Condones en la vida pública

Como poco más queremos añadir, lo ponemos aquí, tal cual... "El hecho objetivo es que una reconocida personalidad nació en lo que hoy son dependencias del Congreso... ¿Son las fobias religiosas particulares de sus señorías las que impiden la plaquita de rigor en recuerdo de santa Maravillas? ¿Qué justifica esta vulneración de la aconfesionalidad del Estado? Se echa de menos también una explicación de las autoridades madrileñas sobre sus teorías acerca de la propagación del sida. Una guía que se distribuía en un hospital advertía de que el preservativo puede fallar, y señalaba la abstinencia o la fidelidad como la mejor prevención... Se estudian sanciones contra sus autores... ¿Qué argumentos permiten al consejero de Sanidad afirmar: «Lo que dice esa guía no está basado en la evidencia científica, lo nuestro sí»? ¿No son las conductas de riesgo la mayor amenaza para la propagación de enfermedades de transmisión sexual? Y ya que instala máquinas de condones a precio de coste en el Metro, máquinas que hieren sensibilidades, podría aclarar: ¿evitarán enfermedades, o contribuirán, por el contrario, a aumentarlas, al normalizar la práctica de relaciones sexuales ocasionales entre adolescentes? ¿Deben las autoridades transmitir una visión del sexo como acto lúdico? ¿Por qué se instalan en estaciones de tren y Metro -espacios comunes-, máquinas de condones de colores y sabores y con vibradores incorporados? Seguramente habrá ese tipo de máquinas también en Valladolid. Sería oportuno conocer la opinión del juez que ordena retirar los símbolos cristianos de los espacios comunes, aun en contra de la mayoría de los padres de un colegio. Pero lo más triste es que algunos padres piensan que los derechos fundamentales de sus hijos e hijas se ven amenazados por crucifijos, y, en cambio, los creen protegidos por máquinas de condones". Ricardo Benjumea Publicado en Alfa y Omega