Domingo, 29 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

Homofobia, en tu nombre se siguen cometiendo muchas injusticias


Posiblemente, parte de ese rechazo de algunos grupos homosexuales hacia la Iglesia procede de la afirmación que ésta hace de que es posible salir de la homosexualidad. ¿Se puede?

por Jorge Enrique Mújica

Todo ser humano debería tener claro que las personas homosexuales gozan de la misma dignidad humana y merecen, por ello, ser respetadas. Pero ese respeto en cuanto seres humanos no significa que tengan más derechos que el resto de las personas que no comparten, e incluso disienten, de su inclinación o práctica sexual. Uno de los argumentos de propaganda que más suelen usar los grupos homosexuales cuando se enfrentan a opiniones que les discuten su orientación, es la de la homofobia. Ese término fue utilizado por vez primera en el desfile del gay pride de 1999 y, desde entonces, es la palabra clave que imposibilita todo cuestionamiento, la forma de banalizar cualquier opinión y el modo de estigmatizar el disenso. Cada vez se extiende más la fobia excesiva, ante lo que no es homofobia, como forma de pensamiento por la cual la sociedad acepta pasivamente una conducta sin preguntarse si está bien o si está mal moralmente. Se suele presentar la homosexualidad desde una perspectiva emocional donde parecía algo tétrico alzar la voz para divergir. Entre sentimientos y banalizaciones, diferentes grupos de homosexuales se han dado a la tarea de imponer una suerte de censura que, como en otro tiempo el César, alza o inclina el dedo para decidir que sí y que no puede seguir conviviendo, de acuerdo a sus intereses. La censura rosa: adopciones, estigmatizaciones y datos inflados A mediado de octubre de 2008, el magistrado Elio Braz concedió a una pareja de varones la adopción de dos niñas de 5 y 7 años en Recife, Brasil. La resolución fue la primera de este tipo en la historia de ese país. En declaraciones posteriores, el juez afirmó que su decisión estaba motivada por hacer del hecho un precedente para que las personas homosexuales puedan adoptar de modo regular en Brasil. El caso brasileño contraste con uno español. Condenado por retrasar la adopción de una niña por parte de una pareja de lesbianas, el caso del juez Fernando Ferrín Calamita ha trascendido las fronteras. Calamita ha debido pagar con su propio puesto la osadía al ser sentenciado a dos años, tres meses y un día de inhabilitación para empleo o cargo público, más una indemnización de 6,000 euros para la pareja de lesbianas y los pagos del costo de procedimiento (unos 10 mil euros). En entrevista al diario ABC (Cf. 13.12.2008) declaró: “no tengo nada en contra de las personas homosexuales, ni les odio como dice el fiscal. Simplemente velo por el interés superior de los menores, porque hay estudios contradictorios sobre los efectos de la adopción por parejas del mismo sexo”. Padre de 7 hijos, ha quedado suspendido y sin la posibilidad de cobrar sueldo. Una plataforma de asociaciones ha manifestado su apoyo y cercanía a Calamita poniendo en marcha la web www.juezcalamita.com, recaudando 30 mil euros para manutención de su familia y declarando que la justicia no puede estar sometida a la ideología del género y del lobby gay. Para comenzar el año 2009, dos niños escoceses de cinco y cuatro años fueron dados en adopción a una pareja de homosexuales. Quizá el hecho pudo haber pasado desapercibido pues en el Reino Unido las casas de niños huérfanos y casas de cuna, incluso las confesionales, están obligadas a darlos en adopción también a parejas gays. Pero el caso de los niños Josh y Chloe es un poco más especial. Los servicios sociales de Edimburgo retiraron la custodia a los dos abuelos (él de 59 y ella de 46 años) por considerar más aptos a los adoptantes y muy ancianos a ellos. Tras dos años de lucha por conservarlos y ante la imposibilidad de continuar pagando a los abogados, los abuelos han tenido que desistir. “Me rompe el corazón pensar que nuestros nietecitos están obligados a crecer en un ambiente familiar privado de la figura materna. Nosotros no tenemos prejuicios en relación con los gays, pero me resisto a explicarme como una elección como ésta pueda ser tomada como la mejor en relación con los niños”, declaro el abuelo al Daily Mail. El caso no ha estado exento de polémicas en Escocia, país que permite la adopción a homosexuales desde 2006, no obstante una consulta popular que reveló que el 90% de la población estaba contra esa medida. En el mismo Reino Unido, una nueva normativa presentada por la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología permite que las mujeres con hijos concebidos por fertilización artificial puedan nombrar como “segundo padre” a la pareja lesbiana o algún amigo. Lo de los “hijos” no es todo. En Estados Unidos, una mujer negra, Crystal Dixon, fue despedida del cargo de vicepresidenta de recursos humanos en la universidad de Toledo en mayo de 2008 por pensar que los “derechos” homosexuales no pueden estar al mismo nivel que la lucha por los derechos civiles. El 1 de diciembre de 2008 la agencia francesa I-Media realizó una entrevista al representante de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore. Una de las preguntas, concretamente la tercera, iniciaba recordando que Francia tenía la intención de presentar una propuesta para pedir la “despenalización” de la homosexualidad en el mundo para luego formular la interrogante directamente: “¿Cómo reacciona ante esta propuesta?”. Mons. Migliore respondió: “Todo aquello que va en favor del respeto y de la tutela de las personas es parte de nuestro patrimonio humano y espiritual. El Catecismo de la Iglesia Católica dice, y no desde hoy, que en el trato con las personas homosexuales se debe evitar todo marco de injusta discriminación. Pero aquí la cuestión es otra. Con una declaración de valor político, firmada por un grupo de países, se pide a los Estados y a los mecanismos internacionales de actuación y control de derechos humanos agregar nuevas categorías protegidas por la discriminación. Por ejemplo, los Estados que no reconocen la unión entre personas del mismo sexo como “matrimonio” serán puestos a la caza y hechos objetos de presión”. Inmediatamente se tergiversó la declaración y grupos activistas gays comenzaron una caza mediática. La respuesta, que en su contenido no tiene ninguna alusión que huela a ataque contra un grupo concreto, se interpretó como tal. ¿Y es que no resulta positiva una despenalización de la homosexualidad como medio para la no discriminación? Como dejó ver Mons. Migliore y declaró luego el portavoz de la Santa Sede, “no sólo se busca despenalizar la homosexualidad, sino introducir una declaración de valor político que puede derivarse en sistema de control, según los cuales, toda norma –no solo legal, sino también relativa a la vida de los grupos sociales o religiosos– que no ponga exactamente en el mismo nivel toda orientación sexual podría ser considerada como contraria al respeto de los derechos del hombre”, lo que “puede convertirse en instrumento de presión o discriminación ante quien, sólo por poner un ejemplo muy claro, considera que el matrimonio entre un hombre y una mujer es la forma fundamental y originaria de la vida social”. En 2003, Buenos Aires fue la primera ciudad de América Latina que posibilitó la unión civil entre personas del mismo sexo. Entonces esperaban una estampida de parejas dispuestas a casarse pero, con el paso del tiempo, más bien todo sugiere un hinchamiento de cifras. Según datos del periódico La Nación (Cf. 18.11.2008) ha disminuido al 20% la demanda actual. Las separaciones han estado a la orden del día. Uno de los ejemplos de esta recaída, si bien es en otro polo del globo terráqueo, es el de la primera pareja de lesbianas que impuso el “matrimonio” gay en Massachussets. Julie y Hillary, quienes lograron que el Tribunal Supremo del Estado modificara el significado de matrimonio y el de institución familiar con una ley que les permitió unirse el 17 de mayo de 2004, se separaron a los 2 años y, según The Boston Herald, ahora quieren el divorcio. Tras él, no obstante, ambas seguirán ejerciendo la patria potestad sobre Annie, una niña de 12 años que ambas tienen en adopción. Frank Vespa-Papaleo es el juez de la División de Derechos Civiles de New Jersey y conocido por su postura política a favor de la homosexualidad. A finales de 2008 sentenció que la Methodist Ocean Grove violó las leyes anti discriminación del Estado al no haber alquilado el pabellón Boardwalk para celebrar una unión civil entre una pareja de lesbianas. Los metodistas apelaron alegando que no se puede rentar un centro que les pertenece para hacer algo que va contra su ideario cristiano. Patólogo forense de profesión, Mario Matsakis es eurodiputado por el Partido Demócrata de Chile. En diciembre de 2008, Matsakis solicitó no recibir más información de un lobby gay que por entonces presentó una exposición en el Parlamento Europeo a favor de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. “Los niños que viven con parejas homosexuales no tienen el mejor ambiente para su desarrollo, ese es mi punto de vista”, declaró entonces. Esas palabras le ganaron un acoso y no pocas amenazas que le llevaron a expresar al presidente de la eurocámara, Hans Pöttering, la situación que estaba sufriendo. El homosexualismo político cuenta con abiertos exponentes. Algunos gobiernos afines colocan en la cúspide del poder a quienes puedan impulsar los postulados de base. Es el caso de la administración de Barak Obama. Según un informe el Instituto Efrat, recogido en Hispanidad.com (Cf. 19.01.2009), el presidente de Estados Unidos inculcará a través de la educación las ideas necesarias para promover la “cultura del género”. Islandia es el primer país que cuenta, desde finales de enero de 2009, con una jefa de gobierno abierta y declaradamente lesbiana. Se llama Johanna Sigurdardottir, tiene dos hijos nacidos de un matrimonio heterosexual en la juventud, cuenta con 66 años, pertenece políticamente a los socialdemócratas y, desde 2002, vive en unión con la periodista Jonina Leosdottir. Ya se ha convertido en la bandera de algunos grupos. Antes de Sigurdardottir, en 2002, el noruego Per-Kristian Foss fue el primer homosexual en ocupar el puesto de primer ministro, aunque sólo fue por un periodo breve. Fue por esas fechas cuando contrajo “matrimonio” con el magnate de la prensa Jan Erik Knarbakk. ¿Hay más homosexuales que afiancen o hayan consolidado con su presencia el homosexualismo político? Según Pablo Ginés (Cf. Nueva primera ministra lesbiana de Islandia, otro ladrillo en el edificio del lobby gay, ForumLibertas.com 06.02.2009) sí. Ahí está el caso de Roger Karoutchi, actual ministro francés de relaciones parlamentarias; o Matthew Parris, diputado conservador en Reino Unido de 1979 a 1986. Ciertamente no son sólo las personas, sino también las iniciativas, las que buscan robustecer la aceptación pasiva de la homosexualidad. El ayuntamiento de Barcelona anunció a inicio de febrero de 2009 que para 2010 construiría una biblioteca especializada en temas del homosexualismo. Según el concejal de derechos civiles de la ciudad condal, se trata de una necesidad social. La Generalitat de Cataluña forma parte de la Internacional Gay (ILGA) desde hace un par de años y no es la primera iniciativa de este tipo. De hecho, las bibliotecas públicas de la red de la diputación y el ayuntamiento de Barcelona, han ofrecido sesiones de personas que narran cuentos para niños con personajes homosexuales como protagonistas. Los folletos que han promovido la iniciativa tienen frases como la siguiente: “¿De quién te enamorarás, de Marta o de Andrés? No lo sé”. Las distorsiones, culpables o por ignorancia, también forman parte de la estigmatización homosexual. En un artículo de la revista Newsweek del 15 de diciembre de 2008 sobre homosexualidad, firmado por Lisa Miller, la autora identifica a la figura bíblica de Agar como un esclavo varón con el cual el patriarca Abraham habría tenido relaciones sexuales. Según el relato bíblico las relaciones sucedieron, pero Agar es claramente una mujer con la cual concibe un hijo al que se llamará Ismael. El artículo de Miller fue ampliamente criticado por tomar citas bíblicas fuera de contexto. Acciones con valor A pesar de un panorama que desalentaría alzar la voz para reivindicar la verdad, hay quienes se mantienen a la vanguardia en la defensa de los valores humanos. En definitiva, no se trata de estar contra alguien o algunos, sino de ayudar a la sociedad. El 10 de octubre de 2008, la agencia France Press informó que el Parlamento de Portugal rechazó dos propuestas de ley impulsadas por partidos minoritarios que pedían la regulación del “matrimonio homosexual” en ese país. Dos meses más tarde, el Tribunal Constitucional de Hungría anuló una ley parlamentaria de diciembre de 2007 que otorgaba a las parejas de hecho, incluidas las homosexuales, los mismos derechos que a los matrimonios. ¿El motivo? La Constitución del país reconoce un estatuto y protección especial en el artículo 15 “a la institución del matrimonio y la familia”. La respuesta del primer ministro no se hizo esperar. El socialista Ferenc Gyurcsány anunció que el gobierno prepararía una propuesta de ley exclusiva para regular las uniones homosexuales. Tras casi medio año de boicot promovida por la American Family Association de Estados Unidos, McDonald´s, una de las empresas que más habían apoyado a lobbys homosexuales, se declaró neutral sobre los temas de la agenda gay. La medida de la compañía de comida rápida incluyó la renuncia del ex vicepresidente a ocupar un puesto en el consejo de administración de la Cámara de Comercio de Gays y Lesbianas de Estados Unidos. En California, en noviembre de 2008, las familias dieron un revés a la imposición que incluía dentro de la definición de matrimonio la unión de dos hombres o de dos mujeres, en lo que se ha considerado la mayor derrota del homosexualismo político. Ya en un referéndum del año 2000, los ciudadanos refrendaron una proposición que dejaba claro que el matrimonio en ese Estado sólo era posible entre un hombre y una mujer. No obstante, en 2004 Gavin Newson, alcalde de San Francisco, comenzó a dar licencias municipales de matrimonio a parejas gays. El 15 de mayo de 2008, contrario al deseo popular, el Tribunal Supremo de California dictaminó (4 votos contra 3) que “casarse” también era un derecho entre personas del mismo sexo. La inconformidad no se hizo esperar. Numerosas organizaciones lograron que se llevara a las urnas nuevamente el asunto con una Proposición, la 8, que buscaba revertir la decisión del Tribunal. Los colectivos homosexuales estuvieron apoyados con 30 millones de dólares invertidos en propaganda a favor de la Proposición número 8. ¿De dónde venían los donativos? De gigantes como la energética Pacific Gas and Electric Co (250 mil dólares), Apple (100 mil dólares) o el Partido Demócrata de California (100 mil euros), hasta particulares como Brad Pitt y Angelina Jolie (100 mil dólares), el presidente de Google, Sergey Brin (100 mil dólares), el multimillonario Jon Stryker (1 millón de dólares), George Lucas (100 mil dólares), Steven Spielberg (100 mil dólares) o el millonario David Maltz (1,1 millones de dólares). Durante los días anteriores a la votación, Google permitió la exhibición de publicidad pro gay a favor de la Proposición número 8, hecho duramente criticado por representantes de portales como Peter Kirn, de Create Digital Music. A pesar de la victoria de los pro familia natural, el Tribunal Supremo está estudiando trucos legales para cancelar la voluntad del pueblo. Cuatro de los 7 jueces del Tribunal (Ronald M. George, Marvin R. Baxter, Joyce L. Kennard y Carlos R. Moreno) apoyan la agenda del homosexualismo político. ¿De dónde más llegan las ayudas monetarias a los lobbys gays? Mricosoft, Goldman Sachs, Pfizer o Toyota. Recientemente el presidente de la American Family Association expresó su malestar por la postura de Pepsi, quien, según el mismo Donal Wildmon, “se niega a dar dinero a cualquier organización a favor de la familia que se oponga a la agenda homosexual”. En los últimos años, Pepsi ha dado más de un millón de dólares a grupos que promueven la homosexualidad. En febrero de 2009, un juzgado de California falló a favor de cuatro bomberos de la ciudad de San Diego que fueron obligados a participar en un desfile gay donde fueron acosados sexualmente y agredidos de forma verbal. Charles S. LiMandri, abogado de estos cuatro padres de familia casados, señaló que el hecho hará que las autoridades se piensen dos veces el obligar a las personas a participar en aquello que no va con sus principios. En todo este ambiente, no deja de ser un acto de mayor valor publicar datos estadísticos que desaconsejen la práctica homosexual. De acuerdo al reporte 2007 del Comité Independiente Anti Sida, la infección de esta enfermedad en España se da mayoritariamente entre la población homosexual. Los datos muestran que el 42,8% de los diagnósticos de ese año, con una tendencia progresiva del 26,4%, desde 2003, pertenece a la comunidad gay. ¿Cristianos homófobos? ¿Se puede salir de la homosexualidad? No pocas veces se suele relacionar el tema de la homofobia con la religión, concretamente con la católica. ¿Tiene sustento la relación? Un estudio publicado en el Journal for the Scientific Study of Religion, revista auspiciada por la Sociedad para el Estudio Científico de la Religión (www.sssrweb.org), dice que no. Investigadores del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad americana de Baylor llevaron a cabo un experimento que arrojó resultados contundentes con mujeres de arraigadas convicciones cristianas. ¿Los resultados? Lo que les molesta a los cristianos no es la orientación, sino el comportamiento. Posiblemente, parte de ese rechazo de algunos grupos homosexuales hacia la Iglesia procede de la afirmación que ésta hace de que es posible salir de la homosexualidad. ¿Se puede? En noviembre de 2008, Marta Lozano presentó un libro-testimonio titulado “Una historia sobre el maltrato y la homosexualidad” (Editorial CCS). En él narra su vida y cómo logró la paz tras años de luchas contra su tendencia homosexual: “Antes simplemente no me sentía mujer. Ahora, en cambio, me siento plenamente identificada con el sexo femenino y sobre todo, me siento mucho más a gusto conmigo misma, más sosegada y con paz interior. Mi vida social y personal también ha variado sustancialmente. Ahora me siento más libre y más feliz, me relaciono más y mejor con la gente, en mi trabajo me encuentro más satisfecha y me ilusiona mi futuro”. No es el único caso. Luca Tolve es un ex homosexual italiano ahora felizmente casado con Teresa y ha estado en el ojo del huracán en su país desde finales de enero de 2009. ¿La razón? Luca pertenece a un grupo religioso católico llamado Lot (www.gruppolot.it). En él es posible, ayudándose de las enseñanzas del programa Livings Waters, hacer un camino para superar la orientación homosexual. El testimonio de Luca no ha sido bien recibido por la comunidad homosexual, especialmente por Arcigay, cuyo presidente nacional, Aurelio Mancuso, ha llegado a decir: “La jerarquía católica debe saber que la paciencia de los homosexuales italianos se acabó desde hace tiempo y es hora de actuar de una manera más dura” (Cf. Tempi, 29.01.2009). “Me sentía solo, faltaba algo […] Busqué respuestas en el budismo y esta experiencia me ayudó sobre todo a darme cuenta del mundo material en el que estaba inmerso”. Pero reflexionando recordó a la Virgen María y se dio cuenta que no tenía nada que hacer en un templo budista. Se fue a casa, tomó un Rosario y comenzó a recitar lo poco que recordaba de sus oraciones de niño. “Fue un periodo muy confuso, pero estaba convencido de haber encontrado alguien en quien confiar. No salía de casa sino para ir a misa”. Paralelo al caso de Luca Tolve, ha estado la canción del conocido cantante Povia quien participó en el festival de Sanremo con la interpretación “Luca era gay” (Luca fue gay) a pesar de la cruzada que comprendió una marcha el 21 de febrero pasado en su contra. Y en esta ficticia relación católicos-homofobia, ¿qué dice en verdad la Iglesia? En un documento de carácter oficial y de enorme valor, el Catecismo de la Iglesia Católico, el número 2358 dice que los homosexuales deben ser “acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor, las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”. Más adelante, en el número 2359, les explica el llamamiento que les hace Cristo: “están llamadas a la castidad. Mediante las virtudes de dominio, educadoras de la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”. Jorge Enrique Mújica, LC
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