Hoy el reto del amor es pedir a Cristo el don de saber esperar.

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

 

INAUGURACIÓN OFICIAL

 

Ayer fue un día histórico, un día para señalar en el calendario del monasterio, un día para recordar y festejar... y es que ayer, por fin y tras meses de espera... ¡¡hemos logrado terminar la caseta de madera de la huerta!! 

 

Me encantaría decir que han sido meses de duro trabajo parra llegar a concluir esta magnífica obra, pero lo cierto es que la pobre caseta estaba casi abandonada desde el verano. Sólo le faltaban un par de detalles, pero nunca encontrábamos el momento. 

 

Primero era la falta de tiempo. Luego, el frío glaciar. Más tarde, pues, sinceramente, no era plan subirse al tejadillo con nieve y todo para poner unos simples embellecedores... 

 

La caseta ha esperado pacientemente todo el invierno. Y ayer, con los primeros calores primaverales, ¡por fin llegó el momento! Los embellecedores del tejado, los cerrojos... ¡todo está terminado! ¡¡Ha quedado preciosa!! 

 

Hoy el reto del amor es pedir a Cristo el don de saber esperar. Reconozco que soy de esas personas a las que les gusta acabar un trabajo antes de ponerse a otro, que no me gusta nada dejar las cosas a medias... Por mí, la habría terminado aunque estuviese cayendo el diluvio universal. Pero seguro que habríamos acabado de mal humor o, al menos, con un buen resfriado. Sin embargo, ahora, con el cielo azul y el sol acariciándonos la cara, ¡ha sido una delicia terminarla! Realmente, aunque haga esperar, ¡Cristo sabe cuál es el mejor momento para cada cosa! Por eso, si hoy notas que te impacientas, que te gustaría meter prisa a los de tu alrededor para que sean casetas bien terminadas... mira a Cristo. Deja a esa persona en sus manos y dale tiempo. ¡Él sabe cuándo llegará la primavera para cada caseta! ¡Feliz día! 

 

VIVE DE CRISTO

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