Cómo reaccionamos
CÓMO REACCIONAMOS
La esperanza puede reforzar el amor,
y la fe hace posible la resignación.
-Louisa May Alcott-
No pocas veces en la vida se nos vienen abajo todos los sueños, no por falta de acometividad, de intrepidez o de ilusión, sino porque las circunstancias se encargan de truncar nuestros proyectos.
—Tengo veinte años y soñaba con ser deportista de élite para representar a mi país en las olimpiadas. Tuve una sería lesión que trochó mi carrera deportiva. Solo puedo hacer gimnasia de mantenimiento y con prudencia.
—Siempre fui emprendedor y creé una empresa con treinta trabajadores. Todo iba viento en popa hasta que apareció la crisis. Ahora estoy en el paro.
—La gran ilusión de mi marido y mía al casarnos era crear una familia numerosa. Al poco de casados, me aparece una enfermedad que me deja estéril. No sabemos lo que es tener hijos.
De una forma o de otra son muchos los que han visto cerrar la puerta de sus sueños por circunstancias de la vida. Todos tenemos una etapa de nuestra vida en la que parece que todo se troncha. ¿Qué hacer entonces? La clave está en cómo reaccionamos ante los obstáculos.
Nuestro refranero dice que «cuando una puerta se cierra, otra se abre». Y el refranero chino sentencia: «Cuando una puerta cierra, mil ventanas se abren».
Es verdad que la vida hay veces que se nos pone cuesta arriba y nos desconcierta, pero la experiencia demuestra que la vida es más ancha de lo que imaginamos, porque, a la larga, siempre nos ofrece salidas aunque, a veces, sean de emergencia, dando un rodeo.
Es muy útil para encarar los reveses, tener siempre encendidas tres o cuatro ilusiones; así, si se nos apaga alguna, siempre dispondremos de otras para seguir viviendo esperanzados.
Permitidme una sutileza: no hay que confundir el ideal con las formas de conseguirlo. El ideal debe ser tenaz, pero las formas flexibles. y una cosa es ser terco y tesonero y otra ser un cabeza dura. No debemos ceder ni en el ideal ni en las convicciones, pero los caminos son múltiples y variopintos. No hay que confundirlos.
La vida, a veces, nos trata como nos trata, pero lo importante es cómo reaccionamos. Es evidente que no siempre podemos elegir el trabajo, pero indudablemente siempre podemos elegir la actitud en el trabajo.
Ante un revés de la vida, ¿cómo reacciono?, ¿con resentimiento o con creatividad, ilusión y optimismo? Cada persona puede escoger su actitud y con esa elección determina su comportamiento.
La vida es la vida, pero nosotros ¿cómo reaccionamos?