Rouco y el ama de llaves de Rebeca
El progresismo tiene a Rouco por una especie de ama de llaves de Rebeca que hostiga a esa buena gente que le acusa de impartir el magisterio de la Iglesia como un maestro de escuela de los de antes. Hablo de esa buena gente que defiende el aborto so pretexto de que las nanas, por lo que desvelan, son la banda sonora de Historias para no dormir. De esa buena gente que al reprocharle su defensa de lo más sagrado considera preceptivo mandar a tomar viento al arzobispo para que la Iglesia se llene de aire fresco proveniente de un mundo en descomposición.
No deja de ser didáctico que el oxígeno activo que a juicio de esta buena gente necesita la Iglesia llame a las puertas de las catedrales para que la propia Santa Madre deje entrar a los males de esta España mía, esta España nuestra, disfrazados de derechos. No deja de ser didáctico porque enseña al prelado lo zorros que son los que lo quieren despellejar. A los que seguro ha perdonado ya el presidente de la Conferencia Episcopal. Mal que les pese a quienes le acusan, Rouco es seguidor de ese Jesús que consiguió que la piedra y la adúltera, que hasta entonces se llevaban a matar, se convirtieran en buenas amigas.