Los anillos de Poder, desencanto en el primer minuto
por Patxi Bronchalo
"Los Anillos de Poder", bien podría llamarse, como dice el bueno de mi amigo Juan Luis, "Los Anillos de Amazon". Vistos los dos primeros capítulos escribo una pequeña opinión. Conste que, lógicamente, no he visto más, y a lo mejor me sorprende al final. La impresión que tengo hasta ahora es que esta serie va a ser una mina de generar ingresos, pero que a Tolkien no le han entendido. Ojo que hay spoilers, si no quieres saberlos no sigas leyendo.
Lo primero que me sale decir es que se nos plantea una serie de fantasía, y como tal puede estar bien y puede disfrutarse. Está bien hecha, buena música y bellos escenarios. Pero de Tolkien no tiene más que su nombre en los créditos. Salvo algunos nombres de personajes y lugares, todo está inventado. Y mira que Tolkien da detalles, historias y personajes de los que se puede hablar, dentro de los derechos que Amazon tiene adquiridos, que son limitados.
La sensación que me ha dado es que está hecha para entretener a las masas, tipo juego de tronos pero sin sexo, más blanca y más familiar. Imagino que vende más y la verá más gente si se hace así, diciendo que es una serie sobre la Tierra Media que si se hace una serie de fantasía desde cero. Son mil millones lo que van a costar las cinco temporadas, tiene que ser un éxito.
Pero lo peor me parece no que cambien cosas sino que entierren uno de los grandes temas de fondo que plantea Tolkien, el de la lucha entre el bien y el mal, con el triunfo del primero siempre, después de los grandes giros de acontecimientos. En "El Señor de los Anillos" esto se ve muy claramente en muchas ocasiones. Una fácilmente reconocible es cuando Gandalf dice a Frodo que Bilbo hizo bien en no dar muerte a Gollum, pues quizás de esto aún sucedería un bien para la historia. Ya sabemos el final.
Tolkien habla en sus Cartas de que en su obra hay un concepto clave para denominar esto, él mismo lo inventa, la “eucatastrofe”. Esta se refiere al repentino giro de los acontecimientos al final de una historia que garantiza que el protagonista no sea víctima de un destino terrible. El Profesor formó la palabra añadiendo el prefijo griego "eu-", que significa "bueno", a la palabra "catástrofe”. En su obra esto aparece continuamente. No hace simples escritos de fantasía que atrapan al lector, hay en sus palabras mucho más escondido.
Tolkien deja muy claro que existen bienes y males intrínsecos. Actos que los mires por donde los mires son buenos o malos, sin confusión entre ambos. Se estará o no de acuerdo, pero si se quiere adaptar bien su obra hay que entender esto, si no no es Tolkien sino una proyección personal de lo que se piensa. Creer que hay un principio de bien y otro de mal al mismo nivel no es una idea tolkieniana. A esta idea se le llama maniqueísmo y ya San Agustin lo combatió muy enérgicamente. Es una idea también propia de algunas filosofías orientales. ¿Cuanta gente lleva tatuado en el cuerpo un "yin y yang"?
En Tolkien, pues, hay bien y hay mal, pero no hay un equilibrio de fuerzas entre ambos, el bien es el único principio que equilibra todo cuando se tiende a él, el mal es desorden del equilibrio y hay que combatirlo. Esto es así porque el Creador de todo, que se llama Iluvatar, es Bueno, por tanto no puede crear el mal y el mal no puede nunca estar al mismo nivel del bien. Ha sido Melkor, uno de los ainur creados por Iluvatar, quien se ha revelado. Esto seguro que os suena, pues es una cosmovisión profundamente católica, y es que el propio Tolkien, hombre de fe, dijo literalmente en una carta que: “El Señor de los Anillos es una obra fundamentalmente religiosa y católica”.
Hoy en día en la cultura pop de las películas, series que vemos, de los libros y cómics que leemos y de los videojuegos que jugamos, el bien y el mal se van difuminando cada vez más. Los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos, en todo hay una perversión. Y esa idea va calando en el espectador. ¿No os habéis fijado en la cantidad de películas que hay en la última década en la que los buenos son los monstruos, los hechiceros y las brujas? Se cuentan las historias de toda la vida al revés, ello es parte de una mentalidad cada vez más relativista.
Aún no sé a dónde ira la serie de Amazon, pero en lo que he visto ya en el primer minuto me ha desencantado. A los treinta segundos del primer capítulo aparecen unos niños elfos peleándose en Valinor, más adelante también veremos al elfo Finrod, hermano de Galadriel, portando un arma. Esto a algunos les parecerá una tontería o un detalle escrupuloso de un espectador purista, pero para mí es todo un signo de que no se ha entendido a Tolkien, y sus conceptos del bien y el mal. Valinor es un paraíso originario, un lugar intrínsecamente bueno en el que viven los elfos, creados por Iluvatar. Valinor es el Cielo. Allí no hay mal, salvo el que traerá Melkor al revelarse. Por tanto los niños no pelean y los adultos no llevan armas. Ello sería una perversión del bien puro y total que Tolkien plantea para la creación del mundo.
Por eso para mí lo peor no es que peguen patadas al canon y cambien cosas sino que se de la vuelta a las grandes ideas que hay en el fondo de esas cosas y que hacen que la obra de Tolkien sea única y no se parezca a nada. Es algo sublime. Desde aquí, a ti que has llegado al final y que te agradezco que me leas, no puedo decirte mas que te asomes a la obra de Tolkien. Quizás eso es lo mejor que va a traer la serie, muchos nuevos lectores. Veremos.