La antorcha voló y voló...
por Sólo Dios basta
Hace mucho tiempo que no leía un cuento, varios años, novelas sí que leo con cierta frecuencia, pero cuentos no. Puede parecer que los cuentos son sólo algo para niños y no es así. Hay cuentos de todo tipo, y muchos de ellos religiosos, entrañables, llenos de vida que nos hacen descubrir el amor de Dios. Eso sucede la noche del 22 de diciembre cuando leo el cuento que me ha llegado esa misma tarde. Lo ha escrito un amigo, muy lleno de Dios, y la edición la ha llevado una amiga que también vive en Dios y lo transmite con su vida. Los dos han puesto por obra una invitación del Corazón de Jesús. El título del libro es MATTEO pase lo que pase YO SIEMPRE estoy contigo. Es el segundo libro de esta editorial que acaba de nacer. Editorial “Un Nombre Nuevo” nace a los pies de Jesús Sacramentado, en Adoración Eucarística. El Señor busca la manera de hacer entender lo que quería de estos hermanos en la fe. El Corazón de Jesús sugiere la idea, el nombre y la hoja de ruta de esta nueva editorial. Y lo hace a su manera, como siempre, sin presiones que agobian ni obligaciones impositivas, dejando libertad para acoger esa invitación de llevar su nombre, su amor y su presencia por todos los rincones donde quiere llegar. Soy testigo directo de la gestación de esta nueva editorial y puedo decir que Dios siempre sorprende, alienta y no se cansa de amar a los hombres. El amor de Dios que brota del Corazón vivo de Cristo se manifiesta de muchas maneras y una de ellas es la editorial “Un Nombre Nuevo”.
Volvemos al libro, a Matteo, a este cuento que nos ayuda a vivir la Navidad de verdad, a meternos de lleno y en directo en el amor de Dios. ¡Las maravillas de Dios se muestran en Matteo! Es un libro que pueden leer todos. No sólo los niños que viven la alegría de Dios como nadie en estos días, también los adolescentes que buscan lo que no tienen, y los jóvenes que han podido perder la presencia del amor de Dios en sus vidas y no saben o no quieren volver a ese amor desbordante, y los adultos que añoran esos años de su infancia cuando leían cuentos antes de irse a dormir y también los abuelos que buscan lo mejor para sus hijos y nietos: el amor de Dios. Todo el que lea Matteo se va a encontrar con Dios, con su amor, con su presencia viva.
Pero vamos al libro en sí. ¿Qué encontramos al leer Matteo? Cuando leemos Matteo vemos que es un regalo, ¡el regalo de la Navidad! ¡Esperas una realidad y te encuentras con otra mucho más potente, llena de vida, de intensidad! Matteo es un niño que descubre el amor de Dios en vivo y su vida se transforma, deja de ser ese niño que sufre, que se siente solo, que nadie quiere estar con él, que se ríen de él, que no tiene amigos… ¡Y de repente todo cambia para empezar a vivir algo impresionante! ¡Muy grande! ¡Tan grande cuán grande es Dios, cuán grande es el amor de Dios!
En resumen, Matteo, es una maravilla, mucho más de lo que se percibe al ver la portada. Es una experiencia de Dios plena, llena de sorpresas que ni se imagina el lector. ¡Es alegría, es invitación a mirar de verdad a Dios, a vivir el amor de Dios, a contagiar el amor de Dios, y esperar el efecto de esta vivencia que cambia el corazón cuando nos abrimos a Dios y dejamos que sea Él quien lleve nuestra vida! No quiero descubrir nada de lo que se encierra en este cuento; sólo un hecho, una frase, una intervención de Matteo que invita a vivir en el amor, a esperar de verdad, a mirar cada día hacia adelante, y dar gracias, muchas gracias, por ese momento especial que cambia su vida para siempre, totalmente y en un instante en el que no le cabe mayor sentimiento de alegría, felicidad y plenitud porque todo cambia cuando “la antorcha voló y voló…”.