Niña 14 años encara la intolerancia laicista
Sonia tiene catorce años. El próximo viernes se confirma junto con otros siete jóvenes de su edad en una de mis parroquias. Son poquitos, pero en esta ocasión sí que se puede decir que lo que importa es la calidad, no el número.
El otro día, Sonia y una compañera, de catorce años también, hicieron unos adornos de Navidad para decorar su Instituto de secundaria. Mientras ponían unas estrellas en la pared una profesora que pasaba por allí les espetó de muy malas formas "¡Ya estáis guarreando las paredes!". No le hicieron mucho caso pero les molestó el tono empleado: les sonó a burla y a reproche. Esta profe que tan delicadamente se dirigió a sus alumnas no sé si sería la titular de Educación para la Ciudadanía.
Después pusieron un póster que representaba el Misterio de la Navidad: María, José, el Niño, el buey y la mula. Un grupo de profesores hicieron una queja a la dirección del centro alegando que en un instituto público y más en un país laico no cabía un Belén en las paredes, porque los cristianos son una minoría y no deben imponer a los demás sus creencias. Cuando Sonia y su amiga fueron interpeladas en este sentido contestaron que porqué en Hallowen, que es una celebración pagana se decoró el instituto y nadie se quejó. Cuando los profesores les dijeron que los cristianos son pocos y que se tienen que guardar sus creencias para ellos contestaron con mucho sentido común a sus profesores que no aceptasen ni las vacaciones ni la paga de Navidad. Que fueran a trabajar el dia 25 de diciembre y todas las fiestas.
Después de todo este episodio el Belén continúa en la pared del Instituto. Gracias a dos chicas de 14 años.
Hace poco me contaron que con motivo de las huelgas de la educación el Sindicato de Estudiantes campaba a sus anchas por el Instituto sacando a los chicos de clase para Asambleas "informativas", para llevarles a manifestaciones, etc. En este ambiente difícil, Sonia, una chica de 14 años que todavía no se ha confirmado ha sabido dar la cara y jugársela por la Iglesia y por Cristo. También por la Libertad. Así quiero yo que sean los jóvenes de mi parroquia. No me da lo mismo que sean pocos, pero antes prefiero que tengan esa calidad. Veo en esta chica una claridad en su identidad cristiana que ya quisiera para muchos adultos.
Hoy he convocado a unos cuantos jóvenes para presentarles un proyecto de evangelización de otros jóvenes. He escogido unos cuantos para ir formando un equipo de evangelización de jóvenes. Por supuesto que he invitado a Sonia.
Sólo cuando uno vive su fe hasta las últimas consecuencias es capaz de anunciar a otros lo que él vive.
Hoy solo nos hemos reunido 10, pero desde luego si vivimos la fe como Sonia estoy seguro que pronto seremos 100