Hoy el reto del amor es ponerte las gafas de la misericordia.
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2015
Lerma, 9 de mayo
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
GAFAS PARA VER BIEN
Hace unos meses fui al oculista. Tocaba revisión y tenía muy viejas las gafas, por lo tanto, había que graduar bien para comprar unas nuevas.
Cuando estrené las gafas, me di cuenta de que de cerca veía peor que antes. Lo achaqué a que de cerca no las necesito realmente, y sabía que con quitármelas era suficiente.
Sin embargo, no me quedé tranquila y fui a buscar los papeles de las gafas. Al comparar con la receta de la graduación anterior, vi unos numeritos que no había en ésta y pensé que algo me faltaba.
El otro día fui a la óptica y expliqué mi problema. Ellos se pusieron a estudiar las gafas, y vieron que las viejas tenían 0,5 menos de graduación. He estado largo tiempo con ellas y, ahora que me han puesto la graduación adecuada, resulta que noto mucho de cerca esa media dioptría, porque lo que me gana la visión de lejos, me pierde de cerca. En fin, así que... a casa con el recado y dispuesta a quitarme las gafas cuando quiera ver de cerca.
El Señor quería hablarme a través de esto: nunca tu visión (con gafas o sin ellas) es la real y objetiva, todo depende del cristal con que se mire. ¡Qué de cosas influyen en nuestra percepción!: la propia historia, la familia, el ambiente, el carácter, la imaginación o creatividad, la falta de ella, etc.
Esto produce a menudo fricciones, o malos entendidos o… y somos de tal manera, que a menudo metemos a todos en nuestra medida.
Para mí, uno de mis mayores deseos es dejarle a Él que analice y juzgue las cosas y las personas, porque sólo Cristo tiene todos los elementos y nos mira con misericordia.
Creo que ésta, la misericordia, es en realidad las auténticas gafas que todos necesitamos. Sin embargo, no las venden en las ópticas, sino que las regala Cristo.
Hoy el reto del amor es ponerte las gafas de la misericordia. Cuando no logres entender a alguien, o no veas bien lo que hace o dice, ya sea de cerca o de lejos, no le juzgues. Para un segundo con Cristo y pídele que te regale ver a esa persona con los ojos con que Él la ve, con ojos de misericordia. ¡La realidad se llena de amor con estas gafas tan estupendas!
VIVE DE CRISTO
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Lerma, 9 de mayo
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
GAFAS PARA VER BIEN
Hace unos meses fui al oculista. Tocaba revisión y tenía muy viejas las gafas, por lo tanto, había que graduar bien para comprar unas nuevas.
Cuando estrené las gafas, me di cuenta de que de cerca veía peor que antes. Lo achaqué a que de cerca no las necesito realmente, y sabía que con quitármelas era suficiente.
Sin embargo, no me quedé tranquila y fui a buscar los papeles de las gafas. Al comparar con la receta de la graduación anterior, vi unos numeritos que no había en ésta y pensé que algo me faltaba.
El otro día fui a la óptica y expliqué mi problema. Ellos se pusieron a estudiar las gafas, y vieron que las viejas tenían 0,5 menos de graduación. He estado largo tiempo con ellas y, ahora que me han puesto la graduación adecuada, resulta que noto mucho de cerca esa media dioptría, porque lo que me gana la visión de lejos, me pierde de cerca. En fin, así que... a casa con el recado y dispuesta a quitarme las gafas cuando quiera ver de cerca.
El Señor quería hablarme a través de esto: nunca tu visión (con gafas o sin ellas) es la real y objetiva, todo depende del cristal con que se mire. ¡Qué de cosas influyen en nuestra percepción!: la propia historia, la familia, el ambiente, el carácter, la imaginación o creatividad, la falta de ella, etc.
Esto produce a menudo fricciones, o malos entendidos o… y somos de tal manera, que a menudo metemos a todos en nuestra medida.
Para mí, uno de mis mayores deseos es dejarle a Él que analice y juzgue las cosas y las personas, porque sólo Cristo tiene todos los elementos y nos mira con misericordia.
Creo que ésta, la misericordia, es en realidad las auténticas gafas que todos necesitamos. Sin embargo, no las venden en las ópticas, sino que las regala Cristo.
Hoy el reto del amor es ponerte las gafas de la misericordia. Cuando no logres entender a alguien, o no veas bien lo que hace o dice, ya sea de cerca o de lejos, no le juzgues. Para un segundo con Cristo y pídele que te regale ver a esa persona con los ojos con que Él la ve, con ojos de misericordia. ¡La realidad se llena de amor con estas gafas tan estupendas!
VIVE DE CRISTO
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