Pentecostalismo: cristianismo que no para de crecer
En Argentina superan el 60% de las entidades inscriptas en el Ministerio de Culto, y dicen llegar a 4 millones de fieles. En Brasil han llegado al 18% de la población total (25 millones de fieles), mientras desciende el catolicismo. En Chile han superado el 25%, en Guatemala el 45%, y en Colombia se habla de un 16%. Compran templos y medios de comunicación todos los años, y se multiplican a una velocidad imposible de ignorar. Sólo en Brasil el mercado evangélico-pentecostal maneja más de 1.000 millones de dólares al año y genera unos dos millones de empleos. El Consejo Mundial de Iglesias preveía en 1970 que el cristianismo mayoritario para finales del s. XX sería de color, pentecostal y se encontraría en el Tercer Mundo, y todo indica que no se han equivocado. Sin lugar a dudas la mayoría cristiana evangélica en América es pentecostal.
Pentecostalismo popular
Este pentecostalismo popular, de carácter masivo, promueve encuentros en carpas y estadios, aglutina miles de personas por culto, y conserva rasgos propios de la religiosidad popular del contexto latinoamericano. No se denominan iglesias, sino “ministerios”, muy ligados a la figura del pastor: un líder carismático, autoritario, paternalista, que hace las veces de “caudillo” en el cual se proyectan los ideales del pueblo. Llegan a contarse millones de fieles bajo un solo pastor. Suelen ser en su mayoría compulsivamente proselitistas, y con un marcado fundamentalismo teológico, acompañado de un subrayado anti-intelectualismo. Su propaganda está centrada en la sanidad, la liberación espiritual y la prosperidad material, respondiendo de algún modo a las búsquedas básicas del pueblo, y en el lenguaje y símbolos de las supersticiones locales, muchas veces de corte animista. Algunos dicen que el pentecostalismo popular será, en Latinoamérica, lo que fue la reforma del siglo XVI en Europa, ya que su crecimiento en tamaño y número, y su impacto cultural, hacen temblar a los atentos observadores. Son muchos los que dejan el catolicismo nominal o sus denominaciones protestantes clásicas, para formar parte de los nuevos “ministerios” evangélicos, en los que con entusiasmo intentan resolver sus problemas cotidianos. Muchos de estos grupos han incorporado también prácticas mágicas, reinventando sacramentales que poseen poderes para “obrar prodigios”, con una lógica instrumental, funcionalista y con elementos mágicos y animistas.
CUADRO DE PENTECOSTALISMOS
Pentecostalismo
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Temas centrales |
Origen |
Pentecostalismo clásico (y criollo en A.L.) (1901 – 1930)
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Bautismo en el Espíritu Sanidad Glosolalia (don de lenguas) |
Estados Unidos, Chile y Brasil (Asambleas de Dios, etc.)
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Neopentecostalismo / Renovación Carismática (1960 – 1980) |
Carismas – Alabanza Discipulado Señorío de Cristo Predicación Bautismo en el Espíritu
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Renovación Carismática denominacional (Estados Unidos, Sudamérica, y Europa)
Renovación interdenominacional Neopentecostalismo autónomo
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Pentecostalismo Popular (1975 –2000)
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Sanidad – Poder Guerra Espiritual Teología de la Prosperidad
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América Latina, África y Asia |
Post pentecostalismo (1990 en adelante)
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Nuevos Apóstoles (Ef.4) Restauración de la Iglesia |
Estados Unidos, América Latina, Corea |
Una nueva forma de ser cristiano
Sabemos, por otra parte, que no es tanto el grado de carencia económica lo que atrae a la gente al pentecostalismo, sino el de de vulnerabilidad y fragilidad ante la vida misma, y de modo más agudo en los contextos donde la inseguridad y la inestabilidad están presentes en todas las áreas de la existencia: climática, familiar, laboral, económica, etc.
Los pentecostales hablan en general el lenguaje del pueblo. Hablan al corazón, no con ideas abstractas, y otorgan a sus adeptos un ámbito de sentido, un lugar para realizarse, sobre todo para aquellos que no tienen lugar en el mundo. Su culto es un ámbito para la experiencia del Misterio, para la fiesta y el gozo de vivir en las manos de Dios, y todos participan activamente. No hay más jerarquías que el pastor de turno. Cada uno de los fieles se siente y se sabe un apóstol de Jesucristo enviado con una misión única e insustituible. De ahí que no existan pentecostales nominales –como pasa con las Iglesias históricas del cristianismo-, sino solo “convertidos”.
¿Sectas pentecostales?
Publicado anteriormente en Aleteia.org
http://www.aleteia.org/es/religion/articulo/el-pentecostalismo-cristianismo-que-no-para-de-crecer-5882145801240576