Gracias a Dios ninguno de nosotros tiene que tomar esa decisión. Estaríamos todos perdidos.
¿Irá al cielo Lady Gaga?
¿Irá al cielo Lady Gaga?
Gracias a Dios ninguno de nosotros, los cristianos, tenemos que tomar esa decisión. Si asi fuese, Lady Gaga y el 100% de la humanidad con ella, estaría perdida.
Me ha encantado una noticia de hoy en RL: Lady Gaga felicita a un párroco por su homilía sobre la Eucaristía... ante sus 135 millones de fans. Os recomiendo que le echéis un vistazo.
El evangelio no es una colección de “cuadros costumbristas”. El evangelio se hace vida y te habla, me habla hoy. Esto es lo que me ha ocurrido al leer la noticia sobre Lady Gaga y los comentarios de los lectores de RL: que el evangelio ha cobrado vida. Estaba la pecadora pública; eso parece ser la tal Lady Gaga, a juzgar por el tono de sus actuaciones y el tenor de su vida (pública). Estaba también el Señor, comiendo con ella. ¿No somos acaso los curas alter Christus, ipse Christus? Pues ahí aparece el buen párroco en la foto hecha en el restaurante d ela familia, al lado de Lady Gaga, sin piedras en la mano, dardos en la mirada o cuchillos en la boca. Con una sonrisa, ella apoyada en su hombro, que confianzas,…¿no?. El no parece temer contaminarse. Si yo fuese Lady Gaga me gustaría tener un párroco así. Si en mi parroquia hay alguna lady Gaga, o algún míster gago, me gustaría saber acercarme a ellos como ese párroco lo hace con esa feligresa, y que ellos se acercasen a mí con confianza. Sin miedo, con cariño, admiración, … Me gustaría que al escuchar mis homilías se sintiesen interpelados. Y me felicitasen por haber escuchado Buenas Noticias. Eso me gustaría que fuesen mis homilías: Buenas Noticias para los perdidos.
Tanto la foto de Lady Gaga con su párroco como los comentarios de los lectores los tenemos tenemos también en el Evangelio. La publicación en redes sociales de la anécdota me recuerda mucho a la proclamación de la Samaritana a todos los de su pueblo despues de su encuentro con Jesús: Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho (Jn 4,39). Si hubiese habido smartphones y twitter en tiempos de Jesús seguro que hubiéramos visto fotos similares de pecadores apoyándose en el hombro de Jesús, con una mirada feliz, mitad sorpresa, mitad admiración. También el escándalo de los fariseos hubiera quedado reflejado en los comentarios.
Nada nuevo. El Evangelio se hace vida, la Palabra de Jesús sigue resonando, los corazones endurecidos siguen parapetados en la seguridad del cumplimiento de la Ley y la Misericordia de Dios es revelada una vez más: gracias, Señor párroco de Lady Gaga. Usted es mi héroe.