Hoy el reto del Amor es dejar de preocuparte por el número de machas que ves en tu vida
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2015
Lerma, 21 de Abril
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
TRAJE NUEVO
Esta semana ha sido curioso lo que he vivido con mi hábito. Comencé el lunes notando algo extraño cada vez que metía la mano en el bolsillo. Y es que se me había descosido un poco, y siempre metía la mano por el agujero que no era. Claro, si cada vez me ocurría lo mismo... el descosido ahora es del mismo tamaño que el bolsillo. Encima, con tanto trajín, la tela se me ha acabado desgarrando...
Y ya, para colmo, ayer, cuando voy a hacer la inclinación en el Gloria del himno de vísperas, me doy cuenta de que tengo unos goterones enormes de alguna bebida en el escapulario.
"¡Puff!", pensé, "Y me toca salir a leer, ¡qué vergüenza!"
Miré al Señor y le dije: "Es que así estoy, Señor." Experimenté que Su mirada me quitaba el miedo a salir así al ambón a leer.
Y, es que, Él no nos pide que no nos manchemos, que no nos equivoquemos, ni tampoco que seamos impolutos. Al contrario, soy yo misma la que no puede verse con el hábito sucio.
Sin embargo, Cristo lo único que nos pide es que, cuando nos veamos así, pobres, vayamos a Él, que dejemos de mirar cuántas "manchas" llevamos encima y le miremos sólo a Él. Nunca encontrarás una acusación, ni un desprecio; sólo sentirás acogida y comprensión.
Hoy el reto del Amor es dejar de preocuparte por el número de machas que ves en tu vida, y mirar a Cristo. Y, cada vez que te vuelvas a ver una mancha, un roto o un descosido, no desistas, que, si Le miras, descubrirás que Él tiene preparado para ti un traje nuevo.
VIVE DE CRISTO
Lerma, 21 de Abril
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
TRAJE NUEVO
Esta semana ha sido curioso lo que he vivido con mi hábito. Comencé el lunes notando algo extraño cada vez que metía la mano en el bolsillo. Y es que se me había descosido un poco, y siempre metía la mano por el agujero que no era. Claro, si cada vez me ocurría lo mismo... el descosido ahora es del mismo tamaño que el bolsillo. Encima, con tanto trajín, la tela se me ha acabado desgarrando...
Y ya, para colmo, ayer, cuando voy a hacer la inclinación en el Gloria del himno de vísperas, me doy cuenta de que tengo unos goterones enormes de alguna bebida en el escapulario.
"¡Puff!", pensé, "Y me toca salir a leer, ¡qué vergüenza!"
Miré al Señor y le dije: "Es que así estoy, Señor." Experimenté que Su mirada me quitaba el miedo a salir así al ambón a leer.
Y, es que, Él no nos pide que no nos manchemos, que no nos equivoquemos, ni tampoco que seamos impolutos. Al contrario, soy yo misma la que no puede verse con el hábito sucio.
Sin embargo, Cristo lo único que nos pide es que, cuando nos veamos así, pobres, vayamos a Él, que dejemos de mirar cuántas "manchas" llevamos encima y le miremos sólo a Él. Nunca encontrarás una acusación, ni un desprecio; sólo sentirás acogida y comprensión.
Hoy el reto del Amor es dejar de preocuparte por el número de machas que ves en tu vida, y mirar a Cristo. Y, cada vez que te vuelvas a ver una mancha, un roto o un descosido, no desistas, que, si Le miras, descubrirás que Él tiene preparado para ti un traje nuevo.
VIVE DE CRISTO
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
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