Jueves, 14 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

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1000 palabras que deberíamos saber sobre la importancia de Jerusalén en el Islam

por Wiederholen

 El libelo que afirma que los judíos están tratando de destruir las Mezquitas del Monte del Templo (Al-Aqsa y el Domo de la Roca) para construir el Tercer Templo judío intensifica el miedo y el odio hacia el Estado de Israel y los judíos por parte de los musulmanes de todo el mundo. El inventor moderno del libelo fue el Mufti de Jerusalén Hajj Amin Al-Husseini, el mismo que terminó aliandose con Adolf Hitler. El Mufti reconstruyó las Explanadas de las Mezquitas que habían estado abandonadas y sucias durante siglos. ¿Tan importantes eran? Para recolectar dinero en el mundo y posicionarse a nivel mundial dentro del Islam, el Mufti impulsó, enfermizamente, el libelo “Al-Aqsa está en peligro”. El mejor alumno del Mufti, y quién actualmente fomenta el mismo odio es el líder del Movimiento Islámico en el norte de Israel, el Jeque Raed Salaj. El libelo sirve para las aspiraciones políticas egoístas de los líderes que lo impulsan y nos demuestra un ejemplo excelente del muy conocido lema: “si una mentira es repetida frecuentemente, es aceptada como una verdad”. En el mundo árabe-musulmán, creer que los judíos quieren destruir las mezquitas es una verdad absoluta. Jerusalén es la tercera ciudad más importante para parte del islam sunita (no para el chiita), tras Meca y Medina. A finales del siglo VII, en el año 691, cerca de sesenta años después que Jerusalén fuese conquistada por los árabes, el califa Omeya Abed El-Malik construye la Cúpula de la Roca, un santuario para conmemorar la victoria del Islam sobre las religiones existentes. La Mezquita Al-Aqsa fue fundada en el año 705 por el califa Omeya El-Walid, hijo de Abed Al-Malik. La ciudad de Jerusalén fue importante para los Omeyas durante un periodo breve de tiempo, cuando los gobernantes de la Meca (liderado por Abdallah Iben Zubajer) no los dejaban hacer el Hajj por considerarlos corruptos. Los cruzados conquistaron Jerusalén (1099) humillando y masacrando a musulmanes y judíos. Para reconquistarla, los musulmanes debían escribir y fomentar la santidad de Jerusalén. Así, pagan a escritores para producir poesía y prosa bella sobre Jerusalén: poesía que es conocida como Beit Al-Makdis. Al aumentar la legitimidad de la ciudad, el ayubita Saladino pudo llamar a una “guerra santa” para su liberación. En el marco de esta literatura se establece una nueva función para Jerusalén, allí será el lugar del juicio final para el fin de los días de los musulmanes… Hasta entonces el lugar del juicio final era la sagrada Meca. Según el Corán, Mahoma estaba viviendo en La Meca y viajó en un sueño guiado por el arcángel Gabriel, montado sobre el caballo El-Burak, hacia la mezquita que está en el extremo, Sura 17 del Corán El-Isra Wa-el-Miraj (Allah “llevó” a Mahoma – en árabe “Isra”). En este pasaje no se nombra en absoluto la ciudad de Jerusalén. Tampoco se la nombra en todo el Corán. En el año 622, el profeta Mahoma establece a Jerusalén como el lugar hacia donde se debe rezar. Eso le otorga santidad. El rezo hacia Jerusalén se mantuvo durante un año y medio hasta que recibió una orden para redirigir el rezo hacia la Kaaba (Meca). Uno de los nombres que recibe Jerusalén es “Ula El-kibaltein”, el primero de los dos lugares en donde se dirigía el rezo. Históricamente, la Mezquita de Al-Aqsa, probablemente, no fuera la misma que es citada en la Sura 17. Resulta que Mahoma tenía un grupo de seguidores en la ciudad de Taef, al sureste de Meca. Eran dos días de camino. La noche del medio la pasaba en un poblado donde tenía seguidores llamado Yerana (poco conocido hoy). Los de Yerana habían construido dos mezquitas, una más cercana y otra en la otra punta del valle. La que estaba más cerca se llamaba El-Mazshed Al-Adna (la mezquita cercana) y la lejana se llamaba El-Mazshed Al-Aqsa (la lejana). Los primeros musulmanes creían que el viaje había sido simbólico y no hacia Jerusalén. Hoy, por imposiciones políticas, todo esto ha cambiado y hay “consenso” sobre lo que antes no era visto así. La acción más significativa de Moshé Dayan en el Monte del Templo (en 1967) fue prohibir los rezos judíos allí, a diferencia de los arreglos ordenados en la Cueva de los Patriarcas de Hebrón. Moshé Dayan decidió dejar la gestión del Monte en manos del Waqf musulmán, insistiendo que los judíos podían visitarlo irrestrictamente (¡sin rezar allí!). Dayan (laico él) pensaba que para los musulmanes el Monte era una “mezquita de rezos musulmana”, mientras que para los judíos no era más que “un lugar histórico de conmemoración del pasado. El ministro de defensa (1967) Moshé Dayan pensaba que al Islam se le debía permitir expresar su soberanía religiosa en contraposición a la soberanía nacional israelí que debía permanecer sobre el Monte. Dayan creía que el conflicto árabe-israelí debía mantenerse en un nivel territorial-nacional; y que el potencial conflicto religioso debía ser eliminado. Concediéndoles a los judíos el derecho a visitar el Monte, Dayan intentó aplacar las demandas judías para permitir los rezos e imponer la soberanía israelí allí. Al otorgarles la “soberanía religiosa”, Dayan pensaba que estaba desactivando un centro de radicalismo palestino. Lo cierto es que… Dayan se equivocó… Desde 1967 se han multiplicado las acusaciones basadas en mentiras de los musulmanes en contra de los judíos: acusan toda excavación israelí como un intento de destruir las mezquitas pero justamente los musulmanes han puesto en peligro las mezquitas al construir irresponsablemente una macro mezquita en las profundidades de los Establos de Salomón. En una importante cantidad de casos, los musulmanes han utilizado las mezquitas del Monte del Tenplo para esconder armas, organizar y ejecutar atentados terroristas. Para construir los Establos de Salomón, los musulmanes vaciaron la tierra que estaba repleta de restos arqueológicos de distintas épocas. En los últimos años, los musulmanes intentan inventar una nueva historia, desjudaizando lo que “todos saben” sobre Jerusalén e, incluso, afirmando que el Muro de los Lamentos no es sagrado para los judíos sino que es musulmán.

NOTAS

http://hasbarapp.org/articulos/la-importancia-jerusalen-islam/

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