El reto de hoy es que te sientes un rato con Cristo y le des gracias por su amor incondicional
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2015
Lerma, 17 de Enero
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
QUEMANDO LA FALLA
Desde que era niña, el día de san José me impresionaba mucho ver en la tele cómo quemaban las fallas, esas grandes obras de arte, hechas con las manos y con el corazón del propio artesano y de muchos más. En realidad, uno expresa su ser en lo que hace, pero, una vez cumplido su cometido, no tiene sentido almacenar emociones, sino vivirlas en su momento y dar paso a otras, porque el corazón es insaciable. Pero cuando conocí la consiguiente escena, se duplicó mi impresión: la falla lloraba, por un lado, desconsolada, y por otro, orgullosa de su misión cumplida.
Os preguntaréis que a qué vienen ahora las fallas... Muy fácil y muy paralelo: porque estos días he estado desmontando el Nacimiento. Es una vivencia fuerte para el corazón, se echa la vida en montarlo, proyectas tanto de ti, de tu vivencia del Misterio y la mejor manera de expresarlo, tienen vida las telas, las figuras; es un poco la creación y transformación, es prolongar la Palabra y a Aquél que nos la regala, y luego dejarlo al variado disfrute de los demás, y te gozas de ello porque ¡está hecho!
Lo cierto es que todo tiene su tiempo y, cuando pasa la fiesta del Bautismo del Señor, ya algo te pide que lo recojas, como que se ha perdido la frescura del asombro, como que... Y es que el corazón sigue el ritmo de la Vida, que corre a raudales. Es como si vas en una barca y has llegado al puerto; no la puedes cargar sobre los hombros, la tienes que dejar y seguir a pie.
Por eso, este desmontar, este quemar la falla, también es vivir y crecer, también es asumir que en la vida hay que hacer en cada momento lo suyo y no pensar que, porque luego vaya a quitarse, es mejor no ponerlo; sería excluir de tu vida la ocasión de recrear, de entrega, de ilusión, de prolongar la Mano de Dios. Al quemar la falla, has aprendido algo elemental: que sólo el Amor permanece, que lo demás pasa, pero no el hueco que has hecho para Cristo en tu ser. Porque lo que no pasa de la Navidad es que Él se ha hecho hombre no sólo para que lo adoremos entre las pajas, sino para acompañarnos en todo paso a paso.
El reto de hoy es que te sientes un rato con Cristo y le des gracias por su amor incondicional, amor que permanece a tu lado SIEMPRE.
VIVE DE CRISTO
Lerma, 17 de Enero
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
QUEMANDO LA FALLA
Desde que era niña, el día de san José me impresionaba mucho ver en la tele cómo quemaban las fallas, esas grandes obras de arte, hechas con las manos y con el corazón del propio artesano y de muchos más. En realidad, uno expresa su ser en lo que hace, pero, una vez cumplido su cometido, no tiene sentido almacenar emociones, sino vivirlas en su momento y dar paso a otras, porque el corazón es insaciable. Pero cuando conocí la consiguiente escena, se duplicó mi impresión: la falla lloraba, por un lado, desconsolada, y por otro, orgullosa de su misión cumplida.
Os preguntaréis que a qué vienen ahora las fallas... Muy fácil y muy paralelo: porque estos días he estado desmontando el Nacimiento. Es una vivencia fuerte para el corazón, se echa la vida en montarlo, proyectas tanto de ti, de tu vivencia del Misterio y la mejor manera de expresarlo, tienen vida las telas, las figuras; es un poco la creación y transformación, es prolongar la Palabra y a Aquél que nos la regala, y luego dejarlo al variado disfrute de los demás, y te gozas de ello porque ¡está hecho!
Lo cierto es que todo tiene su tiempo y, cuando pasa la fiesta del Bautismo del Señor, ya algo te pide que lo recojas, como que se ha perdido la frescura del asombro, como que... Y es que el corazón sigue el ritmo de la Vida, que corre a raudales. Es como si vas en una barca y has llegado al puerto; no la puedes cargar sobre los hombros, la tienes que dejar y seguir a pie.
Por eso, este desmontar, este quemar la falla, también es vivir y crecer, también es asumir que en la vida hay que hacer en cada momento lo suyo y no pensar que, porque luego vaya a quitarse, es mejor no ponerlo; sería excluir de tu vida la ocasión de recrear, de entrega, de ilusión, de prolongar la Mano de Dios. Al quemar la falla, has aprendido algo elemental: que sólo el Amor permanece, que lo demás pasa, pero no el hueco que has hecho para Cristo en tu ser. Porque lo que no pasa de la Navidad es que Él se ha hecho hombre no sólo para que lo adoremos entre las pajas, sino para acompañarnos en todo paso a paso.
El reto de hoy es que te sientes un rato con Cristo y le des gracias por su amor incondicional, amor que permanece a tu lado SIEMPRE.
VIVE DE CRISTO
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
Comentarios