Sueños de madre. Eduard Yitzhak. Por Israel
por Wiederholen
Los sueños de una madre hacia su hijo son el desear que este tenga la mayor felicidad del mundo, cuidarlo para que tenga la mejor salud, proporcionarle los mejores estudios a su alcance y que pueda obtener mayor bienestar que ella y también que pueda tener una pareja que le proporcione felicidad y le permita tener descendencia en un ambiente lo más sano y feliz posible. Lo peor de todos los males que le puede pasar a una madre es el tener que enterrar a un hijo.
Estos son los sueños de cualquier madre que haya nacido en un ambiente cultural de substrato judeocristiano.
Alguien podrá objetar que esto es lo normal en todo el mundo, pero desgraciadamente la realidad muestra que no fue así y tampoco lo es hoy. El sacrifico humano estaba al orden del día en la raza humana hasta la aparición del judaísmo que lo prohíbe totalmente y posteriormente con el cristianismo se hizo extensiva su prohibición a muchos países y pueblos.
Desgraciadamente hay muchas madres que anhelan el sacrificio de sus hijos en aras de aquellos objetivos que consideran sublimes. Para muestra, un botón: Runa Khan, 35 años de edad, musulmana, residente en Luton, a
Runa Khan ha escrito en una web islámica el 30 de julio que “el Reino Unido es el último lugar en el que me gustaría vivir” y escribió a los amigos de lo mucho que deseaba viajar a Siria para unirse a los combatientes del Estado Islámico. En el mensaje añadía una imagen de un chaleco suicida con la frase: “sacrificar su vida en beneficio del Islam.” El mensaje agregaba que ella quería enviar a sus hijos a luchar con el Estado Islámico en Siria e Irak: “Me imaginaba el futuro cuando estaba cerrando la cremallera de su chaqueta (de su hijo de 8 años de edad), por Alá le ataría el pañuelo de
No es solo esta madre anhela sacrificar a sus hijos para Alá, muchas madres árabe-palestinas sueñan en que sus hijos se exploten matando “infieles” israelíes, y celebran con pastelitos y confeti a sus vecinas la muerte de sus hijos shahids –islamikazes-, también hay madres sirias e iraquíes que sueñan con lo mismo y lo han llevado a la práctica como aquellas.
Todas estas madres están impregnadas de una ideología nihilista, la islamista, que anhela la muerte y desprecia la vida de los que no son como ellos, a los que denominan infieles, sean judíos, cristianos, budistas, hindúes, ateos, o incluso musulmanes pero “tibios”.
Esta ideología religiosa que idolatra la muerte no podrá vencer nunca a aquellos que aman la vida, por mucho que les duela a los dirigentes palestinos que creen insultar y amedrentar a los israelíes cuando ellos afirman, y no erróneamente, que “nosotros (los palestinos) amamos tanto la muerte como ellos (los judíos) aman la vida. [2]
“Amar” la muerte es un recurso literario pues en realidad su correcto significado es “odiar y despreciar la vida”.
El odio a la vida, el “amor a la muerte”, de los islamistas llevará a la muerte de esta ideología y a la muerte de estos “amantes” que en realidad no tienen motivos por qué llorar cuando mueren ni pedir compasión, pues consiguen lo que anhelan.
Así como la vida crece hasta en los ámbitos más inhóspitos, las ideologías que apoyan la vida vencerán siempre a aquellas que enaltecen la muerte.
NOTAS
[2] Dos de los más altos dirigentes de Hamas aparecieron en la televisión oficial de la organización diciendo que Hamas ama la muerte tanto como los israelíes aman la vida.
http://unitedwithisrael.org/es/hamas-amamos-la-muerte-tanto-como-los-israelies-aman-la-vida/
Sueños de madre. Eduard Yitzhak. Por Israel.