Escrache al catolicismo
El escrache a Jesús de los fariseos es el escrache actual del mundo a la Iglesia, que con Francisco no se hace un escrache a sí misma, como opinan algunos desde dentro, sino que, por el contrario, ha dejado de ser un blanco fijo para los francotiradores laicistas, a los que no sólo deja sin munición sino también sin ganas de salir de caza porque la pieza se mueve demasiado. Tras asegurar el Papa que el cristianismo no es una ideología los ideólogos harían bien en preguntarse si alguien puede llamar facha a San Pablo
Probablemente, sí, pero por desconocer que en la segunda carta a Timoteo el de Tarso le pide que le traiga el abrigo que se había dejado en casa de Carpo, de lo que se deduce que o era un enamorado de la moda retro o no tenía un dracma para invertir en manga larga. La ideología, queda claro, es el lugar común de la razón, según la cual unos zapatos lustrosos esconden la huella de un cacique y un alzacuello el gaznate de un intolerante. Para que el mundo cambie de opinión Francisco propone que la Iglesia no sea la llave maestra sino la puerta abierta desde la que se divisa a Dios.
Comentarios