica o conspiracionista toda percepción disidente que ose contrariar las que ellos fabrican (y de bulos o fake news todas las informaciones que desafían la propaganda oficial). Así los psicópatas nos convierten en pacientes.
Publicado en ABC.