De ese fraile que inventó el pentagrama, Ugolino Urbevetano de Forlì

 
 
            Una de tantas y tan poco reconocidas aportaciones de los hombres de la Iglesia al mundo del saber, de las artes, de las ciencias y de los divertimentos.
 
            Ugo Urbevetano (toponímico de Orvieto) de Forlí es, efectivamente, el inventor del pentagrama, ya sabe Vd. el conjunto de cinco líneas que sirve para notar los sonidos musicales que hoy es de unánime utilización entre los músicos, aunque a lo mejor era más correcto presentarlo como el que añade la quinta cuerda al tetragrama que hasta entonces se utilizaba desde los tiempos del canto gregoriano, uno de esos hitos imprescindibles en la historia de la música. Otro día dedicaremos también una entradita en esta columna que no se la dedica a cualquiera al creador del tetragrama que regía antes de que Fr. Ugolino tuviera la genial idea de añadirle una línea más.
 
            Ugolino Urbevetano da Forlì nace en la ciudad de Forlì en Italia hacia el año 1380, hijo de Francesco, originario di Orvieto, razón a la que debe su apelativo del Urbevetano, nombre que también lo fue de un importante teólogo contemporáneo de él, razón por la que acostumbra a ser referido como Ugolino da Forlì. Consta de su presencia entre los canónicos de la catedral de Forlì en 1411 así como de su asistencia al importantísimo Concilio de Costanza celebrado entre 1414 y 1418, como representante de su diócesis de Forlì. También le vemos como cantor de la Catedral de Florencia hacia 1416.
 
            De vuelta a Forlì, se convierte en el Archidiácono de la Catedral y según parece, maestro di cappella. En 1426 actúa en Ferrara con ell coro de la Catedral de Forlì. Poco después nos lo encontramos vicario episcopale ad interim, en ausencia del obispo, y el 4 de febrero de 1428, entre los testigos oculares del milagro de la Madonna del Fuoco.
 
            Elegido diácono de la Catedral de Ferrara en 1429, Ugolino se ve envuelto en la vida política de su época desde el partido güelfo propapal, lo que le valdrá el exilio por su oposición a los Ordelaffi, señores de Forlì, del partido guibelino.
 
            Entre 1430 y 1440 escribe su importante tratado en cinco libros titulado “Declaratio musicae disciplinae” y comenta el tratado “De musica mensurata”.
 
            En 1448 nos lo encontramos arcipreste de la Catedral y vicario del Cardenal Pietro Barbo, futuro papa Pablo II, que por lo que a nosotros concierne, es el convocante del quinto jubileo y responsable de que en adelante y hasta le fecha, se declaren cada veinticinco años (puede pinchar aquí si el tema le interesa). De hecho, Fr. Ugolino alcanzará n 1449 la importante posición de secretario papal.
 
            Pasado el 1457 Ugolino di Forlí nuere en Ferrara.
 
            Y esto es todo por hoy, queridos amigos. Con el recuerdo del gran fraile al que la música debe la quinta cuerda del pentagrama, les dejo no sin desearles una vez más que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Seguimos mañana.
 
 
            ^©L.A.
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