La Gestapo del chiste
El progresismo considera que un católico no tiene Gracia en ningún sentido. Sin embargo, la alegría, consecuencia anímica del Encuentro, es el caldo de cultivo del humor, que es la sopa inteligente que reparte Santi Rodríguez, el frutero de Siete Vidas, entre el respetable en cada una de sus actuaciones, a pesar de que creer en Dios le ha cerrado las puertas que no son del cielo.
El humorista, un sabio cruce de Eugenio y Gila, asegura en una entrevista publicada por Religión en Libertad que su vinculación a la Biblia ha tenido repercusiones laborales. Pero tanto le da, porque sin respaldo ideológico llena los teatros, como una Lina Morgan de Jaén y con bigote. Así que de nada le ha valido a la progresía cómica, la Gestapo del chiste, intentar estigmatizarlo. Ha nacido con estrella. Aunque sea amarilla.