Nombramientos episcopales en Lleida y Girona
Después del nombramiento como cardenal de Martínez Sistach y la entrevista del Cardenal Carles con el Papa Benedicto XVI, comentábamos que a pesar de estar jubilado, el Cardenal Carles iba a ser decisivo para el nombramiento de futuros obispos catalanes. No nos equivocábamos.
Los nombramientos de del obispo Joan Piris para Lleida y del Rvdo. Francesc Pardo para Girona, en la festividad de la Virgen del Carmen, conllevan una serie de consideraciones que queremos hacer desde Germinans Germinabit: 1.-El fracaso de los candidatos del “progresismo” Desde que Benedicto XVI dirige la barca de la Iglesia, al progresismo le está costando mucho colar alguno de sus candidatos para obispo. Se ha visto en los recientes nombramientos en España y ahora quedaba la asignatura pendiente de Cataluña. Todo un cardenal y arzobispo de Barcelona no ha podido colocar como auxiliar suyo al Rvdo. Josep Maria Turull, en Roma tienen suficientes datos negativos de él, algunos proporcionados por nosotros mismos, y su candidatura ha sido completamente desestimada En Gerona el obispo Soler Perdigó con el apoyo de los sectores más progresistas de la diócesis ha promocionado la candidatura del Rvdo. Sebastià Taltavull, otro fracaso y eso que en estos momentos está ocupando un cargo, aunque sea segundón, en la Conferencia Episcopal Española. Estos nombramientos son una confirmación de que los candidatos del “progresismo” por muy moderados que aparentemente nos los presenten, no cuelan en Roma, así que los obispos tomen nota y presenten otro tipo de candidatos, los que responden al estilo que Benedicto XVI quiere para la Iglesia. 2.-La influencia de Don Ricardo en Roma y la nula influencia del cardenal Sistach Después del nombramiento como cardenal de Martínez Sistach y la entrevista del Cardenal Carles con el Papa Benedicto XVI, comentábamos que a pesar de estar jubilado, el Cardenal Carles iba a ser decisivo para el nombramiento de futuros obispos catalanes. No nos equivocábamos, el obispo Píris Frígola fue vicario del cardenal Carles cuando éste era párroco en Valencia. Don Ricardo siempre ha hablado de él maravillas, y no hay duda alguna que ha sido siempre su valedor ante Roma, primero para que fuera a Menorca y ahora a Lleida. En el caso del Rvdo. Francesc Pardo es evidente que Don Ricardo ha sido también quien lo ha promocionado. Recordemos que Pardo formado en las filas de la “U” (Unió Sacerdotal), se declaró en rebeldía contra este grupo de sacerdotes al dar su apoyo total al cardenal Carles, cuando éste era arzobispo de Barcelona, ésta decisión le trajo el odio y el desprecio más absoluto por parte de este grupo de sacerdotes rebeldes que jamás le perdonaron semejante “traición”. Don Ricardo no olvida el calvario que pasó éste sacerdote y ha querido interceder para premiar su fidelidad a él y a la Iglesia. Todo lo contrario podríamos decir del actual arzobispo de Barcelona, el cardenal Sistach, no logra colocar a ninguna de sus piezas, ya no entre las otras diócesis catalanas sino en la suya propia como auxiliar, provocándose una situación escandalosa con la prórroga indefinida del obispo Carrera. Como ya hemos dicho en otra ocasión hay cardenales y cardenales, unos se han ganado la confianza de Roma y otros aún no saben a qué puerta llamar. 3.-Un premio para la diócesis de Terrassa El nombramiento del Rvdo. Francesc Pardo es un reconocimiento a la diócesis de Terrassa de la que ha sido hasta ahora vicario general. Roma está muy contenta de cómo van las cosas en este nuevo obispado con monseñor José Angel Saiz a su cabeza. Terrassa ha marcado un estilo, una forma de entender la Iglesia y de vencer al secularismo catalán con acciones adecuadas y efectivas, prueba de ello es el Seminario y la mayoría de las instituciones diocesanas. Terrassa es un modelo a imitar, los que quieran seguirlo obtendrán sus frutos pastorales (y no nos referimos a obispos sino al Pueblo de Dios) los que apuesten por otros modelos como el de Barcelona o el de Girona hasta ahora, solo recogerán fracasos y una Iglesia en clara regresión. 4.-Otro obispo valenciano, porque la iglesia es universal El obispo Piris es valenciano, como lo es el de Tortosa (Salinas) o el de Sant Feliu (Cortés). Tres obispos valencianos para Cataluña. Con ello se refuerza la idea de que la Iglesia católica es universal, Roma no quiere saber nada de ese independentismo político y religioso que excluye todo lo que no sea 100% catalán. Tantos años de pastoral mal hecha en Cataluña han dejado también la cantera de candidatos a obispo bastante mermada, todo lo contrario que en Valencia, donde se ha seguido siempre otra línea eclesial y donde se ha formado un verdadero “seminario” de candidatos al episcopado. 5.-Nombramientos ponderados para evitar la revuelta Roma no quiere escándalos ni revueltas, lo demostró con el nombramiento de Martínez Sistach como arzobispo de Barcelona, desbancando la candidatura de “Derribos Ureña”. Es por ello que aún siendo fiel a la línea actual de nombramientos episcopales no ha querido hacer sangre, es decir el nombramiento de algún obispo que viniera con el látigo a poner orden, provocando una auténtica guerra civil en la diócesis. Los nombramientos de Piris y Pardo no pueden ser considerados como provocadores. Nadie puede decir que son ultraconservadores, integristas o incluso anti-catalanistas, son personas moderadas y conciliadoras que defenderán la doctrina de la Iglesia lo mejor que puedan o sepan en sus nuevas diócesis. Germinans germinabit
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