El retozar de Europa con el totalitarismo islámico. Eduard Yitzhak. Por Israel
por Wiederholen
En su expansión fuera de la península arábiga, el Islam se encontró, y se encuentra, con comunidades religiosas diversas, cristianas, judías, budistas, hindúes, y otras, así como potencias de matriz religiosa no musulmana por lo que tuvo que adaptarse y presentarse más moderado, contemporizador y tolerante. En función de la potencia de las fuerzas opuestas a su expansión se ha mostrado más transigente, acomodándose a las circunstancias.
Pero en Arabia Saudita, habiendo sido eliminadas las tribus judías y los cristianos, el Islam no se ha desviado ni a izquierda ni derecha, y debido a su peculiar singularidad –la tierra sagrada del Islam- se ha manifestado, y manifiesta, tal como es y “como Alá quiere que sea”, sin desvíos ni malinterpretaciones, ni adecuaciones contemporizadoras.
Es bien sabido que de acuerdo a la Shari´a, la ley islámica, en Arabia Saudita, (y no únicamente en este país musulmán) se decapita a los nacidos musulmanes que apostatan del Islam y/o se convierten a otra religión, en general al cristianismo.
Arabia Saudita acaba de aprobar una ley en virtud de la cual se impone la pena de muerte a aquella persona que lleve ejemplares de la Biblia y a los distribuidores de material religioso que no sea del Islam. La nueva ley impone la pena de muerte también al que trafique con drogas y al que importe publicaciones religiosas distintas del Islam. [1]
La Sociedad Misionera HeartCry Missionary Society describe en un post en su página web: “En otras palabras, cualquier persona que intenta traer Biblias o literatura cristiana en el país se le confiscará todo el material, será encarcelada y condenada a muerte.”
Es esta ideología la que “legitimiza” a los fieles más devotos del Islam en su Yihad, en su expansión militar religiosa, aterrorizar y golpear mortalmente a los que considera infieles, judíos, cristianos, musulmanes “tibios”. Arabia Saudita expande esta ideología a través de las madrassas por el resto del orbe.
En un país más “contemporizador” como los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que “tolera” la entrada de turistas “infieles”, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha advertido a sus ciudadanos que viajen a los EAU que respeten la ley islámica, como el no beber alcohol, no besar a la esposa, y no celebrar la Navidad, entre otras recomendaciones, para evitar ir a la cárcel. [2]
Pero Arabia Saudita no permite la entrada de turistas “infieles” para evitar la contaminación y profanación de sus tierras por parte de estos, aunque sí “tolera” la entrada de trabajadores extranjeros de África y Asia, aunque sean cristianos, pero en condiciones de semiesclavitud. A estos y a los trabajadores occidentales cualificados que les está permitido vivir están sometidos a la Shari´a y por si alguno de ellos se descuida que está temporalmente en el país sagrado del Islam, y se le ocurre tener Biblia y distribuir material religioso no-musulmán, se le aplicará la pena de muerte de acuerdo a la Shari´a, la ley islámica.
La ideología de la teocracia de Arabia Saudita alimenta el terrorismo islámico sunnita, así como la República Islámica de Irán alimenta el terrorismo islámico chiíta.
Si bien es totalmente cierto que no todo musulmán es terrorista, no es menos cierto que todo islamoterrorista es musulmán. No hay que olvidar que los mayores atentados perpetrados contra Occidente y occidentales, el 11-S del 2001 en Nueva York, el 12 de octubre de 2002 en Bali, el 11-M del 2004 en Madrid, fueron cometidos por islamistas sunnitas de Al Qaeda apoyados y financiados por sectores religiosos de Arabia Saudita, y el 18 de julio de 1994 en Buenos aires (AMIA) por islamistas del régimen de la R. I. de Irán.
Las sanguinarias y crueles matanzas que ocurren en Siria, Irak, Nigeria, están apoyadas por Arabia Saudita, Turquía, Qatar. El substrato ideológico de estos crímenes se sustenta en la ideología religiosa de Arabia Saudita en estado puro.
No sólo Estado Islámico, Boco Haram, Jabhat al-Nusra, Al Qaeda, sino también Hamás emanan de esta criminal ideología, del supremacismo islámico que intenta “erradicar” países y religiones que nos son el Islam en su estado puro y duro, sin concesiones ni tolerancias ni miramientos. Estado Islámico y Boko Haram pueden permitirse el lujo de actuar casi libremente y sin frenos debido a la escasa o débil resistencia de sus oponentes, al contrario del islamista Hamás que actúa igual que aquellos cuando las circunstancias se lo permiten, pero que debido a la eficacia y eficiencia de las Fuerzas de Defensa israelíes sus actos criminales son muchísimo más reducidos. Es el Tzahal –Fuerzas de Defensa de Israel- el que evita las masacres que realizan Hamás y no la voluntad de este criminal grupo terrorista.
Es evidente que Europa ha perdido la sensatez, si es que la ha tenido alguna vez, al declarar a Hamás como grupo no terrorista cuando el mismo grupo islamista –Hamás- en su Carta Fundacional legitimiza y justifica el terror contra la población israelí y sus actos han mostrado y muestran lo criminal de su naturaleza.
Europa se revuelca y retoza con los islamistas y cree que sacrificando a Israel se liberará de la ponzoñosa mordida del totalitarismo islámico. Todo ello será vano, como lo fue la cesión de los Sudetes a la Alemania nazi por parte de Chamberlain y Daladier. Todo ello envalentona a los islamistas, como los Acuerdos de Múnich del 30 de septiembre de 1938 lo hicieron con el Führer alemán.
Europa no aprende de sus propios errores ni de sus crímenes.
NOTAS
http://porisrael.org/2014/12/22/el-retozar-de-europa-con-el-totalitarismo-islamico/