Incoherencias llamativas
por Desde mi ventana
En no pocos comportamientos humanos se aprecian fallos de coherencia que empañan la personalidad de sus autores. La lógica entre el pensamiento y la vida, no suele ser el referente o distintivo de los humanos. Cito algunas incoherencias sin ánimo exhaustivo:
- Jugar a hacer solitarios y hacerse trampas.
- Ser bombero de profesión y practicar la piromanía.
- Ser ecologista y vivir entre asfalto, cemento y ladrillos.
- Ser cristiano-católico y vivir como un pagano.
- Ser comunista y vivir como un maharajá.
- Presumir de demócrata en público y ser un dictador en casa.
- Conocer el evangelio de Jesús y vivir de espaldas a Dios.
- Alabar la fidelidad de las parejas y vivir luego en adulterio.
- Ver la mota en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo.
- Cultivar muy mucho el cuerpo y no preocuparse nada del alma.
- Ser un amante de deportes y no practicar ninguno.
- Confesar que uno es religioso-creyente y no practicar la fe.
- Pasar por ateo y tener a Dios siempre en la boca.
- Poner una vela a Dios y otra al diablo.
- Arremeter contra las injusticias y ser un perfecto egoísta.
Invito al lector a que continúe la lista hasta donde quiera.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
- Jugar a hacer solitarios y hacerse trampas.
- Ser bombero de profesión y practicar la piromanía.
- Ser ecologista y vivir entre asfalto, cemento y ladrillos.
- Ser cristiano-católico y vivir como un pagano.
- Ser comunista y vivir como un maharajá.
- Presumir de demócrata en público y ser un dictador en casa.
- Conocer el evangelio de Jesús y vivir de espaldas a Dios.
- Alabar la fidelidad de las parejas y vivir luego en adulterio.
- Ver la mota en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo.
- Cultivar muy mucho el cuerpo y no preocuparse nada del alma.
- Ser un amante de deportes y no practicar ninguno.
- Confesar que uno es religioso-creyente y no practicar la fe.
- Pasar por ateo y tener a Dios siempre en la boca.
- Poner una vela a Dios y otra al diablo.
- Arremeter contra las injusticias y ser un perfecto egoísta.
Invito al lector a que continúe la lista hasta donde quiera.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
Comentarios