La arcada de Messi
El mohín de Susana Díaz es como la arcada de Messi. Tanto el mohín como la arcada preludian problemas para el rival. La arcada de Messi es el punto de partida psicosomático de un slalom que acaba en gol, en el palo o en asistencia a Neymar si está libre de marca. El mohín de la presidenta de la Junta de Andalucía tras la purga en la dirección de la FSM ordenada por Pedro Sánchez no vaticina tampoco nada bueno para el secretario general del PSOE, cuyo golpe en la mesa en plena precampaña repercutirá en la cuenta de resultados de la reina del sur.
El silencio que durante un día ha acompañado al mohín de Susana Díaz está hecho del mismo material que una catilinaria. Ha sido un silencio rico en pausas, bien modulado, contundente y visceral. Un silencio que habla por los codos ¿Y qué dicen los codos de Susana? Dicen que Pedro Sánchez pagará los platos rotos si el 22 de marzo no sale airosa de los comicios. Dicen también que no es nada personal, lo cual es cierto. En los partidos políticos españoles las ejecuciones sumarísimas no se derivan de la inquina, sino del pragmatismo. No es nada nuevo. De hecho, sus pogromos se inspiran en la tradición soviética. Pero Gómez no es Trotsky. Éste es capaz todavía de darle un disgusto al Soviet supremo.
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