Clamor de tres millones de pobres
Los datos que se desprenden de la Memoria 2012 y del VIII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Española son aplastantes: las personas que viven en una situación de pobreza severa, -es decir, que ingresan menos de 307 euros al mes- alcanzan ya los tres millones, el doble que antes de la crisis. Y con el riesgo de aumentar, ya que el gran colchón de quienes están en la cuerda floja, hasta ahora, ha sido la familia. Cáritas tambien alerta de la cronicidad de la pobreza. Durante 2012, aumentó el número de parados de larga duración, especialmente el grupo de mayores de 50 años. Los datos son aún más dramáticos en nuestra comunidad autónoma: Andalucía ya es la comunidad más pobre de España. Cerca de tres millones y medio de personas, más del 40 por ciento de la población andaluza, viven ya en el "circulo de la pobreza". Tambien tenemos la mayor tasa de desempleo del país, un 35,8 por ciento; el mayor número de ejecuciones hipotecarias, es tercera en desahucios y, según el informe Pisa, el 66 por ciento de los niños "no tiene acceso a algún recurso educativo". Dicho en términos de atroz crudeza: "Uno de cada cuatro españoles pobres es andaluz".
¿Qué hacer en esta realidad que nos agobia y nos interpela? La gran respuesta siempre la esperamos de arriba, de los dirigentes políticos y sociales, de los que tienen el deber y la responsabilidad de conducirnos con sus decisiones y de sus leyes. A nosotros nos incumben las respuestas de la inmediatez, de la urgencia, de los casos concretos, de solucionar las necesidades básicas que no pueden esperar, porque la verdad es que, en palabras del secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, "estamos ante una situación de abandono, injusticia y desposesión de los derechos más básicos de la persona". Cáritas de Córdoba puso en marcha, hace ya un año, un economato social que presta atención de primera necesidad, y que ya está desbordado, según ha manifestado el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, hace unos dias: "Se hizo para atender a cien familias y ya va por más de quinientas". En el economato, las familias con dificultades económicas severas pueden comprar con dignidad la comida y los útiles que necesiten, pero a un precio mucho más reducido. Cáritas, se ha dicho, " es la caricia de la Iglesia para su pueblo, es su sensibilidad y cercanía".
Vicente Gaos, aquel poeta de inmensas inquietudes sociales, proclamaba:"No, corazón, no te hundas. / Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto. / La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones". Ante el clamor de la pobreza, de la apremiante necesidad, "no cerrarse en llanto", sino exigir que el cimiento de nuestras leyes sean la verdad, el amor, la justicia y la libertad.
¿Qué hacer en esta realidad que nos agobia y nos interpela? La gran respuesta siempre la esperamos de arriba, de los dirigentes políticos y sociales, de los que tienen el deber y la responsabilidad de conducirnos con sus decisiones y de sus leyes. A nosotros nos incumben las respuestas de la inmediatez, de la urgencia, de los casos concretos, de solucionar las necesidades básicas que no pueden esperar, porque la verdad es que, en palabras del secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, "estamos ante una situación de abandono, injusticia y desposesión de los derechos más básicos de la persona". Cáritas de Córdoba puso en marcha, hace ya un año, un economato social que presta atención de primera necesidad, y que ya está desbordado, según ha manifestado el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, hace unos dias: "Se hizo para atender a cien familias y ya va por más de quinientas". En el economato, las familias con dificultades económicas severas pueden comprar con dignidad la comida y los útiles que necesiten, pero a un precio mucho más reducido. Cáritas, se ha dicho, " es la caricia de la Iglesia para su pueblo, es su sensibilidad y cercanía".
Vicente Gaos, aquel poeta de inmensas inquietudes sociales, proclamaba:"No, corazón, no te hundas. / Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto. / La vida es mucho más larga, mucho más grande de lo que ahora supones". Ante el clamor de la pobreza, de la apremiante necesidad, "no cerrarse en llanto", sino exigir que el cimiento de nuestras leyes sean la verdad, el amor, la justicia y la libertad.
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