Hoy, el reto del amor es dar un paseo y disfrutar de este regalo que el Señor te hace

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

 

DIOS EXISTE, BÚSCALE EN LA NATURALEZA

 

Cuando llegué a la iglesia, me di cuenta de que, a los pies del altar, había dos centros de flores y un ramo. Me llamó la atención, ya que esta mañana no estaban allí. Pregunté y me dijeron que eran de una boda celebrada ayer. Los recién casados habían venido a ofrecérselos a la Virgen del Rosario.

 

Pasé un buen rato admirándolos, su belleza me atraía. Pero lo que más me llamaba la atención era cómo esas flores me llevaban hacia el Señor. Me planteaba la variedad de flores que tenía el ramo; algunas se repetían, pero eran diferentes en tamaño y en la forma en que estaban abiertas. Sus colores eran totalmente distintos, una variedad de colores que, a su vez, creaban una armonía dentro de cada flor. Al observarlo con atención, experimentaba una sensación de asombro y comprendía que solo una mano llena de amor podría crear esas flores. En esa belleza, se podía ver la mano de Dios. Cuántas veces en la naturaleza descubrimos a Dios, lo vemos, le damos gracias por todo lo que nos ha creado y nos ha regalado para que seamos felices. La naturaleza es el libro abierto que el Señor nos regala para que descubramos sus atributos y su sabiduría.

 

Jesús prestaba mucha atención a la naturaleza; en los evangelios se refleja cómo hablaba de los lirios del campo, las espigas, las montañas y los pájaros. Se sentaba en el monte para hablar con sus discípulos y la gente. Sentía que la naturaleza era suya, que su Padre la había creado por Él y para Él. Y Él la vivía desde ese punto de vista. Cuando se retiraba a orar, los evangelios mencionan que iba al monte muchas veces.

 

La naturaleza forma parte de nosotros, es de lo que estamos creados, y por eso nos sentimos en comunión con nuestro Creador al estar en ella.

 

Hoy, el reto del amor es dar un paseo y disfrutar de este regalo que el Señor te hace a través de la naturaleza. No tengas prisa, observa, contempla, admira, sorpréndete y agradece este don que se te ofrece en Cristo.

 

VIVE DE CRISTO 

 

 

 

¡Feliz día!