Imagine
Imagine que la CONFER hace autocrítica por primera vez en décadas. Imagine que la FERE planta cara de verdad a la EpC de Zapatero y Pepiño Blanco. Imagine que la patronal de los colegios católicos deja de mirar con condescendencia ensoberbecida a los padres objetores.
Imagine que todas las monjas de clausura de Montserrat se dedican a ser fieles al carisma de sus órdenes. Imagine que no se convierten en burdas veneradoras de un abortista como Obama. Imagine que la Iglesia decide exclaustrar a quienes son motivo de escándalo por ello. Imagine que la Iglesia va más allá y se pone manos a la obra para reformar radicalmente todas las órdenes religiosas que se han apartado del espíritu de sus fundadores. Imagine lo que eso supondría para el bien espiritual de todos los fieles. Imagine que eso evitaría la desaparición, lenta pero segura, de los pámpanos que tanto buen fruto han dado durante siglos. Imagine que en relación a la situación de los religiosos no se intenta tapar el sol con un dedo, ni la realidad con lenguaje eclesial más propio de la diplomacia política vaticana que del alma pastoral que debe velar por la salud de la Iglesia. Imagine que la CONFER hace autocrítica por primera vez en décadas. Imagine que la FERE planta cara de verdad a la EpC de Zapatero y Pepiño Blanco. Imagine que la patronal de los colegios católicos deja de mirar con condescendencia ensoberbecida a los padres objetores. Imagine que imitan al Juan que estuvo en la cruz junto a Cristo y no a los apóstoles que huyeron como cobardes o al que traicionó al Señor por treinta miserables monedas de plata, a las que hoy se llama concierto económico. Imagine lo que diría hoy San Ignacio de Loyola. Imagine lo que diría hoy San Juan Bosco. Imagine lo que diría hoy San José de Calasanz. Imagine lo que diría hoy San Francisco de Asís. Imagine lo que diría hoy San Benito. Imagine. Luis Fernando Pérez Bustamante
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